La ampliación del aeropuerto de Valencia en cifras: 17 millones de pasajeros en 2030 y beneficios de 933 millones de euros anuales

Un informe del Consejo de las Cámaras de Comercio de la Comunitat Valenciana estudia el impacto que tendría sobre la economía materializar la expansión de este aeródromo

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Interior del aeropuerto de Manises
Interior del aeropuerto de Manises

Desde que Maurici Lucena, presidente del Consejo de Aena, la empresa pública encargada de gestionar la mayoría de aeropuertos españoles, puso sobre la mesa la posibilidad de materializar la ampliación del aeropuerto de Manises, la Generalitat Valenciana ha reclamado al Gobierno español agilizar este proyecto emplazando a Aena a iniciar ya los estudios de viabilidad de mejora de esta infraestructura aeroportuaria. 

Un impulso de esta a través de su ampliación cuyo impacto ha analizado el Consejo de las Cámaras de Comercio de la Comunitat Valenciana y ha condensado en un informe bajo el título “Estudio de la necesidad de ampliación del aeropuerto de Valencia”. Este documento cuantifica el impacto económico en la Comunitat Valenciana en términos de renta y empleo; y será “la guía maestra y estratégica” que se usará para defender la expansión del aeropuerto en la reunión entre el Ejecutivo autonómico y Aena concertada para el próximo 9 de mayo, indicó el 'president' Carlos Mazón ayer durante la presentación del estudio que tuvo lugar en la sede de la Cámara de València. 

En concreto, en “Estudio de la necesidad de ampliación del aeropuerto de Valencia” se hace una previsión ajustada del número de pasajeros por años hasta 2030 según tres escenarios diferentes: un escenario moderado (donde no se superan los 13 millones), uno normal en el que se alcanzan los 17 millones de viajeros y, por último, un escenario optimista donde gracias a variables muy favorables el aeropuerto de València podría llegar hasta los 21 millones de turistas. 

Presentación del informe "Estudio de la necesidad de ampliación del aeropuerto de Valencia". Imagen: Rober Solsona
Presentación del informe "Estudio de la necesidad de ampliación del aeropuerto de Valencia". Imagen: Rober Solsona

Un aeropuerto al borde de alcanzar su capacidad máxima

Uno de los fundamentos por los que el análisis de las cámaras económicas valencianas aboga por la ampliación del aeropuerto es el incremento del número de pasajeros que experimentará el aeródromo en el periodo 2024-2030. Según el documento, “son muchas las variables socioeconómicas de la provincia de Valencia que apuntan a un creciente tráfico aéreo de pasajeros en el medio y largo plazo”. Entre ellas, se encuentran que el turismo es ahora uno de los motores económicos más importantes de la economía valenciana, el creciente turismo internacional debido también al aumento de residentes extranjeros, la potenciación de la ‘Marca València’ y la instalación en la ciudad de empresas industriales exportadoras. 

En esa línea, el estudio pronostica que “el tráfico aéreo crecerá de manera sostenida hasta 2030 y podría alcanzar los 17,3 millones de pasajeros” en ese ejercicio. Unos datos que serían plausibles dentro de un escenario normal, pero que si se trasladan a un escenario optimista crecerían hasta los 21 millones de viajeros anuales. Asimismo, los 9,9 millones de turistas que pasaron por el aeropuerto a lo largo de 2023 —y que supusieron un récord histórico— rebasan las previsiones estipuladas en el plan director DORA (2022-2026). 

Este plan director, creado por el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, establece que la capacidad teórica máxima del aeropuerto de Valencia es de 10,5 millones de pasajeros. Una cifra que, previsiblemente, se superará este mismo 2024, por lo que el aeródromo valenciano entraría en un estado de saturación, ya que el crecimiento del aeropuerto va cuatro años por delante de las previsiones del Ministerio. De hecho, el informe destaca que en 2022 se alcanzó la cifra de pasajeros que el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible había previsto para el año 2026. 

933 millones de euros y 17.000 nuevos empleos al año

En el plano económico, el estudio expone que un aeropuerto ampliado tendría un impacto sobre la renta de 933,3 millones de euros al año, lo que equivale al “13 % del PIB valenciano”, han apuntado los autores del estudio, y que beneficiaría en un 91 % al sector servicios, principalmente. En total, serían entre 1100 y 1700 millones de euros —dependiendo del escenario— los beneficios económicos que se derivarían entre 2024 y 2030 de este proyecto de expansión de la terminal valenciana. 

Interior del aeropuerto de València
Interior del aeropuerto de València

Asimismo, un aeropuerto más grande también tendría repercusiones positivas en el ámbito del empleo, ya que el informe estima que se podrían crear 17.483 puestos de trabajo entre los años 2024 y 2030, de los que 13.473 serían directos, 2451 de carácter indirecto y los 1560 restantes inducidos. Por sectores, la mayor parte de estos empleos (16.233 en total) se generarían en el sector servicios; mientras que los grupos profesionales de la hostelería, la restauración y el comercio serían el resto de sectores beneficiados. 

Manises y Quart de Poblet se oponen a agrandar el aeropuerto

El 90 % del aeródromo valenciano que será objeto de la posible ampliación se encuentra en el término municipal de Manises y también afecta a otras localidades cercanas de la comarca de l’Horta Sud como Quart de Poblet. Es por ello que los consistorios de ambas poblaciones se posicionan en contra de esta ampliación. Javier Mansilla, alcalde de Manises, subraya las molestias de contaminación ambiental y de ruido que produce la cercanía del aeropuerto a las viviendas del pueblo y la falta de beneficios para este. Además, destaca las limitaciones urbanísticas que se encuentra Manises a la hora de expandir el término municipal debido al aeródromo. 

Por su parte, Cristina Mora, alcaldesa de Quart de Poblet también muestra su firme oposición a este proyecto porque el municipio "padece muchas limitaciones y paga un precio suficientemente alto”. “No solo es el ruido de los aviones, o el gasto energético derivado de tener que cerrar las ventanas en pleno verano, son las restricciones de crecimiento, y las zonas de servidumbre que nos impiden desarrollarnos”, declara.

Respecto a la postura de esos consistorios, Mazón ha apuntado que es un proyecto que “hay que hacer con consenso y diálogo y la compatibilidad entre crecimiento y sostenibilidad es posible”. “Comprendo las dudas y la postura del Ayuntamiento de Manises, por eso queremos que se disipen antes las dudas y pedimos a Aena que empiece ya a trabajar y haga los informes técnicos, de sonido y de imagen para analizar si la ampliación se puede hacer”, ha concluido el ‘president’. 
 

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