Anaïs Darder, conocida en redes como Mamá de Plutón, ha trabajado en ayuda humanitaria de emergencia durante los últimos 20 años, siempre comprometida con los derechos de los niños, su supervivencia básica y su salud emocional que es “la gran olvidada”. Ahora, y pese a que nunca imaginó que tendría que desarrollar su trabajo en su tierra, Mamá de Plutón organiza escapadas y planes de ocio en familia para ayudar a las personas afectadas por la DANA a desconectar y “crear recuerdos nuevos juntos”.
Para ello, son esenciales las aportaciones de empresas e instituciones que quieren colaborar: “no solicito ayuda económica, sino aportaciones en forma de logística u ofertas de ocio que ayuden en este proyecto”. Por el momento, más de 1.000 personas ya han salido de su entorno marrón, y se espera que esta cifra siga creciendo. De todo esto hablamos, hoy, con Mamá de Plutón.
¿Cómo surgió la iniciativa y en qué consiste?
En realidad todo comienza porque mi propia experiencia personal y laboral está muy relacionada. Pese a que ahora mismo soy conocida en redes como Mamá de Plutón, y me dedico al asesoramiento de familias en crianza respetuosa, llegué hasta eso porque he estado 20 años dedicándome a la Cooperación Internacional de Emergencia, centrándome, obviamente, y de forma inmediata en la integridad de los niños, su supervivencia más básica, pero también de su salud emocional. He estado trabajando con niños en todas las catástrofes que recuerdes de los últimos años, gestionando un orfanato en Tailandia tras el tsunami, otro en Perú durante dos años tras el terremoto de Ica, terremoto de Haití o más recientemente, el terremoto de Marruecos y la guerra de Ucrania. Siempre trabajando en el terreno con los niños y por su salud física y emocional. Y jamás imaginé que tuviera que hacer lo que sé hacer y tantas veces he hecho, en casa. Así que, respondiendo a tu pregunta, eso surge porque conozco bien este tipo de catástrofes donde la salud emocional es la gran olvidada, y sé que es primordial para seguir adelante. Así que no dudé ni un instante lo que había que hacer: organizar salidas, escapadas, actividades, lejos del lodo y el polvo, para niños y sus familias. ¿Y por qué no solamente los niños? Pues porque, por un lado, considero que en este momento los niños han vivido una situación muy traumática con sus familias, eso les une, y separarles ahora sería mucho peor. Es importante introducir experiencias y recuerdos nuevos juntos, bonitos, potenciar esa conexión desde vivencias positivas. Por otro lado, los papás y las mamás también necesitan desconectar. Si sacamos a los niños a pasar el día fuera, y vuelven felices a un hogar donde los padres están crispados, agotados mentalmente, ese día no habrá servido de mucho. Esto es algo que necesitan las familias al completo y juntas. Así que, lo he puesto en marcha para ellos, juntos.
Y, ¿en qué consiste? En realidad es muy amplio porque abarca todo aquello que se me ocurre que puede ayudar a desconectar de la catástrofe, así que hemos hecho de todo, como pasar el día 360 personas en la Granja escuela Adai, o 550 en el parque de atracciones Polapark, incluso 140 un fin de semana completo en la Virgen de la Vega con un montón de actividades. Este fin de semana pasado nos fuimos 90 personas al Más del Capellá, otra granja escuela, a pasar el día, y otras 60 personas a pasar el día en un barco crucero de MSC.
¿Cómo se gestionan las salidas?
Las salidas las gestiono personalmente desde el principio hasta el final. Busco la solidaridad y colaboración de empresas de todo tipo, de ocio, etc. y la que desea colaborar, ofrece lo que puede, y ahí montamos el plan. En ocasiones, como el fin de semana pasado en Alcalá de la Selva, es un ayuntamiento (y toda su comunidad) la que se vuelca con este proyecto. ¿Sabes? En realidad son las personas. Cuando das con una persona que desea ayudar, siempre encuentra algo que ofrecer, por pequeño que parezca, que pueda cambiar el día a uno de los afectados. Y he tenido la gran fortuna de toparme con gente maravillosa dispuesta a colaborar con esta iniciativa. Es importante decir que no solicito ayuda económica para estas salidas, son aportaciones en forma de logística u ofertas de ocio, que ayuden en este proyecto que vela por la salud emocional de peques y mayores.
