El auge de los patinetes eléctricos ha transformado la movilidad urbana en España. Lo que hace apenas unos años era una novedad o una moda pasajera, hoy se ha convertido en un medio de transporte cotidiano para desplazamientos cortos, especialmente en grandes ciudades, como es el caso de Valencia.
Sin embargo, el crecimiento exponencial de estos vehículos ha dejado al descubierto problemas que hasta ahora no estaban regulados de manera uniforme: accidentes con peatones, usuarios sin seguro, circulación por zonas indebidas y, en general, la falta de un marco legal que garantice la seguridad. A partir de 2026, la situación cambiará, ya que el Gobierno aprobará una nueva normativa que afectará a todos los vehículos de movilidad personal y entrará en vigor con la entrada del nuevo año.
Registro y seguro obligatorios
Una de las novedades más importantes será la obligación de registrar todos los patinetes eléctricos en un sistema nacional. Este registro permitirá asociar cada vehículo a su propietario, facilitando la gestión en caso de robo, accidente o infracción. Es por ello que es importante mantener el registro actualizado, sobre todo en situaciones de cambio de propietario.
Para obtener la inscripción, será necesario verificar que el patinete cumpla con los requisitos técnicos establecidos, tras lo cual se le asignará un número de identificación que deberá colocarse de forma visible. Los vehículos que no estén registrados podrán ser retirados de la vía pública y sus propietarios enfrentarse a sanciones económicas significativas.
Otro cambio importante afecta al seguro. Hasta ahora, llevar una póliza era algo recomendable pero no obligatorio. A partir de 2026, todos los usuarios de patinetes eléctricos deberán contar con un seguro de responsabilidad civil que cubra daños a terceros. Esta medida pretende proteger tanto a peatones como a otros vehículos y garantizar que los responsables de un accidente puedan responder de manera adecuada. De hecho, las aseguradoras ya están desarrollando pólizas específicas para VMP, similares a un seguro básico de coche o moto.
Sanciones más estrictas: así cambian las multas
El régimen sancionador también se ha endurecido y se ha homogeneizado en todo el país. Entre las principales infracciones se incluyen circular sin registro o seguro, superar la velocidad máxima permitida, desplazarse por vías prohibidas y conducir bajo la influencia de estupefacientes. Las multas pueden variar desde 100 hasta más de 1.000 euros, dependiendo de la gravedad de la infracción.

Los últimos controles realizados por la Policía Local muestran que las faltas más habituales incluyen el uso de auriculares mientras se conduce, no llevar casco en los VMP de tipo B y circular por la acera. También, se han detectado casos de vehículos con características técnicas no permitidas, usuarios que hablan por teléfono mientras conducen, personas que llevan a más de un pasajero, saltarse semáforos, conducir de manera temeraria y menores de 16 años al volante de un patinete. Las cuantías son las siguientes:
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Conducir sin registro: multas superiores a 500 euros y posible inmovilización del patinete.
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Circular sin seguro obligatorio: de 200 a 500 euros, según la gravedad y el municipio.
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Superar los 25 kilómetros por hora: sanciones de 100 a 300 euros.
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Circular por aceras o zonas peatonales: hasta 600 euros.
- Conducir bajo los efectos del alcohol o drogas: más de 1.000 euros.
Dónde y cómo circular
En ciudades como Valencia, la normativa establece que está prohibido circular por aceras y zonas peatonales, salvo excepciones, como aceras bici compartidas de más de tres metros de ancho. No se permite transitar por túneles urbanos que carezcan de carril bici habilitado.
Las vías más seguras y legales son los carriles bici y las calles de plataforma única con límite de velocidad de 30 km/h. En carriles bici que discurren por aceras o zonas peatonales, la velocidad máxima será de 10 km/h; en los carriles bici en calzada, se podrá alcanzar hasta 30 km/h.
Por otra parte, el casco será obligatorio para todos los usuarios, y no usarlo supondrá una sanción de 200 euros. Además, solo podrán conducir patinetes personas mayores de 16 años; si un menor lo utiliza, la responsabilidad recaerá sobre los padres o tutores legales, quienes deberán asumir la multa.
En esencia, con la entrada en vigor de estas medidas, 2026 marcará un punto de inflexión en la movilidad urbana. El objetivo es garantizar que peatones, ciclistas y usuarios de patinetes puedan convivir de manera segura. La normativa establece obligaciones claras y un marco homogéneo que permitirá reducir los accidentes y mejorar la convivencia en la ciudad, ofreciendo a los usuarios una guía sobre cómo moverse de manera responsable. Con estas medidas, se busca que los patinetes eléctricos dejen de suponer un “problema” para convertirse en una alternativa fiable y segura de transporte urbano.