La falta de vivienda asequible sigue afectando a miles de valencianos. Frente a esta situación, la Generalitat Valenciana impulsa, desde hace meses, el Plan VIVE, una estrategia integral que combina la construcción de pisos de protección oficial medidas fiscales y planificación territorial, con el objetivo de garantizar que más personas puedan acceder a un hogar digno en toda la autonomía.
Aunque ha pasado ya un año desde la DANA que asoló el territorio valenciano, sus efectos sobre la vivienda continúan. En una entrevista con València Extra, la vicepresidenta primera del Consell y consellera de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda, Susana Camarero, explicó que la Generalitat ha mantenido un plan de emergencia prolongado, que incluye la habilitación de viviendas sociales para realojar a familias afectadas y recursos habitacionales de inclusión para personas vulnerables. Además, se han mantenido ayudas al alquiler de hasta 800 euros mensuales para quienes necesitan rehabilitar su vivienda o encontrar alternativas temporales.
Construcción y colaboración público-privada
Más allá de las medidas de emergencia, el Plan VIVE busca consolidar un modelo sostenible de vivienda pública. Actualmente, más de 4.000 pisos de protección oficial están en construcción o licitación, de los cuales 627 corresponden a promociones directas de la Generalitat y más de 3.000 se desarrollan mediante colaboración público-privada.
Y es que enuevo decreto de Vivienda de Protección Pública (VPP) ha impulsado la participación del sector privado. Desde su aprobación a finales de diciembre hasta mayo, se han registrado 698 solicitudes de calificación provisional de VPP, triplicando las cifras del mismo periodo del año anterior.
La Generalitat también ha movilizado suelo público para nuevas promociones. Como ejemplo, la Ley 2/2025 de medidas urbanísticas tras la DANA ha permitido iniciar la licitación de 70 viviendas industrializadas en Albal y Torrent. En adición, a estas cifras se les debe sumar alrededor de 1.000 inmuebles que se activarán antes de finalizar el año, beneficiando a unos 15.000 valencianos.
Estrategias a largo plazo
Como respuesta a medio y largo plazo, el Consell puso en marcha el Plan VIVE DANA, dotado con 25 millones de euros procedentes de fondos propios y europeos, que permitirá la construcción industrializada de unas 250 viviendas de inicio. Este plan integra innovación tecnológica y formación profesional en el sector de la construcción, con el objetivo de reducir la vulnerabilidad habitacional y garantizar que las familias puedan regresar a sus hogares en condiciones dignas.
Camarero subraya que garantizar el acceso a la vivienda requiere un “enfoque integral y sostenido en el tiempo”. Por ello, el Plan VIVE combina la ampliación del parque público, la rehabilitación de inmuebles existentes y la promoción de políticas de suelo que faciliten la construcción de viviendas asequibles. La colaboración público-privada es clave para ampliar el parque habitacional y agilizar la entrega de pisos a las familias, mientras se refuerzan los mecanismos de protección a colectivos vulnerables y los programas de ayuda al alquiler.
Las iniciativas del Ejecutivo autonḱmico también incluyen medidas fiscales para apoyar la adquisición de vivienda, especialmente a jóvenes y familias vulnerables, dos de los colectivos que mayores obstáculos presentan a la hora de acceder a un hogar. Entre ellas destaca la reducción del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP), que ha beneficiado a más de 28.500 personas con un ahorro total de 38,3 millones de euros, y el aumento de avales para facilitar el acceso a la compra.