"La transformación digital de la ciudad de València tiene que poner a las personas en el centro, no en la diana". Con esta premisa, el concejal de Administración Electrónica y Agenda Digital, Pere Fuset, trabaja en coordinación con el resto de áreas del Ayuntamiento con el objetivo de convertir València en una auténtica Smart City. De cómo se está produciendo este cambio y cuáles son los retos del presente y futuro hablamos en esta entrevista.
¿Cómo le explicarías a la ciudadanía que es eso de la Smart City y cómo nos beneficia?
Yo creo que estamos en un momento en el que la transformación digital es más importando que nunca y eso es fácilmente perceptible por sus usuarios. Y también tiene sus inconvenientes como la brecha digital; por lo tanto, tenemos que hacerle frente y aprovechar las oportunidades y minimizar los riesgos.
Una smart city es una ciudad inteligente y sostenible que utiliza la tecnología para mejorar la calidad de vida de su gente, para mejorar la eficiencia, para reducir costes y también para ganar en sostenibilidad. Por lo tanto, no son los cables o los chips, sino que son las personas. Pero, sí que es cierto que está basada en el uso de la tecnología para conseguir esos objetivos.
¿Qué medidas se están llevando a cabo para reducir la brecha digital y no dejar fuera de esta transformación a la gente mayor?
Un ejemplo de estas medidas es la sede electrónica que se ha multiplicado por 98 desde el año 2015 hasta ahora y la mayoría de los trámites ya se hacen utilizando esta ventana, por lo que tenemos indicadores que muestran que es mucha la gente que está haciendo uso de ella. Pero, sí que somos conscientes de que puede haber gente que tenga obstáculos. Más que de brecha digital, tendríamos que hablar de brechas digitales porque hay diferentes tipos.
València es la ciudad donde más usos se hace de 'WiFi4EU', que es la red europea de alta velocidad de conexión gratuita a Internet que estamos ofreciendo ya en más de 400 puntos de la ciudad, y queremos que a finales de año prácticamente se duplique para garantizar el acceso a Internet en espacios públicos, bibliotecas, edificios, plazas o jardines.
Por otro lado, estamos luchando también para que la conexión llegue a ese 2 % del término municipal de València, cómo puede ser Poble Nou o la Dehesa del Saler, que añún no tiene Internet de calidad y, por tanto, especialmente durante esta pandemia, se ha visto cómo han tenido dificultades para trabajar, para estudiar, para hacer trámites con las administraciones e incluso para el mismo ocio. Hemos tenido ya muy buenas noticias en Poble Nou y esperamos tenerlas también muy pronto en la Dehesa del Saler.
Y otras brechas digitales como puede ser la falta de conocimientos básicos de Internet estamos tratando de solucionarlos haciendo una analítica, estudio o auditoría de usabilitat para hacer más sencilla la app, la web municipal o la sede electrónica simplificando al máximo los trámites y hacerla accesible.
También estamos haciendo una campaña comunicativa que incluye breves videotutoriales para explicar nociones básicas con las que cualquier perfil de usuario pueda operar. Y también estamos trabajando con talleres en la calle en diferentes barrios de la ciudad, que hicimos la prueba piloto el pasado 2021, y con los que explicábamos a la gente cómo utilizar la app de València y cómo hacer los trámites más habituales. La experiencia ha sido todo un éxito y repetiremos y ampliaremos durando este año.
Además de esto, pondremos en marcha un teléfono de atención para resolver sus dudas en la sede electrónica, y la Concejalía de Personas Mayores pondrá un centro para ayudarles a superar esa brecha digital y sumarse al cambio. También habrá más iniciativas que irán desvelándose a lo largo del 2022, pero estas son las principales.
De acuerdo con los datos, ¿cómo ha aumentado el uso del portal y de la app?
Solo en el año 2021 la app tuvo cerca de 32.000 descargas a las que hay que sumar las de años anteriores. Y solo en 2021, la ciudadanía reportó por la web y por la app cerca de 25.000 incidencias en la vía pública. Si a esto le sumamos el espectacular uso de la sede electrónica – el 60 % de los usuarios se han creado estos dos últimos años – y a todos los usuarios de la web y de cualquier herramienta digital, obviamente, estamos viviendo un boom y una revolución digital que, además, nos ayuda a reducir costes.
La sede electrónica solo en 2021 ahorró cerca de 11 millones de euros a la ciudadanía, no al Ayuntamiento. Y al Ayuntamiento ahorró cerca de medio millón de euros en envíos postals. Por lo tanto, hay que aprovechar esas oportunidades, pero sin dejar tampoco de lado esos riesgos de exclusión que somos conscientes que tiene y en los que nos centraremos este 2022.
