Conciliación laboral y familiar en verano: un desafío para miles de familias en la Comunitat Valenciana

El recorte estatal y la insuficiencia de las ayudas locales agravan los problemas de las familias para compaginar trabajo y cuidado de los hijos en vacaciones

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Imagen de una familia - Foto: GettyImages
Imagen de una familia - Foto: GettyImages

La llegada del verano y el consecuente inicio de las vacaciones escolares ponen en una situación complicada a miles de familias en la Comunitat Valenciana. Y es que la duda siempre es la misma: cómo hacer compatible el cuidado de los hijos con las responsabilidades laborales. Este año, la finalización de la actividad lectiva el próximo miércoles 18 de junio, justo a mitad de semana, ha obligado a varios núcleos familiares a hacer malabares para poder complementar el trabajo con la atención a los niños.

Según un reciente estudio elaborado por la Plataforma de Infancia, más de la mitad de las familias españolas recurre a los campamentos de verano como principal solución. Sin embargo, esta opción no está al alcance de todas las economías, ya que un 14% de los hogares no puede permitirse estas alternativas, lo que pone de manifiesto la existencia de una brecha importante en el acceso a recursos para la conciliación.

El abandono del Gobierno Central

La situación se agrava aún más si se tiene en cuenta que el Estado ha recortado una cuarta parte del presupuesto destinado a la financiación de las iniciativas de conciliación. Concretamente, esta bajada supone una reducción presupuestaria de 16,7 millones de euros en 2024 a 12,6 millones en 2025. En esencia, el Ministerio de Igualdad ha disminuido casi un 25% la cantidad ofrecida al Plan Corresponsables, proyecto orientado a garantizar la complementación familiar y laboral.

La secretaria autonómica de Igualdad y Diversidad, Asunción Quinzá, ha calificado el recorte de “grave retroceso” y de “decisión unilateral” que podría dejar sin cobertura a miles de familias en la Comunitat Valenciana.

En Valencia, el Ayuntamiento ha aprobado una subvención de 88.000 euros para apoyar la organización de escuelas de verano en los tres colegios municipales de la ciudad. Concretamente, la Asociación de Familias del Colegio Municipal Benimaclet y la Asociación de Padres del Alumnado del Colegio Municipal Santiago Grisolía recibirán 33.000 euros cada una, mientras que la Asociación de Padres del Colegio Fernando de los Ríos contará con 22.000 euros. Estas ayudas permitirán desarrollar actividades educativas, recreativas y de ocio durante las vacaciones.

El portavoz del gobierno municipal, Juan Carlos Caballero, explica que el objetivo es que "en época estival, estos centros puedan seguir desarrollando actividades que combinen la participación de las AMPAS y de los padres en la educación de sus hijos.

Medidas en las empresas

En el ámbito laboral, los datos reflejan la necesidad de avanzar mucho más en las políticas de conciliación. Según un estudio de Protime, el 74,2% de los empleados considera que las opciones de conciliación que ofrece su empresa son insuficientes o claramente mejorables. De hecho, el 42,5% de los trabajadores en España asegura que dejaría su empleo si no cuenta con políticas efectivas de conciliación familiar en su compañía.

Algunas empresas empiezan a implementar soluciones: desde horarios más flexibles y jornadas intensivas en verano, hasta acuerdos con entidades que organizan campamentos o actividades infantiles. Sin embargo, estos casos aún son la excepción y no la norma. Queda claro, por tanto, que es imprescindible avanzar hacia un modelo en el que la conciliación no dependa de la buena voluntad de las empresas, sino que esté amparada por normativas claras y suficientes.

Las asociaciones de madres y padres del alumnado (AMPAS) también insisten en la necesidad de reforzar el papel de la comunidad educativa durante los periodos no lectivos. Según destacan, las escuelas de verano no solo permiten conciliar, sino que además contribuyen al desarrollo emocional y social de los niños.

El desafío de la desconexión digital

A esto se suma el reto de la desconexión digital. La hiperconectividad, potenciada por el trabajo híbrido y la tecnología, ha borrado las líneas entre lo laboral y lo personal. Aunque el derecho a la desconexión está reconocido legalmente, solo el 38% de los empleados afirma que se respeta plenamente en su empresa, según Protime. En verano, esta carencia es aún más grave, ya que las expectativas de descanso y las necesidades de conciliación aumentan mientras disminuyen recursos externos como los servicios escolares.

La falta de conciliación no es solo un problema logístico o económico: también tiene consecuencias en la salud mental de los progenitores. La sobrecarga que supone intentar compaginar trabajo, crianza y tareas domésticas durante el verano incrementa los niveles de estrés y ansiedad.

Más allá de medidas puntuales o subvenciones aisladas, expertos en conciliación subrayan que el verdadero desafío está en construir una cultura laboral basada en la confianza mutua y la responsabilidad compartida. Para que la flexibilidad, la conciliación y el respeto al tiempo personal sean efectivos, es imprescindible acompañarlos de políticas internas claras, formación específica para directivos y herramientas tecnológicas que faciliten su cumplimiento.

El verano de 2025 en Valencia vuelve a poner sobre la mesa un debate esencial: cómo lograr una conciliación real y efectiva que garantice el bienestar de las familias sin comprometer el desarrollo profesional. En definitiva, la provincia encara el verano con importantes retos. No obstante, la combinación de iniciativas locales, como las escuelas de verano subvencionadas, y la exigencia de unas políticas estatales estables y suficientes, serán determinantes para que las familias puedan disfrutar del tiempo en familia.

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