València es famosa por sus playas y por la propia capital; sin embargo, existen muchos rincones que disfrutar. Desde Valencia Extra hemos seleccionado 6 rutas de senderismo fáciles pero con mucho encanto que te permitirán conocer mucho más acerca de la flora, la fauna y la historia de la zona; con la posibilidad de recorrerlas con niños y mascotas.
La Ruta del Agua, considerada el tesoro de Chelva, permite disfrutar mediante un paseo tranquilo de las aguas cristalinas del río que atraviesa la localidad.
Al comenzar desde el centro histórico de Chelva, la ruta permite visitar el Barrio Árabe de Benacacira, el Barrio Judío del Azoque y el Barrio Cristiano Medieval. De esta forma, se combina la cultura histórica con la naturaleza de los parajes más singulares del río de Chelva.
El recorrido completo puede realizarse en aproximadamente tres horas y también dispone de diversas áreas de descanso, por lo que es ideal para realizar una excursión familiar con los más pequeños.
Existen 6 itinerarios diferentes para descubrir la Devesa de l’Albufera, situada en el término municipal de Valencia. Sin embargo, uno de los más completos por su belleza y su atractivo es la ruta paisajística.
Con 24 paradas de interés dentro del recorrido, todas ellas por ser una parte imprescindible de la flora valenciana, en tan solo 1h y 45 minutos se puede conocer un poco más sobre este Parque Natural.
El itinerario discurre por el Camí Vell de la Devesa, que unía la ciudad de Valencia con el Perellonet, y no presenta ninguna dificultad; por lo que resulta apto para niños.
La Ruta de los Puentes Colgantes de Chulilla recorre las Hoces del Río Turia y para muchos es uno de los senderos más bonitos que recorrer en el interior de la provincia de Valencia.
Con un total de 5 kilómetros, parte del camino transcurre por un cañón espectacular con paredes de más de 80 metros que ha creado el cauce del río durante miles de años.
La ruta coincide con el recorrido que realizaban los obreros que construyeron el Embalse de Loriguilla para llegar hasta allí desde el pueblo y resulta bastante sencilla, por lo que se puede realizar con los pequeños de la casa.
Limítrofe con la provincia de Cuenca se encuentran Los Cuchillos de Contreras. En plena Reserva Natural de las Hoces del Cabriel, río que separa ambas provincias, este espectáculo natural se formó por la erosión de la roca caliza y dolomítica fruto del paso fluvial.
Durante 8 kilómetros de ruta, las crestas acuchilladas son las protagonistas del paisaje. Sin embargo, también se puede disfrutar de las pinadas y los bosques de ribera repletos de fauna.
La ruta está catalogada como sencilla y apta para niños, además de que también pueden acudir mascotas que deberán ir siempre con correa.
La Ruta de la Murta de Alzira está perfectamente señalizada y el recorrido es muy sencillo, además de encontrarse en un entorno lleno de vegetación, ruinas, jardines y balsas.
Situada en el Valle de la Murta, esta ruta circular ofrece una sorprendente panorámica de toda la zona. En un recorrido corto que es apto para toda la familia se pueden observar dos ecosistemas diferentes: la flora de la solana y la de la umbría.
Justo antes de llegar al final de la ruta, las ruinas del Monasterio Jerónimo de Nuestra Señora de la Murta le dan un toque histórico al recorrido. Además, también hay una casona señorial del siglo XIX.
Se ha de tener en cuenta que actualmente, por motivos sanitarios y medioambientales, el Ayuntamiento de Alzira está controlando el aforo de los Parajes Naturales municipales y se ha de acudir con previa reserva en grupos de máximo 10 personas. Se puede encontrar toda su información al respecto en su página web.
Situada en el Parque Natural de la Sierra de Espadán, Aín es el punto de partida de la ruta familiar que llega hasta las ruinas del castillo del pueblo.
En tan solo 4 kilómetros y con un recorrido circular, se puede llegar hasta el Castillo de Aín. Durante la ruta señalada se puede apreciar la vegetación de la ribera, un pequeño acueducto y el molino de l’Arc.
Una vez se ha llegado a la fortaleza árabe de Aín se pueden observar los restos de su muralla, el aljibe y la torre del homenaje. También, a una altura de 625 metros sobre el nivel del mar, las vistas del camino previamente realizado y del propio pueblo de Aín son impresionantes.
Al tratarse de una ruta circular se recomienda cambiar el itinerario recorrido y optar por regresar al pueblo por un camino diferente; que llega hasta la fuente de San Ambrosio donde se encuentra una zona de descanso y una zona infantil para los más pequeños de la familia.
