El Consorci de Museus presenta DAR, el proyecto que impulsa a las creadoras de entornos rurales

En esta segunda edición, el programa trabaja con mujeres artistas visuales de la Mancomunitat de l’Alcoià i el Comtat, en la provincia de Alicante

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José Luis Pérez Pont junto a las participantes de la segunda edición del proyecto DAR
José Luis Pérez Pont junto a las participantes de la segunda edición del proyecto DAR

El director del Consorci de Museus y del Centre del Carme, José Luis Pérez Pont, ha presentado en el CCCC la segunda edición del proyecto DAR (Dones Artistes Rurals), que este año se ha desarrollado en la Mancomunitat de l’Alcoià i el Comtat. Se trata de una iniciativa que trabaja con mujeres artistas rurales impulsando su desarrollo personal y profesional, a través de un programa con formación, promoción de su producción artística y generación de proyectos colaborativos que fomenten la creación de colectivos artísticos.

Junto al director del Consorci de Museus, José Luis Pérez Pont, la directora del proyecto, Clara Albacete, y su colaboradora, Neus Lozano-Sanfèlix, estuvieron presentes siete de las nueve creadoras participantes en esta edición, Miriam Barea, Macu Jordá, Virginia Jordá, Lirios Matarredona, Sari Miró, Macu Seguí e Isabel Sosa, quienes presentaron sus anteproyectos colectivos creados en el marco del programa DAR. 

“Desde el Consorci de Museus contribuimos a la vertebración territorial a través de la creación artística generando proyectos que atienden diferentes necesidades culturales, a la vez que nos esforzamos por seguir avanzando en materia de igualdad de género y fortalecimiento de las áreas periféricas. Con el programa DAR ofrecemos apoyo y visibilidad a las creadoras que residen en entornos rurales, generamos redes a través de propuestas colaborativas y realizamos una labor de acompañamiento esencial que empieza a mostrar buenos resultados”, señala José Luis Pérez Pont, director del Consorci de Museus y del CCCC.

Apoyo a las mujeres artistas de la España vaciada

El desconocimiento del funcionamiento del mercado del arte y de la labor empresarial que conlleva la gestión de una carrera artística son algunos de los motivos por los que el colectivo de mujeres artistas rurales apenas puede visibilizarse, ni vivir de su producción artística. Por otro lado, algunas de estas artistas se desplazan a zonas urbanas en busca de oportunidades, lo que contribuye aún más a la despoblación y a la escasez de circuitos artísticos que pueden nutrir de forma efectiva los núcleos rurales.

El proyecto DAR nace con el objetivo de proponer soluciones a esta problemática, trabajando con mujeres artistas rurales para impulsar su desarrollo personal y profesional. Porque, tal y como señala la directora del proyecto, Clara Albacete, “ser mujer, artista y residir en un medio rural supone una triple dificultad para desarrollarse profesionalmente”. 

La primera edición del proyecto DAR del Consorci de Museus trabajó con una quincena de creadoras de la Mancomunidad de la Serranía, en la provincia de Valencia. Este año se lanzan dos nuevas ediciones incorporando dos mancomunidades de las provincias de Alicante y Castellón, ya que uno de los objetivos de la iniciativa es ir creciendo y ampliando su territorio de acción.

El programa comienza detectando las necesidades de las creadoras, ofreciéndoles formación y planificando encuentros que incentiven su desarrollo artístico y profesional. Entre la oferta formativa, cabe destacar la oportunidad de asistir al curso de orientación profesional para artistas visuales impartido por Jaime López, de la asociación Arte Sostenible. 

Además, el programa ofrece a las participantes la posibilidad de visibilizar su trabajo a través de su plataforma digital y en diferentes medios de comunicación. 

Otro de los objetivos del proyecto DAR es el fomento y la generación de redes de colaboración, por lo que, además de contar con un servicio de consultoría personalizada, se impulsa la creación de proyectos comunitarios entre las participantes. 

Miriam Barea, Macu Seguí e Isabel Sosa han presentado en el CCCC ‘Arrels tèxtils’, donde investigan la historia textil de L’Alcoià y El Comtat, producen obra a partir de estas técnicas y fomentan la participación del público en una obra colectiva. 

Virginia Jordá, Sari Miró y Didi Vent plantean en su anteproyecto la creación de DAMAC, el colectivo de mujeres artistas de la Mancomunitat de l’Alcoià i el Comtat y, además, proponen la celebración de la exposición colectiva ‘Nou crits a una veu’. Macu Jordá y Lirios Matarredona presentan ‘Soledats compartides’, un proyecto con el que favorecen el vínculo entre las mujeres artistas de la Mancomunitat de l’Alcoià i el Comtat a través de una residencia artística en la Font Roja.

Nueve artistas, diferentes disciplinas 

Las nueve artistas seleccionadas en esta convocatoria trabajan técnicas muy diversas que van del textil a la pintura, pasando por fotografía, ‘performance’, vídeo e ilustración. Seis de ellas —Miriam Barea, Virginia Jordá, Lirios Matarredona, Sari Miró, Macu Seguí y Didi Vent— residen en Alcoy, mientras que Ana Ferrándiz es de Muro de Alcoy, Macu Jordá, de Cocentaina, e Isabel Sosa, de Banyeres de Mariola. 
 
Miriam Barea plantea un discurso artístico que gira en torno a la mujer y los diferentes roles de género mediante el uso de materiales y técnicas como escultura, grabado, diseño gráfico y el empleo de materiales textiles. La obra de Virginia Jordá, en la que conviven ‘performance’, escultura y dibujo, está marcada por sus experiencias personales como persona adoptada. En ella explora temas como la búsqueda de identidad, los vínculos afectivos y la violencia sexual, y presenta conceptos como la fragilidad, el vacío y las cicatrices en la materia. 

Lirios Matarredona reflexiona sobre la vida, la muerte y el paso del tiempo, a través de su obra gráfica, que tiene un marcado carácter experimental e intimista; mientras que Sari Miró experimenta con la figuración, las veladuras, el cromatismo, la descomposición y la abstracción, con una obra pictórica de trazos decididos, en los que incorpora figuras geométricas y arquitectónicas y reutiliza elementos como dibujos de arquitectura. 

Macu Seguí entró a trabajar en la industria textil con solo quince años y, a partir de su experiencia y su creatividad, ha desarrollado una obra en la que utiliza bobinas, hilos y otros materiales para convertirlos en obras de arte. El trabajo de ilustración de Didi Vent, caracterizado por toques naifs, orgánicos y coloridos, está inspirado en los sentimientos, los recuerdos y la vida cotidiana que la rodea, transmitiendo su pasión por sus raíces, su cultura y el entorno natural en el que ha crecido.

Por su parte, Ana Ferrándiz, de Muro de Alcoy, aborda fotográficamente cualquier tema relacionado con el género, la identidad y el territorio, y conecta con las poéticas contemporáneas de representación fotográfica con su manera de entender y reflejar la condición humana.

Las propuestas pictóricas y escultóricas de Macu Jordá, de Cocentaina, se mueven alrededor de la presencia de mujeres, ofreciendo una mirada sensible y comprometida y creando actitudes y presencias intemporales con un punto de tensión, misterio y ternura, que constituyen el sello personal de su firma.

Isabel Sosa, originaria de Banyeres de Mariola, trabaja con técnicas de estampado, ‘collage’, ilustración, cerámica y escultura, y recrea combinaciones de formas simples y colores alegres inspiradas sobre todo en la naturaleza, el arte abstracto de mitad del siglo XX y la escuela Bauhaus. 

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