Los últimos 150 asistentes del Medusa Festival que pernoctaban en el Polideportivo de Cullera (Valencia) tras el derrumbe del pasado sábado en el escenario principal y otros elementos del evento a causa de fuertes ráfagas de viento, han dejado ya las instalaciones y se han marchado en los autobuses que habían sido puestos a su disposición, según han informado a Europa Press fuentes municipales.
De esta forma, ya no queda nadie en las instalaciones que puso a su disposición el Ayuntamiento para evitar que durmieran en la calle, y en las que en la noche del sábado pernoctaron unas 400 personas y el domingo quedaban 150, que ya han vuelto a sus lugares de residencia, según estas fuentes. El Ayuntamiento, en colaboración con la organización del festival, les ha ofrecido durante estas horas agua y comida.
Los autobuses comenzaron a salir el mismo sábado y han seguido trabajando hasta este lunes. A las 18.00 horas de este domingo salieron vehículos dirección San Sebastián, Pamplona y Bilbao y a las 21.00 horas los que se dirigen hacia Badajoz, Mérida, Cáceres y Madrid. Este lunes, a las 8.00, tenían la hora de salida los autobuses con destino en A Coruña, Santiago de Compostela, Vigo, Lugo, Ourense, Zamora y Salamanca.
El derrumbe de parte del escenario del evento del Medusa causó la muerte de un joven de 22 años y atenciones a 40 personas, de las que cuatro permanecen ingresadas en hospitales de València y Alicante.