La alcaldesa de València, María José Catalá, ha lanzado este jueves un anuncio histórico durante el debate del estado de la ciudad, celebrado en el Ayuntamiento. En una intervención de casi dos horas, la primera edil ha desgranado un plan de 120 millones de euros que aspira a convertir a València en la primera capital europea autosuficiente en el suministro de agua potable en situaciones de emergencia.
El anuncio llega tras episodios que marcaron un antes y un después en la gestión hídrica, como la dana del pasado año o el gran apagón que afectó a toda España en abril. “Queremos robustecer el sistema de agua potable. No quiero que en el futuro ningún alcalde ni ciudadano se enfrente a los problemas a los que yo me tuve que enfrentar”, ha afirmado Catalá, subrayando la importancia de anticiparse. Además, ha recordado que, según Naciones Unidas, cada euro invertido en prevención puede ahorrar hasta 15 euros en reconstrucción.
Cómo funcionará el plan hídrico de València y qué supondrá para la ciudad
El proyecto contempla la construcción de cuatro plantas potabilizadoras y cuatro nuevos pozos municipales que aprovecharán el acuífero subterráneo bajo la ciudad, con una capacidad de 2.500 hectómetros cúbicos (equivalente a dos veces el embalse de Alarcón). Con estas infraestructuras, València podrá generar agua potable incluso en caso de apagón o rotura del canal Júcar-Turia.
Actualmente, la capital del Turia solo cuenta con 24 horas de autonomía hídrica. El objetivo del plan es duplicar esa capacidad hasta las 48 horas o más, convirtiendo a València en un referente europeo en resiliencia y gestión del agua.
Catalá ha insistido en que “no se trata de un plan a corto plazo, sino de una inversión estratégica para garantizar el suministro de agua potable en cualquier circunstancia”.
Generadores, tuberías críticas y la red secundaria de agua en València
La inversión también incluye la adquisición de macro-grupos electrógenos diseñados a medida, con un presupuesto de 3,5 millones de euros. Estos equipos permitirán mantener operativas las estaciones de potabilización en caso de apagón eléctrico.
Otro frente de actuación será la renovación de 8,6 kilómetros de tuberías arteriales críticas que, como ha explicado la alcaldesa, actúan como “autopistas del agua”. Su rotura podría provocar el desabastecimiento de un tercio de la ciudad o la caída de presión en barrios enteros, incluidas las pedanías del sur.
València cuenta además con una ventaja estratégica: junto a París, es la única gran ciudad europea que dispone de una red secundaria de agua para riego y baldeo. El plan permitirá ampliar esa red de baja presión hasta que el 100 % de las zonas verdes y calles de la ciudad se rieguen con agua de pozo, liberando agua potable para el consumo de los vecinos y avanzando hacia un modelo más sostenible.
Por qué València quiere liderar la autosuficiencia hídrica en Europa
Con este plan de infraestructuras críticas, València no solo se prepara para resistir futuras emergencias como riadas o apagones. También da un paso adelante en sostenibilidad, ahorro y resiliencia urbana. La estrategia permitirá blindar el agua potable para la ciudadanía y, al mismo tiempo, optimizar recursos con un enfoque de largo plazo.
“Si después de todo lo que nos ha pasado no hemos aprendido que debemos estar preparados para cualquier cosa, es que no hemos aprendido nada”, concluyó Catalá en su intervención.
Con esta hoja de ruta, València aspira a ser la primera gran capital europea autosuficiente en agua potable en emergencias. Un proyecto que no busca rédito inmediato, pero sí garantizar que, cuando llegue la próxima crisis, la ciudad esté lista para responder con fuerza y seguridad.