Plan antidanas y apagones: así asegura València su agua potable hasta 2031

Catalá detalló ayer el Plan de Infraestructuras Críticas 2026-2031, con 33 medidas y 120 millones, para reforzar el agua potable frente a emergencias. Te contamos todos sus detalles:

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Imagen de archivo de tuberías para suministrar agua potable a València y su área metropolitana. - EUROPA PRESS
Imagen de archivo de tuberías para suministrar agua potable a València y su área metropolitana. - EUROPA PRESS

La alcaldesa de València, María José Catalá, detalló ayer en el Salón de Cristal el Plan de Infraestructuras Críticas de Abastecimiento de Agua 2026-2031, un documento estratégico que marcará la gestión hídrica de la ciudad en los próximos cinco años.

El plan, dotado con 120 millones de euros, incluye 33 medidas que buscan blindar el sistema frente a episodios extremos como la DANA de octubre de 2024 o el apagón de abril de 2025, que pusieron a prueba las infraestructuras y evidenciaron vulnerabilidades.

Catalá aseguró que con estas actuaciones “València se convertirá en la primera gran ciudad europea autosuficiente en agua potable en situaciones críticas o de emergencia” y que la autonomía de los depósitos se duplicará, pasando de 24 a 48 horas de almacenamiento.

Resiliencia hídrica en València

Por una parte, el primer eje del plan se centra en reforzar la resiliencia de la red. Para ello, incluye la compra de macrogrupos electrógenos para las ETAPs, capaces de mantener la producción de agua potable aunque se produzca un apagón general.

Se apuesta también por el acuífero subterráneo que discurre bajo la ciudad como reserva estratégica. Según estudios de IGME y de la UPV, puede aportar hasta 1.000 litros por segundo en caso de emergencia. Con ese objetivo se ha planificado la construcción de cuatro nuevas plantas de pozos y potabilización en Pío Baroja, Tres Cruces, Malilla y Ronda Nord.

La red de Baja Presión, única en España, es otro de los puntos fuertes. Ya en la DANA de 2024 se activaron conexiones de emergencia y el plan previó su ampliación y modernización, de modo que pudiera inyectar caudales seguros en la red potable. Ahora. además, se ha programado la renovación de 8,6 kilómetros de tuberías arteriales críticas, con intervenciones prioritarias en los cruces de Malilla y San Isidro bajo la V-30 y en conducciones como la avenida del Cid o la impulsión hacia el depósito Collado.

En conjunto, este bloque permitirá que la ciudad cuente con:

  • 48 horas de autonomía en depósitos frente a las 24 actuales.
     

  • Producción propia de agua potable en caso de fallo de la red eléctrica.
     

  • Refuerzo del suministro a los poblados del sur, más expuestos a vulnerabilidades.
     

Sostenibilidad y ahorro de agua en València

A continuación, el segundo eje del plan pone el foco en un uso más sostenible de los recursos hídricos. Entre las medidas más destacadas está el aprovechamiento de los achiques de agua en las estaciones subterráneas de ADIF Cabanyal y FGV Túria, que permitirán reutilizar 1,2 hectómetros cúbicos al año para riego y baldeo.

La EDAR de Pinedo también es clave. El plan incluye la instalación de tres kilómetros de tuberías y una estación de bombeo para enviar agua regenerada hasta l’Assut de l’Or. Esa infraestructura permitirá alimentar el futuro Parc de Desembocadura, consolidando la lámina de agua del viejo cauce del Turia y recuperando su ecosistema.

En paralelo, también se ha aprobado la ampliación de la red de Baja Presión en 27 kilómetros para que el 100 % de las zonas verdes se rieguen con agua de pozo, reduciendo en un 25 % el uso de cubas de transporte. Otro aspecto importante ha sido la apuesta por las energías renovables, con la instalación de un acumulador fotovoltaico en la ETAP de La Presa. Gracias a ello, el consumo eléctrico de origen solar pasará del 15 % actual al 30 %.

En el plano social, la red de fuentes Pusdar de agua refrigerada se multiplicará. De las 78 actuales se alcanzarán 200, lo que supondrá un ahorro de más de dos millones de botellas de plástico cada año.

El plan también contempla un refuerzo clave en materia de seguridad: la independencia de las pedanías del sur respecto al sistema contra incendios forestales de El Saler. Con esta medida, se podrán desplegar hasta 40 cañones antiincendios en la Devesa y la Albufera sin comprometer el abastecimiento a la población.

Modernización y eficiencia de la red de València

Finalmente, el tercer eje pone toda la atención en la modernización tecnológica y la eficiencia operativa: la renovación del telemando y la instalación de nueva sensorización permitirán controlar en tiempo real la presión, el caudal y la calidad del agua. Estos sistemas facilitarán la detección inmediata de fugas y mejorarán la gestión global del servicio.

En cuanto a la red física, se ha planificado la renovación preventiva en puntos sensibles como Pérez Galdós, el Palacio de Justicia y las pedanías, que sufren más cuando se produce una incidencia. El plan anual de sustitución de tuberías de fundición gris se mantendrá hasta 2031.

En este apartado, los responsables del ciclo integral del agua destacaron tres objetivos principales:

  • Reducir pérdidas mediante la detección temprana de fugas.
     

  • Mejorar la calidad del agua con controles continuos y trazabilidad.
     

  • Mantener el liderazgo internacional de València en innovación hídrica.
     

Finalmente, el plan se alineó con el PERTE de agua potable, un programa nacional que impulsa la digitalización y la sostenibilidad en la gestión del agua.

Con este plan, València se anticipa a los retos que plantean el cambio climático, el aumento de la demanda y la necesidad de infraestructuras más seguras. Catalá cerró la presentación afirmando que “este plan no es de la alcaldesa ni del gobierno municipal; es de València, para todos sus vecinos y vecinas”.

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