A partir del próximo 1 de octubre, Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) permitirá de nuevo el acceso de bicicletas a Metrovalencia. Y es que hace casi un año, la compañía ferroviaria decidió restringir por completo la entrada de estos vehículos debido a las consecuencias de la DANA que afectó gravemente a la red el octubre pasado. No obstante, esta medida cambiará en tan solo dos días.
Cabe destacar que la nueva normativa establece diferencias importantes entre bics plegables y clásicas. Las bicicletas plegables podrán circular por toda la red de metro y tranvía todos los días de la semana, sin limitación por vagón, siempre que se transporten plegadas dentro de los trenes y durante el tránsito por las estaciones.
En cambio, las bicicletas clásicas podrán acceder únicamente a los tramos en superficie, con un máximo de cuatro por vagón. Asimismo, no se permitirá su ingreso en los túneles ni en las líneas tranviarias, lo que obliga a los ciclistas a bajarse en la última estación antes de que el convoy entre en un tramo subterráneo.
Los vehículos de movilidad personal eléctricos, como patinetes, continuarán prohibidos, aunque las bicicletas eléctricas sí podrán viajar bajo las mismas condiciones que las clásicas. Además, FGV mantiene ciertas restricciones especiales durante eventos de gran afluencia, como las Fallas, para garantizar la seguridad de todos los pasajeros.

Para asegurar la comodidad y la seguridad de los viajeros, FGV ha especificado que las bicicletas deben ubicarse siempre en el último coche del tren. Los propietarios deberán permanecer junto a ellas durante el viaje y no podrán obstaculizar las puertas de acceso ni las cabinas de conducción. Estas medidas buscan evitar situaciones de riesgo y mejorar la experiencia de transporte, especialmente en horas punta.
Un contexto marcado por averías y retrasos
Esta medida se produce en un momento en que Metrovalencia ha experimentado un aumento notable de averías y retrasos. Según fuentes consultadas por medios locales, el colapso recurrente del servicio se debe a la antigüedad de la infraestructura. Las líneas más antiguas, como la L1 o la L2, operan con trenes y sistemas de señalización que en muchos casos superan los 30 años de servicio.
El mantenimiento insuficiente ha agravado la situación. En lugar de realizar revisiones preventivas que permita anticipar fallos, muchas actuaciones se realizan de manera reactiva, después de que se produzca la incidencia. La externalización parcial de los servicios técnicos ha complicado aún más la capacidad de respuesta frente a averías simultáneas.
A esto se suma un aumento de la demanda. La gratuidad de los abonos para afectados por la DABA y las ayudas al transporte han incrementado en un 12% el número de viajeros en lo que va de año, según datos de FGV. Este crecimiento ejerce una presión adicional sobre una red que ya presenta limitaciones, aumentando la probabilidad de fallos especialmente en momentos de máxima afluencia.
Entre las incidencias más destacadas de septiembre se incluyen la suspensión total de la Línea 2 entre València Sud y Torrent Avinguda durante la semana del 16 al 20 de septiembre, averías de trenes en Paiporta que afectaron múltiples recorridos el 22 de septiembre, fallos de señalización en Empalme con impacto en las líneas 4 y 6 el 9 de septiembre y cortes de tensión eléctrica en Àngel Guimerà el 4 de septiembre.
Para paliar estas deficiencias, Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana ha presentado un plan de modernización de la red. Este incluye la incorporación de 31 nuevos trenes eléctricos antes de 2027, la renovación integral de las estaciones más antiguas, la mejora de los sistemas de señalización en las líneas clave y el refuerzo del personal técnico. También, se revisarán los contratos de mantenimiento para garantizar una mayor eficiencia y rapidez en la respuesta ante incidencias.
No obstante, muchos usuarios consideran que estas mejoras llegan tarde. Las redes sociales se han llenado de críticas por la falta de puntualidad, la ausencia de información en tiempo real y la mala gestión de las incidencias. La sensación general es que, aunque los planes son ambiciosos, aún queda un largo camino para que Metrovalencia funcione con la fiabilidad que exigen sus usuarios diarios.
¿Pueden subir bicis a la EMT?
El pasado octubre, la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de Valencia modificó el reglamento del servicio para prohibir los patinetes eléctricos, tras las alertas sobre explosiones de baterías, pero no dijo nada al respecto de las bicicletas. De momento, el proceso se mantiene paralizado desde la DANA, por lo que aún no hay cambios efectivos en los autobuses, así que las bicis pueden continuar accediendo con normalidad.
La vuelta del acceso de bicicletas a Metrovalencia supone un alivio para los ciclistas, especialmente los usuarios de bicicletas plegables, que ahora podrán moverse con libertad por toda la red. Sin embargo, las limitaciones en tramos subterráneos y la situación de averías recurrentes hace que la experiencia de los usuarios siga dependiendo tanto de la normativa como de la capacidad de FGV para mantener y modernizar la red.