En la Comunitat Valenciana, tener trabajo ya no es sinónimo de estabilidad económica. Así lo refleja un reciente estudio elaborado por la organización Save the Children, que alerta de una situación alarmante: el 21,9% de los hogares con hijos o hijas a cargo en el territorio valenciano se encuentra en situación de pobreza laboral, es decir, no consigue cubrir sus necesidades básicas a pesar de que al menos uno de sus miembros está empleado. Este porcentaje coloca a la región como la cuarta autonomía con mayor incidencia de pobreza laboral en familias con menores.
El estudio, titulado “Cuentas que no salen. Radiografía de la pobreza laboral en los hogares de España”, combina fuentes estadísticas oficiales como la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) del Instituto Nacional de Estadística (INE) y la Muestra Continua de Vidas Laborales (MCVL) de la Seguridad Social, además de entrevistas a familias usuarias de los programas sociales de la organización.
Una de las conclusiones más llamativas es que la pobreza se agudiza cuando en el hogar hay niños o adolescentes. Mientras que a nivel estatal un 11,7% de las personas con empleo vive en situación de pobreza, el porcentaje asciende al 17,1% en familias con menores dependientes. En la Comunitat Valenciana, este fenómeno alcanza cifras aún más preocupantes: del 15,5% de pobreza laboral general se pasa a un 21,9% en hogares con hijos.
Las más afectadas: familias monoparentales y numerosas
El informe también pone el foco en los tipos de familias más expuestas a esta realidad. Las familias encabezadas por un solo progenitor, que en la mayoría de los casos son madres con hijos a cargo, sufren una incidencia del 30,7% de pobreza laboral, aunque existen varias ayudas que las familias monoparentales pueden pedir en la Comunitat Valenciana.
En el caso de las familias numerosas, el problema se agrava aún más, llegando al 32,3%. Este panorama refleja una realidad estructural en la que, a pesar de cumplir con la premisa tradicional de tener un empleo, muchas familias no logran salir de la pobreza.
Las causas: salarios bajos y empleo precario
Desde Save the Children señalan que la pobreza laboral tiene dos raíces principales. Por un lado, los salarios bajos hacen que incluso quienes tienen un contrato a jornada completa no logren superar el umbral de la pobreza. Aunque la subida del Salario Mínimo Interprofesional ha supuesto un avance, no ha sido suficiente para muchas personas.
Por otro lado, la baja intensidad laboral —es decir, trabajar pocas horas, de manera intermitente o con contratos temporales— es una causa determinante. Muchas personas tienen empleos a tiempo parcial involuntario o encadenan periodos de desempleo y contratos de corta duración. En estos casos, los ingresos no alcanzan para mantener una familia.
Efectos agravados por la emergencia climática: el impacto de la DANA
A esta compleja realidad social se suma el impacto aún visible de la DANA que azotó fuertemente varias zonas de la provincia de Valencia. En los municipios más afectados por esta catástrofe climática, la renta media por hogar es hasta 2.000 euros inferior a la media provincial, y en algunas localidades la diferencia llega a oscilar entre 3.000 y 10.000 euros.
El daño ha sido también de carácter laboral y empresarial. Según los últimos datos, la DANA afectó a cerca de 275.000 trabajadores y alteró la actividad de unas 64.000 empresas. El coste total de los daños se estima en más de 13.800 millones de euros, un golpe que ha dejado cicatrices profundas en el tejido productivo valenciano.
Además, el impacto ha sido especialmente devastador para las familias que trabajaban en la economía sumergida. “Muchas de ellas no solo han perdido sus ingresos, sino que además han quedado excluidas de las ayudas oficiales por no poder justificar su empleo o situación administrativa”, lamenta Rodrigo Hernández, responsable de Save the Children para la emergencia de la DANA.
Recomendaciones para revertir la situación
Frente a este escenario, Save the Children propone una serie de medidas concretas para combatir la pobreza laboral en hogares con menores:
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Itinerarios individualizados de inserción laboral a través de los centros Labora, con especial atención a las personas en desempleo de larga duración y las madres solas.
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Reforzar el apoyo en los municipios más golpeados por la DANA, con planes específicos de reactivación económica y formación para las familias afectadas.
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Priorizar el acceso de familias con menores y monomarentales a la Renta Valenciana de Inclusión, adaptando los criterios para incluir a los nuevos perfiles de pobreza emergentes tras la catástrofe.
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Impulsar políticas de conciliación laboral con perspectiva de género, promoviendo medidas que favorezcan la corresponsabilidad en el cuidado familiar y la flexibilidad del tiempo de trabajo.
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Ampliar las ayudas a quienes están fuera del sistema formal, especialmente a las familias que quedaron al margen de las prestaciones tras la DANA.
Para Save the Children, resulta esencial que las políticas públicas no se limiten a fomentar el empleo sin más, sino que apunten a mejorar su calidad, estabilidad y remuneración, especialmente en los hogares donde hay menores. Hoy, incluso quienes trabajan todo lo que pueden, y en muchos casos más de lo deseado, siguen atrapados en una espiral de precariedad.