La Conselleria de Justicia, Interior y Administración Pública, Gabriela Bravo, ha inaugurado la jornada 'Libertad de expresión vs violencia callejera', organizada por la Fundación Manuel Broseta y la Universidad Católica de Valencia junto con el rector de la Universidad Católica de Valencia, José Manuel Pagán, y el presidente de la Fundación Manuel Broseta, Vicente Garrido Mayol.
En la jornada, Bravo ha mostrado su firme compromiso con los derechos fundamentales y ha hecho hincapié en que "la libertad de expresión e información juegan un papel fundamental en la construcción de las democracias porque la libertad de expresión es el termómetro que mide la calidad democrática de una sociedad porque sin ella, no puede considerarse una sociedad libre".
La titular de Justicia también ha recordado que la libertad de expresión y de información "no son derechos absolutos, ni prevalecen siempre frente a otros, sino que están sometidos a límites definidos por el constituyente". "La libertad de expresión también entraña deberes y responsabilidades, y puede estar sujeta a restricciones", ha añadido.
En este sentido, la consellera ha advertido que la situación social y política en Europa actual "parece poner de manifiesto el conflicto latente entre el auge del discurso del odio y la libertad de expresión, conflicto alentado en muchas ocasiones desde los ámbitos políticos".
Bravo ha subrayado que "quienes, con el pretexto de manifestarse o expresarse públicamente, incitan el odio o la violencia, o atacan los bienes ajenos, no están ejerciendo un derecho fundamental, sino incurriendo en conductas delictivas". "Esto sirve para los representantes públicos de todos los partidos y, en especial, para aquellos que, desde posiciones reaccionarias siembran el odio y de manera directa o indirecta, fomentar la violencia", ha añadido.