¿Se puede apuntar cualquier familia de la zona afectada o qué criterios se tienen en cuenta?
Lo cierto es que me encantaría poder abarcar a todos los afectados por la catástrofe, pero si algo he aprendido en 20 años trabajando en cooperación de Emergencia, es que donde caben 100, caben 120, pero no caben 1.000. Y tristemente, son cientos de miles los afectados, así que sería inviable poder pretender abarcar tanto. Por supuesto, estoy abierta a cualquier sugerencia u ofrecimiento de actividad, salida, etc. para poder abarcar a más gente, pero por el momento, me estoy centrando en la zona de Catarroja, y las actividades con muchas plazas, incluso se han abierto a Paiporta, Sedaví, etc. Siempre dirigido a familias con niños residentes y afectados por la DANA.

¿Qué balance haces?
El balance es maravilloso en muchos aspectos. Por un lado, es increíble la generosidad, solidaridad y cariño que están ofreciendo a este proyecto muchas empresas y ayuntamientos. Como te digo, son esas personas que hay detrás, las que están volcándose de un modo tan sincero, entregado y solidario, que me llena el corazón. La palabra “gracias”, se queda corta. De momento ya van más de 1000 personas las que han salido del barro con esta iniciativa, y tengo previsto, de momento, con los planes futuros, elevar esa cifra a más de 2000. Pero como digo, desde aquí hago un llamamiento a todo aquel que crea que tiene una actividad, espacio o propuesta que aportar, que no tiene más que contactarme por redes para contarme y darle forma. Así podrán ser muchos más. Sería especialmente de ayuda cualquier medio de transporte que se ofrezca, ya que muchas familias siguen sin vehículos, y está siendo muy complicado encontrar alguna que se sume a esta iniciativa.
Y tenemos por delante muchos planes chulos, alguna que otra granja escuela más, un concierto infantil especial para afectados por la DANA por parte del grupo musical Cuanticuánticos, que están de gira por España y se han prestado a hacernos un pase especial, maravillosos ellos; un espectáculo de magia, otro día en un crucero, y otras cosas que estoy cerrando en estos días, también pensando en los adolescentes.
¿Hasta cuándo tienes previsto mantener esta actuación?
Pues no sé qué decirte. Es obvio que esto me está suponiendo muchísimo tiempo y, de hecho, estoy dejando de lado mi propio trabajo para organizar todo esto. Así que, de momento, creo que cuando finalice enero. Pero, está claro que si me tientan con más propuestas interesantes que ofrecer a las familias, pues no podré resistirme.

¿De qué manera beneficia a los menores participar en estas salidas?
Esto está pensado para velar por la salud emocional de los niños. En mi trabajo diario con los talleres y sesiones privadas, ayudo a las familias a conectar, a aprender a relacionarse mejor, gestionar las situaciones complicadas en familia, cuidando las emociones. Ahora, más que nunca, es importante trabajar en la conexión de niños y familia. De velar por la salud emocional de todos para poder sobrellevar esta “nueva normalidad” lo mejor posible, y juntos. Para poder despejar la mente (y el cuerpo) de tanto barro, lodo, desgracia y polvo tóxico. No te puedes imaginar cómo cambia la gente desde el momento en que saben que se avecina un día diferente, divertido, sin pensar en seguros, roturas, pérdidas o desgracia. Un día de compartir con otras familias, de desconectar, de reír. Sus caras. En serio, eso es lo que, para mí, hace que el esfuerzo, las noches sin dormir organizando, etc., valgan la pena. Sus caras.
Por último, Mamá de Plutón ha aprovechado estas líneas para “agradecer a todos aquellos que han contribuido de algún modo a que estas familias tengan su día diferente, su momento para respirar. Gracias por confiar en mí. Nunca pensé que tuviera que hacer esto que tantas veces he hecho, pero esta vez en casa. Pero la gran diferencia que veo con las otras grandes catástrofes en el mundo es que tenemos una sociedad increíble en este país. Nunca antes, en 20 años de cooperación, había visto el aluvión de ayuda local, la fraternidad, el amor y entrega que he visto aquí. Así que, de nuevo, nunca imaginé tener que hacer esto aquí, pero qué orgullo siento de las personas que me rodean”.