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Un partido relevante es decir poco. Mestalla se repletó para recibir a al Barcelona de Luis Enrique con una defensa sin Piqué ni la velocidad de Jordi Alba, y un Neymar renovado y con 100 partidos con los azulgranas. Desde el banquillo, un viejo conocido miraba su antiguo hogar con recelo.
Era obvio que el partido comenzaría con un disciplinado estudio por parte de ambos equipos. Prandelli repitió formación con la inclusión de Mangala en la defensa, ahora recuperado. Quiso quemar todas sus naves.
Desde los primeros minutos el Barcelona trató de meter a los blaquinegros en su zona, mientras los locales se esmeraban en pasar el balón de uno en otro para no perderlo. A los 12’ Iniesta salió lesionado por Rakitic tras una entrada de Enzo Pérez, una pérdida que sintieron los catalanes pero solo hasta cierto punto.
En los primeros 45 se pudo ver la influencia de Prandelli. Eso hasta los 22, cuando Messi recibió desde la derecha tras pase de Rakitic e hizo el 0-1. Desde ese momento el Barcelona dominó con breves apariciones de Nani.
La jugada del gol fue al menos dudosa; Suárez estaba adelantado. Undiano Mallenco no cobró un penal de Umtiti a Rodrigo a los 32 minutos y falló en varios cobros posteriores; Busquets se merecía la expulsión con una segunda amarilla que se quedó en su bolsillo. Sin dudas, el protagonista en una primera parte que se extinguió con dos fallos claros de Parejo a la puerta del área.
En el segundo tiempo entró Munir para cambiar el juego en una formación rota por la salida de Gayà en la primera fracción. El lance comenzó con un palo de Rakitic y una amarilla para Neymar. Así, fueron suficientes 7 minutos para que el nuevo 9 valencianista consiguiera el empate después de un avasallador ataque por derecha.
El Valencia salió al campo para olvidar al árbitro y remontar. Con un juego en el que incluso Abdennour destacaba, Rodrigo consiguió el 2-1 e hizo explotar al Mestalla, que muchas jornadas después recibió su buena recompensa. Pero no duró mucho; a los 62’ el uruguayo, el pichichi de la Liga se coló por la izquierda y empató.
Cuando quedaban 20 minutos el técnico decidió llamar a Santi Mina para reemplazar a Rodrigo y buscar el triunfo en un momento en el que Barcelona buscaba con urgencia los tres puntos. Muchas de las veces que hicieron sentir el peligro fue en los pies de Messi o en un tiro de falta.
Salvo un intento aislado de Nani cuando quedaban diez minutos, el Valencia se arrimó la discreción en esta parte del partido y tuvo que aguantar los asedios continuos de la visita. Luego de un córner a los 84’, Mangala cayó en el área por una falta de Mascherano que Undiano, nuevamente, ignoró.
No quedaba ni un solo minuto y el árbitro cobró un penalti en una multitudinaria llegada del Barcelona. Messi fue el encargado y Alves el fusilado, quien no pudo hacer lo suyo. Así, el ídolo argentino convirtió el 3-2 en un final trepidante que coronó un duelo muy buen jugado por los de Prandelli y muy mal arbitrado por Undiano Mallenco.
Con todo, queda claro que el Valencia mejora poco a poco y que el Barcelona no necesita ningún tipo de ayuda para ganar.