Actualmente, los distintos pueblos y pedanías de la ciudad de València se encuentran conectados entre sí y con la ciudad de forma poco sostenible. Durante años estos pueblos han visto como han priorizado las necesidades de la capital en detrimento de las propias, dejándolos sin proyectos, planes o infraestructuras para la mejora de las pedanías. Además, están viviendo en un contexto muy desfavorable, donde la población envejece, disminuye la actividad económica, y ven como sus pueblos son poco a poco abandonados.
Joan Ribó, alcalde de València, cree que es necesario este estudio para poder conocer la ruta a seguir y hacerlos más habitables y más integrados en la ciudad de València. “Queremos articularlos dentro del contexto metropolitano y prepararlos para afrontar muchos de los retos que tenemos en estos momentos”, afirmaba el alcalde.
L’Horta, territorio de pueblos
La huerta de València es una de las 6 últimas huertas mediterráneas históricas de Europa, y todas ellas corren un gran riesgo de desaparición. La urbanización desmedida y el crecimiento de las ciudades y pueblos de la zona metropolitana ha ido ocupando los terrenos naturales de la huerta, dejando a la huerta valenciana confinada en suelo urbano de la ciudad, entre vías de tren, carreteras y los pueblos del arco metropolitano.
Esta expansión ha supuesto una nueva forma de entender el espacio, como una zona metropolitana, en la que los pueblos y pedanías de la ciudad de València son pieza clave para poder entender esta identidad metropolitana.
A pesar de ello, el estudio se ha realizado en dos fases para poder establecer a la perfección las necesidades de las dos zonas en las que se pueden dividir los pueblos de València. Por un lado el territorio norte, con Massarojos, Benimamet, Beniferri, Poble Nou, Borbotó, Carpesa, Benifaraig y Cases de Bàrcenas; y por otro el territorio sud que comprende La Torre – Faitanar, Forn d’Alcedo, Castellar – l’Oliveral, la Punta, Pinedo, el Saler, el Palmar y Perellonet.
Esta división se ha realizado con la finalidad de conocer, mediante un análisis y un diagnóstico de los pueblos, las distintas estrategias de resolución de conflictos y líneas de actuación para futuros proyectos; así como de ayuda para los distintos planes que se llevan a cabo actualmente.
Territorio Norte
El territorio norte está sometido a una gran presión metropolitana debido a su contexto geográfico. De los principales riesgos a los que se enfrenta esta zona son el confinamiento por el crecimiento de los pueblos de su alrededor, la fragmentación, la comunicación entre ellos y las inundaciones. Para poder superar estos retos, el ayuntamiento de València ha planteado varias propuestas a través de una infraestructura verde.
Para poder articular el territorio, se propone la creación de un anillo verde para conectar Benifaraig, Carpesa, Borbotó y Poble Nou. Con ello se ofrecerá una vía verde para que aumentar la seguridad, con amplias aceras para bicis y peatones, y así reducir el uso del coche del cual actualmente son tan dependientes.
Además, para la mejor relación entre la huerta y la ciudad, se plantea una permeabilización de la Ronda Norte, con una gran masa de árboles que permita la transición sana y sostenible entre la huerta y València. Este espacio recogería muchos usos, como huertos urbanos, y satisfará las necesidades de zonas verdes de los habitantes de la ciudad y reduciría la presión sobre la huerta.
Benimàmet es otro de los centros urbanos de València que se ha desconectado de sus distritos adyacentes como Beniferri o la Huerta de Campanar debido a la construcción de la CV-30. Es por ello que desde el ayuntamiento se propone crear una infraestructura verde sobre este acceso a la ciudad, que permita la comunicación directa entre estas zonas sin ningún tipo de barrera.
Territorio sur
El territorio sur se caracteriza por ser una gran infraestructura hidráulica que ha desconectado a los pueblos del sur con València y ha sido origen de los conflictos que se han producido en la zona.
La Punta es el territorio más al norte de este territorio, y conecta directamente con el principal núcleo urbano de la ciudad de València. A pesar de ello, está totalmente confinada por las grandes infraestructuras de servicios de la ciudad como Mercavalència o la EDAR de Pinedo. El ayuntamiento propone una conexión entre la Punta y el antiguo cauce del río Turia, además de con el litoral norte aprovechando la PAI del Grao.
El Camino al Mar ya existía en el territorio sur, pero ha quedado fragmentado por las distintas infraestructuras. Este nuevo camino propuesto recorrerá todos los pueblos del frente fluvial hasta el mar, discurriendo por elementos patrimoniales y culturales.
Además, se propone la creación de una infraestructura verde tanto entre Pinedo y el Saler; así como entre El Palmar y El Perellonet, con la finalidad de crear un sistema de regeneración de la zona y restauración paisajística.