La alcaldesa de València, María José Catalá, ha presentado este miércoles el Plan de Infraestructuras Críticas de Abastecimiento de Agua 2026-2031, un proyecto que busca garantizar el suministro de agua potable en situaciones de emergencia.
Dotado con 120 millones de euros, el plan recoge 33 medidas que permitirán reforzar la fortaleza de la red, avanzar en sostenibilidad y modernizar la gestión.
“Con este plan, València será la primera gran ciudad de Europa autosuficiente en agua potable en situaciones críticas”, ha asegurado Catalá en el acto celebrado en el Salón de Cristal del Ayuntamiento.
Medidas principales del plan
Entre las actuaciones previstas destacan:
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La compra de macrogrupos electrógenos de alta generación para mantener la producción en caso de apagón.
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La construcción de cuatro nuevos pozos municipales y cuatro plantas potabilizadoras urbanas.
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La renovación de 8,6 kilómetros de tuberías arteriales críticas.
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La ampliación de la red de Baja Presión en 27 kilómetros.
Catalá ha subrayado que actualmente los depósitos solo garantizan 24 horas de almacenamiento y que con el plan se alcanzarán las 48. “Lo más importante es que si todo falla, tendremos capacidad para producir agua potable dentro de la ciudad”, ha añadido.
Más seguridad para las pedanías y la Albufera
El plan contempla también independizar el abastecimiento de las pedanías del sur respecto al sistema contra incendios forestales de El Saler. Esto permitirá multiplicar por cuatro los cañones antiincendios que protegen la Devesa y el Parque Natural de la Albufera, hasta llegar a 40 en toda la zona.
Actualmente, el sistema SIDEINFO cuenta con ocho cañones operativos, que serán once a final de año.
Parc de Desembocadura y agua regenerada
Catalá ha vinculado el plan al futuro Parc de Desembocadura, que completará el Jardí del Túria. Para garantizar una lámina de agua estable en el tramo final del río, se instalarán más de tres kilómetros de tuberías entre la EDAR de Pinedo y l’Assut de l’Or, junto a una estación de bombeo.
De esta forma, se reutilizará parte de los 55 hectómetros cúbicos de agua regenerada que hoy se vierten al mar, con el doble objetivo de alimentar el parque y recuperar el ecosistema del viejo cauce.
Achiques y fuentes refrigeradas
Otra medida será el aprovechamiento de los achiques de agua de las estaciones de ADIF Cabanyal y FGV Túria, un volumen equivalente a 500 piscinas olímpicas al año que podrá destinarse a riego y baldeo.
Además, la red de fuentes Pusdar de agua refrigerada pasará de las 78 actuales a 200 cuando se ejecute el plan completo, lo que permitirá ahorrar más de dos millones de botellas de plástico cada año.
Invitación al área metropolitana
Catalá ha encargado a la Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (EMSHI) extender este modelo a los municipios del área metropolitana. “Este plan no es de la alcaldesa ni del gobierno municipal; es de València, para todos sus vecinos y vecinas”, ha concluido.