Marina Civera: “Ser fallero es hacer historia”

Coneixem un poc més a Marina Civera, Fallera Major de València 2019, que ens conta com està sent el seu regnat

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Amor y pasión por las Fallas es lo que desprende Marina Civera, Fallera Mayor de València 2019. Fallera de toda la vida, tiene muy claro el gran trabajo que, durando todo el año, realizan las diferentes comisiones falleras para continuar manteniendo viva unas fiestas que muestran en el mundo la tradición y la cultura valenciana.

Valencia Extra habla con Marina Civera que nos cuenta detalles sobre cómo es su día a día, cuál es su relación con su Fallera Mayor Infantil, Sara Larrazábal, pero también qué representa las Fallas de Valencia para ella.

"Los falleros somos quienes mantenemos la fiesta viva cada día"

En la Crida reivindicaste el trabajo de todos los falleros y falleras y el esfuerzo que supone sacar adelante las Fallas.

Las Fallas no existirían sin los falleros. Somos quienes mantenemos la fiesta viva cada día y quienes reivindicamos que nuestras tradiciones, lo que se ha hecho en Valencia durante tantos años y lo que queremos que se siga haciendo, es importante, es nuestra cultura y nos identifica como pueblo. Esto lo hacen los falleros con su trabajo día a día, y no solo plantando el monumento en Fallas, que tan solo son cinco días, sino que, después, el resto de las Fallas son 360 días. Esto, yo creo que es lo que tenemos que mostrar, también a los más pequeños, para que la fiesta de las Fallas siga viva por muchos años.

¿Cómo estás preparando la llegada de la semana grande de las Fallas?

Siempre digo que mi semana fallera empezó ya hace, al menos, un mes, pero con mucha ilusión. Yo ya sé lo que vamos a vivir como fallera de toda la vida, y encima cuando eres Fallera Mayor de Valencia ya se sabe el ritmo que conlleva, pero esa ilusión que tienen los falleros en la semana de Fallas, y esa presencia en las calles que tenemos los falleros, es muy diferente de lo que voy a vivir este año. Así que tengo muchas ganas de vivirlo en primera persona y de ver cómo son las Fallas 2019.

¿Qué acto destacarías de los que has vivido y de los que te quedan por vivir?

De los que me quedan para vivir, la Ofrenda. Es uno de los actos que estoy esperando ansiosamente. Primero, fue la Crida, pero ahora que ya ha pasado, las prioridades cambian y espero con mucha ilusión que llegue el día de la Ofrenda y, sobre todo, que vaya muy lento para poder disfrutar de ella intensamente.

¿Cómo te defines como Fallera Mayor de Valencia?

Yo creo que soy una chica muy tranquila, muy natural y muy transparente también. Además, me gustaría ser muy próxima a la gente y mostrar que soy una fallera más que ha tenido la suerte de estar en este cargo maravilloso, pero que, como ellos, yo también pongo la mesa en mi casal o pongo los cubiertos y que simplemente, ahora, tengo la suerte de poder acceder a ellos, de aprender muchas cosas de València y creo que esto se nota.

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"La Falla Municipal es una combinación muy inteligente del pasado y del futuro"

¿Qué piensas de la Falla Municipal? ¿Participarás de alguna manera la Plantà?

Sí, estoy deseándolo. He participado pintando un poquito, y también lo haré el día de la Plantà ayudando a Latorre y Sanz y Pichiavo. Así que tengo muchas ganas de que llegue el día porque la hemos visto en el taller, y me ha gustado muchísimo. Pienso que es una combinación muy inteligente del pasado y del futuro. Tenemos esa recreación de las esculturas de la antigua Grecia, pero con una pintura muy moderna. De hecho, creo que es una falla que nos representa tanto a mí como la Corte de Honor, es decir, mujeres modernas, pero que como falleras también admiramos la tradición y esa parte histórica del mundo.

Y, ¿Nos puedes contar alguna anécdota que hayas vivido en este tiempo como Fallera Mayor de Valencia?

¡Muchísimas! Por ejemplo, Sara y yo visitamos Grecia, precisamente en honor a la Falla Municipal, y en plena Acrópolis, vestidas de falleras porque estábamos haciéndonos fotos, empezó a llover y cayó hasta granizo. Y allí estábamos nosotros vestidas de falleras, en mitad de la nada, y cayendo piedra. Fue una experiencia que nunca pensaba que iba a vivir ni en Valencia ni en cualquier otro lugar.

¿Cómo es tu relación con Sara Larrazábal, Fallera Mayor Infantil?

Yo creo que es de hermana mayor. No diría nunca que es ni de madre ni de amiga porque yo espero que Sara pueda ver en mí un ejemplo, igual que me gustaría que lo vieran el resto de niños. Un ejemplo de una fallera que es sincera, abierta en sus ideas, que defiende lo que ella piensa, y creo que Sara es así también. Por eso, mi relación con ella es muy próxima, estamos muy unidas, compartimos muchas opiniones y creo que esto es bueno porque esa relación entre las falleras mayores también se transmita a la gente.

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¿Cómo es el día a día de Marina?

Ahora misma es hacer los actos. Me organizo en función de la hora a la que vienen a recogerme y me preparo si tengo que hacer cualquier discurso, porque me gusta ir preparada a los lugares. Yo soy odontóloga y, ahora mismo, un trabajo como es la odontología no es compatible con las funciones como Fallera Mayor de Valencia por cuestiones de disponibilidad.

¿Cómo fue el momento en que te llamó Joan Ribó? ¿Te lo esperabas?

No, ¡Qué va! Creo que es imposible que se lo espere nadie porque todas las falleras que hemos estado interactuando durante tantos días, más todavía cuando hemos sido elegidas Corte de Honor, tienen muchísima pasión, y ves también todo lo que pueden ofrecer a Valencia. Por eso, nunca piensas que eres tú. Pero fue un momento maravilloso. Ese día fue una locura, pero también pienso que fue uno de los mejores días que he vivido hasta ahora.Como embajadora de las Fallas, ¿Qué piensas que tienen de especial para conquistar al mundo?Que son un conjunto de cosas. La suerte que tiene València es que su fiesta te acerca, como dijimos Sara y yo en la Crida, a todos los sentidos. Tiene una gastronomía muy particular; unas interacciones que nos permiten descubrir cómo son los monumentos, sus mensajes, sus lemas; los colores que hay en Valencia; el olor que hace toda la ciudad a flores, a pólvora... y, naturalmente, ese ruido tan característico que nos permite profundizar en todos los sentidos, a la vez que estamos en el momento, pero también recuperando cosas de un pasado que tiene mucho que aportar, y es una suerte que todo esto podamos tenerlo en Valencia.

Por último, un mensaje para todos los falleros y falleras.

Un mensaje importante que tiene que ser para los falleros es que continúen en el trabajo, que comprendan el valor que tienen y que su aportación es muy necesaria para que las Fallas sean tan grandes como son ahora. Ser fallero es hacer historia. Cada año que pasa, hacemos historia de nuevo. Que continúan así, y que nunca dejen de ser falleros.

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