El Ayuntamiento de València ha puesto en marcha este miércoles un proyecto largamente esperado en el barrio de La Raïosa: la demolición de las viviendas que estrechaban la conocida como “acera de la muerte” en Sant Vicent Màrtir. Se trata del primer paso visible del PAI de Moncayo, una actuación que llevaba años en el cajón y que por fin comienza a ser una realidad.
La operación no es solo un gesto simbólico. Supone acabar con un punto negro para los peatones y abrir la puerta a un ambicioso plan de regeneración urbana que transformará una de las zonas más degradadas del distrito de Jesús. Con el derribo arranca un proceso que incluye nueva vivienda, viales más amplios, prioridad peatonal y espacios verdes.
El concejal de Urbanismo, Juan Giner, lo resumía así: “Se pone fin a una reivindicación vecinal histórica y se inicia una verdadera actuación de regeneración urbana. Donde había casas en mal estado y naves degradadas, habrá nuevos espacios para vivir, pasear y disfrutar del barrio”.

PAI de Moncayo: nueva vivienda y regeneración urbana en La Raïosa
El Programa de Actuación Integrada (PAI), impulsado por Iturbi-Moncayo Desarrollo S.L., tiene como objetivo ejecutar el Plan de Reforma Interior (PRI) que completa toda la trama urbana delimitada por las calles Pianista Empar Iturbi, Sant Vicent Màrtir, Almudaina y los patios interiores de la manzana.
El proyecto prevé una edificabilidad de 21.799 m² sobre una superficie global de 8.564 m². De estos, 4.954 m² estarán destinados a uso público, con especial protagonismo de 1.088 m² de zonas verdes y espacios libres, así como una red viaria de 3.208 m² pensada para dar prioridad al peatón.
En cuanto a la vivienda, se levantarán 200 nuevas unidades residenciales que se distribuirán en diferentes tipologías: desde unifamiliares con patio interior hasta bloques de tres alturas y edificios de hasta nueve plantas con áticos. Aunque no se han calificado como vivienda pública ni de protección oficial, este nuevo parque residencial ampliará de forma notable la oferta en la ciudad.
El propio concejal de Urbanismo ha recordado que este tipo de proyectos no solo suponen ladrillo y cemento: “Hablamos de devolver calidad de vida a un barrio que llevaba demasiado tiempo esperando soluciones”.
Adiós a la “acera de la muerte” y mejoras en el barrio
El inicio del derribo en Sant Vicent Màrtir es una de las actuaciones más simbólicas. Durante décadas, esa acera se convirtió en un pasillo angosto y peligroso que los vecinos bautizaron como “la acera de la muerte”. Ahora, con la demolición de las viviendas, se ganará espacio para ensanchar la acera, mejorar la movilidad peatonal y reforzar la seguridad vial en una vía muy transitada.
Pero el PAI de Moncayo va más allá. El barrio de La Raïosa verá cómo se abren nuevos viales y se crean zonas verdes donde antes había naves en ruinas y solares sin uso. Según Giner, “esta es la esencia de la regeneración urbana: transformar un entorno degradado en un espacio habitable, accesible y seguro”.
No obstante, no todo el entorno quedará incluido en la actuación. Quedan fuera un edificio en Pianista Empar Iturbi, otro protegido en la calle del Moncayo y un grupo de casas tradicionales de dos alturas con patio trasero en los números 3 al 15 de la misma calle. Estos elementos se conservarán por su valor arquitectónico o patrimonial.

El PAI de Moncayo se suma a otros grandes proyectos urbanísticos impulsados recientemente en València, como el PAI del Grao, que con más de 160.000 m² de zonas verdes es uno de los más ambiciosos en la historia de la ciudad. En el caso de La Raïosa, aunque se trata de un proyecto de menor escala, el impacto será igualmente decisivo para revitalizar el distrito de Jesús y ofrecer a sus vecinos un barrio renovado.