L’ETNO se viste de la fiesta del Corpus a través de una exposición

La muestra nos acerca a la tradicional celebración, a sus rituales y su significación social y colectiva con un análisis a lo largo de seis siglos en la ciudad de València, ha destacado el diputado de Cultura, Xavier Rius

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Exposición ‘Espill de festa. El Corpus’
Exposición ‘Espill de festa. El Corpus’

L’ETNO, Museu Valencià d’Etnologia de la Diputació de València, acoge hasta el 13 de noviembre la exposición temporal ‘Espill de festa. El Corpus’, presentada este jueves en el Centro Cultural la Beneficència por parte del diputado de Cultura, Xavier Rius, el director de L’ETNO, Francesc Tamarit, y la comisaria de la exposición y conservadora del museo, Pilar Payà.

Según ha introducido el diputado de Cultura, Xavier Rius, la muestra acerca al visitante al Corpus, una fiesta colectiva que se celebra en València cargada de rituales simbólicos que se reproducen año tras año. Así mismo, con este proyecto L’ETNO presenta a la sociedad una muestra de su colección de indumentaria procedente de Casa Insa, entidad que durante más de un siglo proporcionó a los valencianos y valencianas vestidos y accesorios para la fiesta del Corpus.

A lo largo de su historia, la procesión del Corpus fue una de las más destacadas expresiones de la religiosidad popular, gracias a las novedades e invenciones que reflejaban el lujo y la modernidad del momento. Esta celebración brotó como espejo para el resto de ciudades y villas importantes del Reino. La participación y socialización de los ciudadanos mediante elementos lúdicos, religiosos, sociales y culturales del desfile afirmaba los valores confesionales y políticos de la élite de la ciudad, a la vez que los conjugaba en una imagen que mostraba la sociedad terrenal y la celestial. Las dos jerarquías se legitimaban irradiando la imagen de una sociedad perfecta.

Durante más de seis siglos, la procesión del Corpus ha vivido toda clase de vicisitudes hasta nuestros días. A estas altures, continúa con la recuperación y revalorización del séquito popular con bestias, personajes bíblicos, bailes, músicas y danzas rituales, que muestran los reflejos de la Antigua y tradicional fiesta.

Producción de L’ETNO

La exposición ha sido producida por L’ETNO, Museu Valencià d’Etnologia y está comisariada por Pilar Payá, conservadora de L’ETNO, y por Xavier Rausell, investigador de indumentaria. El diseño de la muestra corresponde a Aureli Domènech, museógrafo, que ha diseñado la exposición con dos criterios: una apuesta por la creación de escenas sencillas, sin ornamentos, dejando todo el protagonismo a los fondos, entendiendo que los propios objetos expuestos tienen la suficiente fuerza ornamental y estética para presentarse de forma única e individual. El segundo criterio ha sido la consideración de la sostenibilidad del montaje, apostando por materiales y estructuras provenientes de otras exposiciones y pensando en el uso posterior de los de nueva creación. También se ha considerado el reciclaje de materiales plásticos para convertirlos en bolsas.

La exposición está precedida por un espacio introductorio en el cual se proyecta un documental sobre el Corpus y la expansión hacia otras fiestas del territorio valenciano. La muestra está compuesta por más de 150 piezas entre las cuales hay que destacar la maza ceremonial del Servicio de Protocolo del Ayuntamiento de València, banderas de los gremios de zapateros y sastres, el traje de Moma del siglo XIX, el águila de Morella, dos Custodias del siglo XVIII y del siglo XX, y un libro de registro de entrega de trajes para el Corpus de Casa Insa.

Los fondos expuestos provienen de la Colección Insa de L’ETNO y de varias instituciones públicas y privadas: Museo Histórico Municipal (Ayuntamiento de València), Ayuntamiento de Morella, Ayuntamiento de Ontinyent, Real Basílica de Nuestra Señora de los Desamparados, Parroquia de la Asunción de la Virgen María de Carcaixent, Real Parroquia de los Santos Juanes Valencia y la Cofradía de San Vicente Ferrer de La Cañada.

La exposición ha contado con un buen número de colaboradores como el especialista en cultura popular Fermín Pardo, Gil Manuel Hernandez (Director del Museo del Corpus-Casa de las Rocas), la historiadora del arte Oreto Trescolí, Jaime Sancho (delegado diocesano de BBCC y Patrimonio Artístico), así como especialistas provenientes de la Universitat de València (Rafael Narbona, Antonio Ariño, Amadeo Serra) y de la Facultad de BBAA (Vicent Guerola).

Secciones de la muestra

La muestra se organiza en cinco apartados y una entrada, donde se proyecta el documental. La primera parte se dedica a los ‘Elementos de la Fiesta’. En este apartado se tratan aspectos como la representación y los signos identitarios propios de la religiosidad y del poder político e institucional de la ciudad de València; las mutaciones que sufría la ciudad como escenario de la fiesta; la vida asociativa y la participación de la sociedad organizada alrededor del acontecimiento, donde lucían con especial protagonismo de los gremios y las cofradías religiosas; las rocas o carros triunfales, espacios de figuras de carácter religioso donde se representaban paisajes bíblicos, o los actos religiosos y danzas como, por ejemplo, la danza de la Moma.

La exposición se fija en los atributos básicos de las representaciones o identificadores de los personajes bíblicos del Antiguo o Nuevo Testamento, entre los cuales sobresalen los referentes a la Virgen María o la Custodia.

El segundo gran apartado de la exposición aborda la irradiación que la Fiesta del Corpus tuvo en el ‘territorio valenciano’. El modelo festivo en todas las poblaciones del Reino consistía en una procesión general y única, para la cual el Corpus de la ciudad de València era el espejo a imitar a escala local. La jerarquización de un desfile civicoreligioso representaba el poder y su reparto. Con una participación y un protocolo muy reglados, el vecindario acentuaba la exaltación a la divinidad y, al mismo tiempo, reforzaba su identidad.

La tercera sección nos habla de ‘Vestir la Fiesta’, destacando la importancia de ‘les roberies’, que fueron unos establecimientos que funcionaron en la ciudad de València y que encontraron en la fiesta del Corpus un negocio importante. Eran establecimientos como Casa Insa que se dedicaron a la confección y alquiler de indumentaria nueva y usada, así como elementos y decoraciones para la fiesta.

Los dos últimos apartados nos informan, por un lado, de la transformación de una fiesta de más de 650 años, que también se refleja en las transformaciones sociales de la ciudad, donde se hace patente su paulatina “laiquización”, tal y como ha ocurrido en la sociedad valenciana, o la importancia que el asociacionismo religioso ha adquirido ante la desaparición de los gremios, principales impulsores y mantenedores del Corpus.

Por otro lado, y a modo de conclusión, la exposición nos invita a pensar en el papel que la fiesta y más concretamente la Fiesta del Corpus ocupa dentro del mundo actual, donde estas manifestaciones giran a menudo entre las dimensiones simbólicas e identitarias, en una tensión constante por mantener la propia identidad, adaptarse a las actuales sensibilidades sociales o convertirse en un acontecimiento masificado o un producto de consumo.

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