Los agricultores denuncian que el campo valenciano sigue abandonado un año después de la riada

Desde AVA-ASAJA denuncian que aún queda un 40% de explotaciones, empresas e infraestructuras pendientes de estar operativas

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Restos de la DANA en un campo de arrozales - Foto: Rober Solsona - Europa Press
Restos de la DANA en un campo de arrozales - Foto: Rober Solsona - Europa Press

Un año después de la riada, los campos valencianos siguen sufriendo los estragos que dejó la DANA del 29 de octubre. Según LA UNIÓ Llauradora i Ramadera, las pérdidas de capacidad productiva superan las 214.200 toneladas de cultivos, valoradas en 103,6 millones de euros, que afectan principalmente a los cítricos, caquis, viñedos, olivos, frutos secos, hortalizas y viveros ornamentales.

A pesar de la magnitud de estas cifras, el Consell ha eliminado recientemente una partida de 26,7 millones de euros que estaba destinada a la recuperación de la capacidad productiva en explotaciones afectadas por la DANA, redirigiéndola a otros fines. Según LA UNIÓ, esta decisión “incumple el mandato de Les Corts” y supone un desprecio hacia el sector. La organización califica el hecho de “indignante” y reclama que en los presupuestos de 2026 se incremente la dotación hasta los 35 millones de euros, además de activar ya la tramitación de las ayudas.

El secretario general de LA UNIÓ, Carles Peris, subraya que “ha faltado una respuesta más ágil y coordinada por parte de la Administración autonómica y estatal”. Muchos agricultores, dice, “han tenido que afrontar con recursos propios la reposición de cultivos y maquinaria”, y la lentitud de las ayudas ha agravado la situación. La organización alerta también de que un 6% de las parcelas afectadas se encuentran todavía en una situación administrativa compleja después de que el Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) las haya incorporado al Dominio Público Hidráulico (DPH) sin establecer compensaciones económicas ni garantías sobre los derechos de la PAC o de riego.

Desde AVA-ASAJA, la valoración es similar. “Una fecha que nunca olvidaremos”, resume su presidente, Cristóbal Aguado, que reconoce que “ahora que se cumple un año de la trágica DANA, es momento de hacer balance”. Según las estimaciones de la organización, se ha reconstruido el 60% del sector agrario, pero aún queda un 40% de explotaciones, empresas e infraestructuras pendientes de recuperar el estado previo al temporal.

Aguado reconoce “el esfuerzo del Ministerio y de la Conselleria de Agricultura” y valora positivamente las ayudas aprobadas para aliviar las pérdidas, pero también señala numerosos problemas: “Hemos trasladado al ministro Luis Planas los retrasos y las deficiencias en la reconstrucción, pero lo que más nos preocupa es la gestión del Miteco.”

“Es lamentable estar aguantando este tipo de daños importantísimos. Será un proceso muy largo de arreglar y los campos se están dejando en último lugar. Con la llegada de Tragsa pueden pasar años hasta que los agricultores puedan retomar la normalidad de sus tierras”, insiste el presidente de AVA-ASAJA.

La organización denuncia que la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) “está exigiendo proyectos de obra a los agricultores” para poder permitir el acceso de las máquinas de Tragsa a los campos afectados, mientras más de 300 hectáreas pasarán a Dominio Público Hidráulico (DPH) sin ninguna compensación. Además, critica que el Miteco “sigue sin ejecutar las infraestructuras hidráulicas necesarias” para evitar futuros desastres.

Mejora de las infraestructuras

Los técnicos alertan de que el futuro presenta más retos. La Asociación de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de España advierte de que una de cada tres presas estatales necesita refuerzos estructurales urgentes, entre ellas la de Forata, que durante la DANA estuvo al límite del colapso. Un posible fallo estructural, según los expertos, habría podido liberar hasta 20.000 m³ por segundo y causar la muerte de hasta 20.000 personas.

“Es hora de que el Miteco abandone las filosofías equivocadas del ecologismo radical y escuche a los verdaderos expertos en materia hidráulica”, afirma Aguado. En este sentido, reclama una modernización urgente de las infraestructuras existentes y la construcción de nuevas presas, diques, conexiones de cuencas y autopistas del agua para minimizar los daños humanos, materiales y ambientales. “No podemos esperar de brazos cruzados a la próxima DANA sin estar preparados”, advierte.

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