La vicealcaldesa de València y portavoz socialista en el Ayuntamiento, Sandra Gómez, ha definido como “prioritaria e incuestionable” la reforma de la avenida Ausiàs March de València, un proyecto que, sin duda, sigue la línea de recuperación del espacio público con el objetivo de crear un modelo de ciudad más verde y segura que “se extienda por todos los barrios de València”. “No creo en el modelo de ciudad a dos velocidades. Para nosotros es prioritario que todos los vecinos y vecinas cuenten con los mismos recursos e inversiones”, subrayaba, ayer, durante un desayuno informativo.
Y es que poniendo de ejemplo la peatonalización de la plaza del Ayuntamiento, en la que se avanzó rápidamente mediante una actuación de urbanismo táctico, Gómez ha abogado por aplicar la misma técnica en todas las zonas de la ciudad. “No se puede decir a los vecinos de Ausiàs March y Pérez Galdós que esperen porque son tan importantes como los del centro histórico”.
La actuación recuperaría 37.000 m² de espacio para peatones
El nuevo proyecto de renaturalización y transformación de Ausiàs March en una avenida de preeminencia peatonal contempla convertir esta vía en un bulevar paisajístico y ambiental vinculado al Parque Central, y conectando las grandes vías en los barrios del sudeste. Una actuación que, una vez finalizada, dotará a los barrios de Malilla, en Corts y Na Rovella de nuevos espacios públicos y zonas verdes, además de dinamizar la actividad comercial de la zona al crear grandes itinerarios peatonales, plazas y corredores verdes.
En total, se recuperarían 37.000 m² de espacio para peatones que, junto con el actual, forman un total de 54.500 m². Así, la actuación, promovida desde el área de Urbanismo, consiste en la ampliación de espacio para peatones y para movilidad activa y sostenible; implantación de vegetación para formar espacio verde que da más calidad ambiental; e implantación de usos ciudadanos a lo largo del eje: carril bici, espacios de plaza y encuentro, zonas biosaludables, zonas de juego, instalaciones deportivas pequeñas y microreservas de biodiversidad.
Esto supondría la reducción de la planta viaria a seis carriles – tres por sentido – y es precisamente ese punto lo que ha “enfrentado” a los dos socios del gobierno municipal.
Ribó aboga por esperar al Plan de Movilidad Metropolitana
La polémica sobre la reforma de la avenida Ausiàs March saltaba cuando, después de la presentación del proyecto a cargo del concejal Borja Sanjuán en representación de Sandra Gómez, el alcalde Joan Ribó condicionaba la ejecución de esta actuación al dictamen del Plan de Movilidad Metropolitana de València, que se presentará en breve.
Al respecto, Ribó se mostró partidario de la renaturalización, pero en lo que se refiere a la reducción de la planta viaria, el alcalde pedía esperar hasta conocer las intensidades medias diarias de tráfico que se prevén, así como qué tipo de transporte público se pondrá: “en estos momentos no sabemos si con dos carriles será suficiente o si se podría arreglar con uno. Hablar de eso cuando es una entrada a València no es posible hacerlo desde el Ayuntamiento, eso lo debe hacer la Autoridad Metropolitana de Transporte”.
Por su parte, el concejal de Hacienda, Borja Sanjuán, tras escuchar las declaraciones del alcalde, replicaba que “no se puede transmitir la idea de que se acaba la valentía cuando se sale del centro”, y defendía un proyecto que “está en consonancia con lo que promueve la Conselleria de Movilidad. En el PSPV estamos coordinados”.
Ahora, la vicealcaldesa Sandra Gómez, una vez reincorporada a la actividad municipal, ha vuelto a apoyar una actuación que ha considerado “prioritaria para impulsar un modelo de ciudad que es incuestionable para los dos partidos que conforman el ejecutivo local y que cuenta con un consenso social”.