El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, lo comunicaba, ayer, respaldado por todo el equipo de gobierno: las Fallas de València se suspenden, y se aplazarán a una nueva fecha todavía por determinar. Tras la reunión que Sanidad ha mantenido con el Consell, se ha decidido tomar esta decisión que responde, únicamente, a preservar la salud pública, y evitar que el coronavirus se propague sin control en los eventos multitudinarios que comportan la celebración de las Fallas 2020.
En esta ocasión, se trata de una suspensión temporal, ya que se cuenta con el compromiso del gobierno de celebrar las fiestas josefinas más adelante. Sin embargo, las Fallas de València han sufrido, a lo largo de la historia, otras cancelaciones que han causado que valencianos y valencianas no hayan podido disfrutar de la pólvora, el color y la sátira fallera de los monumentos.
La primera vez que se suspendieron las Fallas fue en 1886, cuando el gobierno decidió aumentar el canon de 5 pesetas a 60. Por supuesto, los falleros y falleras se negaron a pagar esta subida tan abusiva, que vino motivada, precisamente, por la tradicional crítica fallera. Y es que a los burgueses no les gustaba la idea de que se metieran con ellos en estas fiestas populares.
“Antiguamente pedías permiso para plantar en la calle o no, aunque no todas pedían todos los años. Hubo uno en el que se aumentó el impuesto municipal para plantar, se subió a 60 pesetas en 1886 y todas las fallas, no de común acuerdo, sino de manera independiente, no pidieron permiso para plantar. Y no hubo”, cuenta Javier Mozas
El resto de suspensiones de las Fallas fueron motivadas por las guerras. De esta manera, en 1896, a dos días del inicio de las fiestas josefinas, se decidió su suspensión al declararse el estado de guerra por la conocida como guerra de Cuba. Más tarde, en los años 1937, 1938 y 1939, València tampoco disfrutó de las Fallas debido a la Guerra Civil española.
Los datos son de Javier Mozas, delegado de la Delegación de Documentación (Archivo, censos y biblioteca) de la Junta Central Fallera de València, el órgano rector de la fiestas josefinas, que tienen su origen en materiales combustibles que recibían el nombre de Fallas y se quemaban al anochecer de la víspera de San José.
Ahora, el gobierno valenciano, siguiendo las directrices de Sanidad, marca un capítulo más en la historia de las Fallas con el aplazamiento de la fiesta a causa del coronavirus. Y es que, hasta la fecha, la Comunitat Valenciana cuenta con 63 personas contagiadas.