La Generalitat se abre a un nuevo aeropuerto en València tras las dificultades de crecimiento de Manises

La dificultad de creación de más pistas en Manises y la oposición de los ayuntamientos de la zona abren la posibilidad de un nuevo aeropuerto a largo plazo

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Interior del aeropuerto de València
Interior del aeropuerto de València

La futura ampliación del aeropuerto de Manises anunciada por Aena hace unos días podría tener una alternativa, a largo plazo, con la proyección de un nuevo aeropuerto en la provincia de València que ofrezca una alternativa al limitado crecimiento que tiene la infraestructura actual.

Y es que el actual aeropuerto de Manises cuenta con una limitación de terreno para crecer en cuanto a pistas, un escenario que ha hecho que la Generalitat se abra a la alternativa de uno nuevo. Eso sí, a largo plazo.

El actual aeropuerto de València está a punto de alcanzar su máxima capacidad operativa, situada en 10,5 millones de viajeros y viajeras, un crecimiento al que se llegará este 2024 si sigue la tendencia al alza de usuarios y usuarias registrada durante el primer trimestre del año. 

2023 se cerraba como el mejor año de su historia con un total de 9.948.141 pasajeros registrados, lo que supuso un crecimiento del 22,6% respecto al año 2022. Un récord de tráfico que se quedaba muy cerca de los 10 millones de viajeros y que supera la anterior mejor cifra de la terminal valenciana registrada en 2019 con 8.539.579 pasajeros. Una barrera que se podría superar este año, debido a las buenas cifras registradas este primer trimestre.

Un motivo por el cual desde la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo se considera que se tiene que ampliar “ya”.

Una obra de urgencia

La consellera de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, Nuria Montes, ha hecho un llamamiento urgente a Aena para que detalle con precisión su planificación y los plazos para la expansión de los aeropuertos de Valencia y Alicante-Elche Miguel Hernández ante la "falta de concreción” del presidente y consejero delegado de Aena, Maurici Lucena, quien anunció la expansión de dichos aeropuertos como parte de las inversiones contempladas en el Documento de Regulación Aeroportuaria español (DORA 2027-2031).

La consellera considera que las declaraciones de Lucena fueron simplemente “un anuncio sin detalles concretos ni documentación que respalde la iniciativa”. En ese sentido, Montes insta a Aena a proporcionar información detallada sobre el plan de expansión, incluyendo plazos específicos para la ejecución de las obras, recordando “la urgencia de estas medidas”.

Para Montes, la falta de inversión en los aeropuertos de València y Alicante podría afectar negativamente a la capacidad operativa y a la conectividad de la Comunitat Valenciana. Asimismo, ha comparado la situación del aeropuerto de Alicante con el de Málaga, señalando que este último ha experimentado un crecimiento significativo después de la construcción de una segunda pista, superando los 20 millones de viajeros al año. 

"No se puede obviar la necesidad de inversión en estos dos aeropuertos, que son uno de los principales activos de la Comunitat Valenciana y de donde proviene una gran parte también de sus ingresos", destaca, al tiempo que recuerda que la región es "referente" en materia de inteligencia artificial, industria de empleo o microchips porque, entre otras cosas, tiene "buena conectividad aérea".

Imagen de un avión de Ryanair despegando
Imagen de un avión de Ryanair despegando

Oposición de las ciudades afectadas

Entre las ciudades afectadas por el aeropuerto, municipios como Manises (el 90% de la infraestructura está en su término municipal) o Quart de Poblet, lo tienen claro. Javier Mansilla, alcalde de Manises, lamenta, por un lado, “la falta de comunicación” por parte de la Generalitat, “mientras sí habla con el Ayuntamiento de València”. Por otro lado, insiste en las numerosas molestias que tiene el municipio y “ningún beneficio”. “Estamos en contra de su ampliación, pero si hay informes técnicos que dicen que no hay más remedio, nos tendremos que sentar a ver cómo se nos puede compensar”, avisa Mansilla.

De hecho, el alcalde recuerda que “no es solo contaminación ambiental, acústica o las limitaciones que genera a nivel urbanístico. Casi el 20% de Manises está ocupado por el aeropuerto. ¿Qué pasaría si tuviéramos este terreno para una zona industrial? Podríamos dar trabajo a más de 10.000 personas y tendríamos un beneficio anual de 15 o 20 millones de euros. El agravio comparativo es muy grande”.

Cristina Mora, alcaldesa de Quart de Poblet, se muestra clara: “nos oponemos a cualquier decisión que suponga un aumento del tráfico aéreo que los vecinos de Quart de Poblet tenemos que soportar diariamente sobre nuestras casas. No estamos en contra del progreso ni del turismo, pero no a cualquier precio y nunca en contra de la salud y el bienestar de nuestras vecinos y vecinas”.

Mora considera que, también a nivel municipal, la localidad “padece muchas limitaciones y paga un precio suficientemente alto”. “No solo es el ruido de los aviones, o el gasto energético derivado de tener que cerrar las ventanas en pleno verano, son las restricciones de crecimiento, y las zonas de servidumbre que nos impiden desarrollarnos. El president Mazón habla de desarrollo ¿desarrollo de quién? Desde luego no de los municipios que estamos junto al aeropuerto”, insiste.

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