Valencia suma un nuevo hotel, pero también un nuevo espacio donde la diversidad se vive con naturalidad. Axel Hotels ha elegido el corazón de la ciudad para reforzar su presencia en España y seguir construyendo una red internacional con identidad propia. En una conversación cercana y sin guion rígido, Albert Olivé, CEO de la cadena, repasa las claves de la llegada de Axel a Valencia, el papel de la ciudad en su estrategia de crecimiento y la filosofía que ha convertido a la marca en un referente del turismo inclusivo.
Habéis inaugurado un nuevo hotel en Valencia con 72 habitaciones y una previsión de facturación de tres millones de euros en el primer año. ¿Por qué habéis escogido Valencia y por qué se ha convertido en una ciudad estratégica para Axel Hotels?
Valencia es una de las principales urbes de España y, dentro de nuestro plan de expansión, teníamos claro que Axel debía estar presente en las grandes ciudades del país y en las principales capitales europeas. Pero más allá de eso, Valencia reúne todos los requisitos que buscamos en un destino.
Es una ciudad con historia, patrimonio, transformación urbana y proyección internacional. El cambio que vivió a partir de la Copa América, la evolución de la zona del puerto, la revitalización del frente marítimo, la Malvarrosa convertida en rambla turística… Todo ese proceso es muy similar a lo que vivió Barcelona tras los Juegos Olímpicos del 92.
A eso se suma el clima, la gastronomía, la oferta cultural, la conectividad, tanto ferroviaria como aérea, y sobre todo algo fundamental para nosotros: la afinidad de la ciudad con nuestros valores, su carácter abierto, inclusivo y diverso. Valencia celebra la libertad, no solo la tolera, y eso encaja plenamente con lo que representa Axel Hotels.
En 2026 Valencia acogerá los Gay Games. ¿Qué peso tienen este tipo de eventos en vuestra estrategia?
Para nosotros es algo icónico haber llegado antes de una celebración como esta. Los Gay Games son un evento internacional que se celebra cada cuatro años y que reunirá entre 15.000 y 20.000 participantes durante casi dos semanas. Es un acontecimiento deportivo y cultural de primer nivel.
Axel Hotels colaborará sin duda, aportando visibilidad y apoyo a la organización, porque forma parte de nuestra misión. No es solo una oportunidad turística, es también una palanca para reforzar nuestro compromiso social con la comunidad. Estamos muy orgullosos de poder ser un amplificador de esta celebración en Valencia.
Axel Hotels es ya un referente dentro de la comunidad LGBTQIA+. ¿Qué elementos de diseño, gastronomía y experiencia refuerzan esa identidad en el hotel de Valencia?
Axel es, ante todo, una experiencia. Nuestro principal valor son las personas y la comunidad que nos acompaña desde 2003. El hotel de Valencia tiene además una particularidad muy especial: está ubicado en un edificio histórico del siglo XII, con muchos usos anteriores, incluso fue una discoteca muy conocida hace años.
Estamos en pleno barrio del Carmen, junto al Miguelete, las Torres de Serranos, el Mercado Central… una ubicación soñada. El hotel cuenta con 72 habitaciones con identidad propia, con guiños a la cultura valenciana como la cerámica o los trencadís, para que el cliente perciba la ciudad desde el primer momento.
Además, hemos creado sinergias como la colaboración con Café de las Horas, un operador muy vinculado al colectivo LGBTQIA+, con el que generamos eventos y valor añadido. Axel no es solo alojamiento; tiene una responsabilidad social y cultural. Nuestros clientes son viajeros que se mueven todo el año y buscan vivir la ciudad.
Los datos avalan esta apuesta: abrimos el 30 de octubre y en el primer mes alcanzamos un 86% de ocupación, y de cara a diciembre estamos cerca de superar el 84%, incluso fuera de temporada alta.
La cadena ha apostado por el modelo de franquicia para su expansión internacional. ¿Qué aprendizajes os ha dejado la experiencia de Mykonos y cómo se aplicarán en Creta?
Definimos el modelo de franquicia para crecer de forma más rápida y eficiente, estando presentes allí donde nuestro público lo demanda. Queremos estar en las principales ciudades de España, Europa y también dar el salto a América.
Presentamos el modelo públicamente en febrero de 2025 y la respuesta del mercado ha sido excelente. En mayo abrimos Axel Beach Mykonos, un destino icónico, y gracias a la marca la facturación creció un 40% respecto al año anterior. En 2026 prevemos crecer un 30% adicional, lo que supone un 70% más respecto a 2024.
Ese éxito llevó a la misma propiedad a proponernos un nuevo proyecto en Creta, la isla más grande del archipiélago griego. El hotel contará con 41 habitaciones, se invertirá en zona wellness, spa y gimnasio, y estará totalmente alineado con el ADN de Axel. Todo ello bajo controles de auditoría muy rigurosos para garantizar la experiencia.
¿Os planteáis seguir creciendo en Grecia con nuevos proyectos como Atenas?
Nos gustaría mucho seguir con los mismos socios, porque la relación es excelente, pero estamos abiertos a fondos, family offices e inversores que quieran acompañarnos. Nuestro objetivo es consolidar la presencia de Axel en Grecia y cerrar el círculo con Atenas.
Volviendo a Valencia, ¿qué tipo de público esperáis atraer al Axel Hotel Valencia?
El patrón es similar al del resto del portfolio. Entre el 90% y el 95% de nuestros clientes son internacionales y viajan durante todo el año. En estos primeros meses es normal tener más cliente nacional, pero a partir de eventos como Fallas, el peso del cliente internacional será mucho mayor.
Valencia ya está en el mapa de “place to be” de nuestra comunidad. Desde Fallas hasta otoño esperamos una alta demanda, como ha ocurrido en Bilbao o San Sebastián tras nuestras aperturas.
Desde 2003 hasta hoy, ¿cómo ha evolucionado el turismo LGBTQIA+ y cómo se comporta en destinos mediterráneos como Valencia o Creta?
La evolución ha sido la de la sociedad en su conjunto. Hemos pasado de vivir en el armario a una normalización progresiva, especialmente a partir de hitos como el matrimonio igualitario. Axel nació en un momento complejo y fue parte activa de ese cambio.
Hoy seguimos fieles a ese credo. No somos un gueto; somos hoteles inclusivos, abiertos a todo el mundo, donde la libertad no solo se respeta, se celebra. Ese es nuestro valor diferencial y lo que nos ha permitido estar ya en cinco países.
¿Qué aporta Axel Hotels frente a otras cadenas hoteleras generalistas o especializadas?
La clave es la empatía. Nuestros hoteles son espacios de encuentro entre la comunidad local y la internacional. Eso es algo que el cliente valora muchísimo, porque le permite conectar con la ciudad de una forma auténtica.
En Axel siempre pasan cosas. Ofrecemos producto, calidad y diseño, pero sobre todo naturalidad, conexión y seguridad. Queremos que la gente sienta que está en casa, en un entorno libre, inclusivo y tolerante.
Para terminar, ¿cuáles son los próximos pasos de Axel Hotels en España y qué papel juega Valencia en esa visión global?
Valencia era una ciudad soñada para nosotros y deberíamos haber llegado antes, pero la pandemia lo retrasó. Hoy estamos muy orgullosos del hotel que tenemos y queremos seguir creciendo en ciudades como Sevilla, Málaga o Torremolinos, además de seguir expandiéndonos en Europa.
El libro de Axel en Valencia acaba de empezar. Estamos escribiendo las primeras páginas y no podemos estar más satisfechos de hacerlo desde un hotel único, en una ciudad que también lo es.