También estáis trabajando de manera transversal con otras concejalías como, por ejemplo, Movilidad Sostenible con el proyecto del estacionamiento inteligente, ¿en qué punto se encuentra y en qué consistirá?
València está muy muy posicionada como Smart City y esto hace que hayamos optado a varias convocatorias de ayudas y hemos recibido cerca de 11 millones de euros en dos convocatorias diferentes.
Una de esas convocatorias es 'Impuls VLCi' que incluye entre otras cosas un sistema de gestión inteligente del tráfico. Nosotros trabajamos transversalmente para ayudar a todos los servicios municipales de la casa a modernizarse y adaptar la tecnología para conseguir sus objetivos. Este proyecto está ahora mismo en licitación directamente por la Agencia de Digitalización del Estado y esperamos que a finales del 2023 esté ya en funcionamiento.
Esto nos permitirá dar respuesta tecnológica a problemas del presente pero también del futuro y hacer una gestión integral, no solo de los vehículos motorizados, sino también de bicicletas y especialmente zonas como la azul, naranja o verde y también de cualquier tipo de movilidad que se produzca en la ciudad y que necesite hacerse en el espacio público.
Por eso, por ejemplo, hemos conseguido gracias a la sensorística que en las plazas de carga y descarga, las plazas de taxi o las plazas de movilidad reducida se pueda optar a hacer reserva y con inteligencia artificial se calculan las rutas y se evitan fraudes, en el caso de la movilidad reducida. Y por otro lado, también desplazamientos inútiles con lo que lograremos también ese objetivo de descarbonización que tiene la ciudad de València. Es un proyecto muy global, muy concreto, que requiere muchas piezas y lo pondremos en marcha a lo largo de este mes.
Además, se está aplicando la inteligencia artificial en la optimización de la recogida de residuos...
En el tema de la recogida de residuos, nos centramos en varios frentes. Primero, un proyecto muy interesante para controlar la eficiencia y los trabajos de campo, como son la limpieza o la recogida de residuos en la calle en tiempo real, y por otro lado con sensorística avanzada en varios contenedores de residuos que nos indican si estos contenedores están llenos, si están vacíos y por lo tanto se evitan los desbordamientos o evitar viajes innecesarios y poder ayudar a esa descarbonización. Ahora mismo lo tenemos en vidrio, también en envases, y muy pronto en los nuevos contenedores de aceite usado.
¿Está en todos los contenedores?
No, es un proyecto piloto que primero hemos implantado en los pueblos de València que están más alejados y ahora lo introduciremos en todos los contenedores de aceite. Esa sensorística tiene sentido en aquellas rutas que no tienen un control diario porque nos permite evitar esos desbordamientos e, incluso, tener alertas en el caso de un incendio en uno de los contenedores donde sube la temperatura.
La sede electrónica solo en 2021 ahorró cerca de 11 millones de euros a la ciudadanía
Esta transformación empezó en el Ayuntamiento y ahora se está extendiendo por toda la ciudad, ¿es ese el objetivo final?
No queremos que Smart City València sea un proyecto del Ayuntamiento sino de ciudad. Queremos una Valencia inteligente, no un ayuntamiento inteligente, y por lo tanto estamos trabajando también para conectar esta gran plataforma digital urbana con otras aplicaciones.
Estamos trabajando con Adif, con el aeropuerto y el puerto de Valencia para compartir datos... Y, ahora mismo, en la nueva Estrategia de Ciudad Inteligente tendremos seis instancias adicionales de plataforma que se podrán poner en servicio de las universidades valencianas para fomentar su participación desde la investigación y desde el punto de vista económico. Queremos poner esas plataformas al alcance del sector económico de València porque sabemos que son de los sectores más punteros capaces de generar riqueza y puestos de trabajo.
¿Juega el Smart City un papel fundamental en el propósito de Valencia de ser ciudad neutra en 2030?
Totalmente. De hecho, la denominación del programa es Ciudad Neutra e Inteligente, por lo tanto la tecnología juega un papel crucial porque todo se tiene que medir con indicadores. No hablamos de percepciones en la Smart City, ya que una de las ventajas que tiene es que nos ofrece datos a veces en tiempo real con las que podemos tomar las mejores decisiones y podremos prosperar.
Un ejemplo es un proyecto, que estará en marcha pronto, con el que pondremos cuarenta autobuses con sensores embarcados que además de darnos información vehicular como la velocidad u otros aspectos propios de la navegación de la flota, nos darán mapas de las zonas que recorren. Por lo tanto, nos darán datos sobre la contaminación y tendremos datos ambientales del conjunto de la ciudad.
Foros internacionales, el I Congreso Smart City en la ciudad... ¿Se podría decir que València es ya un referente internacional de Smart City?
