"FGV tiene que cumplir la ley y adecuar los trenes de Metrovalencia; no limitarse a cuatro bicicletas por convoy"

València en Bici recuerda que "la ley valenciana establece que el transporte interurbano debe tener un 20% de plazas para bicicletas respecto a las plazas con asiento"

Guardar

Usuarios con bicicletas en una estación de Metrovalencia
Usuarios con bicicletas en una estación de Metrovalencia

Después de las múltiples quejas presentadas por València en Bici-Acció Ecologista Agró ante el Banco Europeo de Inversiones, el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible y diferentes oficinas de la Generalitat, Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) restableció el derecho de subir bicicletas convencionales a los trenes de Metrovalencia desde el 1 de octubre de 2025. Esta decisión supuso un alivio para muchas personas usuarias que habían visto truncado su derecho a combinar bicicleta y transporte público después de la prohibición que "la entidad había impuesto de manera unilateral el pasado junio".

A pesar de esta apariencia de victoria, las restricciones no desaparecen: FGV ha establecido límites estrictos sobre el número de bicicletas por convoy y ha mantenido prohibiciones en el tranvía, así como para bicicletas asistidas, lo que limita notablemente el uso efectivo de la combinación bici+metro, según alerta València en Bici-Acció Ecologista Agró. "Hemos vuelto a la situación anterior, pero las restricciones continúan y, de hecho, han aumentado", advierten desde la organización.

Las normas establecidas por FGV permiten solo cuatro bicicletas por convoy, y todas deben situarse en el último coche. Esta limitación, según València en Bici-Acció Ecologista Agró, hace que sea prácticamente inviable utilizar la combinación bici+metro para desplazamientos laborales o habituales, ya que el usuario nunca sabe con seguridad si podrá subir su bicicleta, aunque el tren vaya prácticamente vacío. Además, las bicicletas continúan prohibidas en determinados tramos subterráneos, con restricciones de días y horarios que antes no existían, y las usuarias deben viajar de pie junto a su bici, ya que se les niega el derecho a sentarse. La prohibición se extiende también a bicicletas asistidas, una medida criticada por València en Bici-Acció Ecologista Agró que defiende la movilidad sostenible e intermodal en la ciudad.

Interior de un tren de Metrovalencia. Foto de Xisco Navarro
Interior de un tren de Metrovalencia. Foto de Xisco Navarro

Además, a partir del 1 de octubre, el personal de FGV puede restringir aún más el número de bicicletas en momentos de gran afluencia de pasajeros, sin que se establezcan mecanismos de flexibilización en horas de menor demanda. Todo esto, según València en Bici-Acció Ecologista Agró, evidencia que FGV no ha restituido todos los derechos de los que antes disfrutaban las usuarias, y que estas nuevas restricciones podrían impedir que muchas personas utilicen la combinación bici+tren para desplazarse al trabajo, a estudiar o a comprar. "Se privará a muchas familias y amistades que viven en la ciudad de realizar salidas de ocio con bicicleta durante los fines de semana o festivos", añaden.

¿Cuál es el impacto real de las restricciones sobre los desplazamientos urbanos?

Jaume Portet, miembro de València en Bici-Acció Ecologista Agró, subraya, en una entrevista a València Extra, que antes de hablar de restricciones hay que analizar cuánta gente sería potencial usuaria de la combinación bici-metro para desplazamientos laborales, estudiantiles o comerciales. "Metrovalencia dice que pueden ir cuatro bicicletas por convoy. Esta cifra no responde a las necesidades reales de los usuarios. Además, los trenes no están bien comunicados y el transporte público no es de puerta a puerta, sino de estación a estación. Por eso, la combinación de bici y metro, o en general del transporte público, es la mejor opción".

Portet cita el ejemplo de Holanda, donde el 50% de los desplazamientos en ferrocarril comienzan o terminan en bicicleta, demostrando que no se trata solo de permitir subir bicicletas al tren, sino de garantizar alternativas razonables y funcionales. Las limitaciones actuales, según Portet, convierten el servicio público en insuficiente y más cercano a una "cuestión publicitaria" que a una respuesta real a las necesidades de la ciudadanía. "Si hay solo 4 o 6 plazas por bicicleta, muchos usuarios quedan fuera", puntualiza.

Portet también alerta de que no se puede pedir a los usuarios que estén pendientes de manuales o letras sobre el uso de bicicletas en el metro; cuando necesitan coger el tren, lo hacen como cualquier otro viajero. El problema, afirma, no es la normativa en sí, sino "la incapacidad del servicio para garantizar que los ciudadanos se desplacen con facilidad".

Estación de Metrovalencia de Paiporta.
Estación de Metrovalencia de Paiporta.

"Aunque ha aumentado el número de ciclistas, no está sustituyendo el transporte privado, y el transporte público no ha facilitado realmente la combinación bici-metro. El potencial de uso de la bicicleta es de un 30% de los desplazamientos, muy lejos de lo que podría ser. Las restricciones del metro limitan este potencial e impiden que la bicicleta sea una alternativa efectiva para distancias superiores a 5 km".

De esta manera, desde València en Bici-Acció Ecologista Agró lo tienen claro: "la ley valenciana de 2011 establece que el transporte interurbano debe tener un 20% de plazas para bicicletas respecto a las plazas con asiento. Esta normativa nunca se ha cumplido, y volver a la anterior situación no solucionaría nada. Es necesario que las empresas públicas cumplan la ley y adecúen las unidades para garantizar un servicio de calidad. La normativa europea también exige que las bicicletas del viajero tengan fácil acceso, principio que se debe aplicar correctamente y no limitarse a cuatro bicicletas por convoy".

Así es la normativa de Metrovalencia desde el 1 de octubre

La nueva normativa establece diferencias importantes entre bicis plegables y clásicas. Las bicicletas plegables podrán circular por toda la red de metro y tranvía todos los días de la semana, sin limitación por vagón, siempre que se transporten plegadas dentro de los trenes y durante el tránsito por las estaciones.

En cambio, las bicicletas clásicas podrán acceder únicamente a los tramos en superficie, con un máximo de cuatro por vagón. Asimismo, no se permitirá su ingreso a los túneles ni a las líneas tranviarias, lo cual obliga a los ciclistas a bajar en la última estación antes de que el convoy entre en un tramo subterráneo.

Los vehículos de movilidad personal eléctricos, como patinetes, seguirán prohibidos, aunque las bicicletas eléctricas sí podrán viajar bajo las mismas condiciones que las clásicas. Además, FGV mantiene ciertas restricciones especiales durante eventos de gran afluencia, como las Fallas, para garantizar la seguridad de todos los pasajeros.

FGV ha especificado que las bicicletas deben ubicarse siempre en el último coche del tren. Los propietarios deberán permanecer a su lado durante el viaje y no podrán obstaculizar las puertas de acceso ni las cabinas de conducción. 

València en Bici-Acció Ecologista Agró insiste en que, a pesar del restablecimiento formal del derecho a viajar en bicicleta, estas medidas siguen limitando gravemente el uso de la combinación bici+tren y no garantizan un transporte público realmente sostenible, cómodo ni accesible para todas las personas.

Archivado en:

Destacados