Estamos muy satisfechos porque siempre recibimos muchos cumplidos y València fue la primera ciudad en acoger un Congreso Smart City en toda España. Y también en la esfera internacional, no solo con las participaciones periódicas y habituales en foros internacionales, sino que la misma ONU y varias agencias encargaron a València pilotar un grupo de trabajo sobre cómo ayudar a todas las ciudades del mundo a sacar el máximo provecho de las plataformas digitales urbanas. Estamos trabajando y ayudando en la esfera internacional y el mejor reconocimiento es que confían en ti para hacer ese trabajo.
Hablamos ahora de la iniciativa de convertir las cabinas de teléfono en cargadores para móviles...
Ese proyecto tendría dos fases: la primera de ellas, cuando las cabinas de teléfono dejen de ser consideradas esenciales y tendremos que proceder a su retirada. Esto se hará a partir de este año; y en paralelo estamos explorando aquellas posibilidades de futuro para ocupar esos lugares.
Estamos hablando actualmente de dos cabinas, aunque en el futuro veremos cuántas cabinas tenemos. Pero, estamos ya explorando esos usos que podrán ser desde cargadores para móvil, pantallas táctiles con información ciudadana que puedan ayudar a hacer trámites o a obtener información de la agenda cultural. También sensorística avanzada sobre contaminación atmosférica, acústica... o que tengan también puntos de alerta a la policía, bomberos o contra la violencia de género. Lo que queremos es que València sea también pionera en este sentido y es un proyecto de largo recorrido.
Por otro lado, València recibió el premio de Turismo Inteligente, ¿qué supone para un viajero elegir València como destino? ¿Qué ventajas tiene?
València es la Capital Europea del Turismo Inteligente y esto es gracias también a esa transformación digital para medir el impacto de la huella de carbono. Es importante saber las oportunidades que genera el turismo pero también los riesgos, como la contaminación. Por lo tanto, midiéndola seremos capaces también de tratar de compensarla. También hay muchas funcionalidades más como la digitalización de la tarjeta turística para saber las preferencias de los turistas y, por lo tanto, adaptar la oferta a sus gustos para aprovechar al máximo el impacto económico de los turistas.
Después de cinco archivos, el PP tendría que reflexionar sobre cómo no se debe utilizar la política para embarrar el trabajo de otros
Y, ahora, ¿cuáles son los retos de futuro al frente de esta Concejalía?
Muchísimos porque la transformación digital puede englobar cualquier área, desde residuos hasta movilidad y también servicios sociales porque, por ejemplo, hemos conseguido hacer un fondo social eficaz que ayuda a que las familias en situación de exclusión social no se les corte el agua o que se acelere al máximo la concesión de las ayudas económicas.
Estamos trabajando también en materias como la seguridad y para mí el objetivo es que esta transformación digital no deje a nadie atrás. Vamos a trabajar en un proyecto muy ambicioso 'Ciudadanía 360' con el que queremos acercar al máximo los servicios del Ayuntamiento de una manera fácil, rápida y cómoda.
Después, somos conscientes de que habrá gente que no podrá participar en esta transformación digital o que su transición tiene que ser más tranquila, por lo tanto, esta transformación digital tiene que tener a las personas en el centro, no en la diana y es fundamental adaptar mucho esos ritmos, pero también aprovechar las ventajas para eficiencia energética, para reducción de la contaminación y para agilidad y eficiencia económica.
Ayer conocíamos los datos y desde el 2015 hasta ahora se han duplicado los expedientes, mientras que el tiempo se ha reducido en un 60 %. Por eso, los beneficios son evidentes y hay que aprovechar al máximo su potencial.
¿Se puede fijar una fecha en la que València será completamente una Smart City o no se puede delimitar?
No. Creo que no hay una meta, porque la meta es constante, va evolucionando. Pero hoy en día, ya estamos muy posicionados en esa materia y continuamente hay nuevos retos. Ahora mismo tenemos que empezar a trabajar en un paradigma de los Digitals Twins, que permitirá implantar modelo predictivos gracias a la inteligencia artificial y que nos hagan estimaciones sobre lo que puede pasar en la ciudad y tomar las mejores decisiones para reconducir esos procesos o aprovecharlos.
Ya por último, la justicia ha archivado la cuarta causa a raíz de las denuncias del Partido Popular, ¿qué valoración haces de estas acciones judiciales del PP?
Ahora mismo tenemos cinco causas archivadas, todas ellas por prevaricación. Cuatro de esas causas fueron iniciadas por el Partido Popular, un partido que nunca se preocupó por mejorar la situación de Cultura Festiva y que ha supuesto una gran pérdida de recursos, además del desgaste emocional, político y psicológico. Y ya no solo para mí, sino también para otros compañeros trabajadores públicos que se han visto cuestionados. Yo creo que después de cinco archivos, el Partido Popular tendría que reflexionar sobre cómo no se debe utilizar la política para embarrar el trabajo otros.