La Federación recupera la pilota profesional y acorrala a la Fundación

La Federación, con el espaldarazo económico de José Luis López, contrata a la gran mayoría de los pilotaris de escala i corda y espera, en breve, hacer lo mismo con los de raspall, lo cual vacía de sentido la Fundación

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Pilotaris profesionales de escala i corda y de raspall - Funpival
Pilotaris profesionales de escala i corda y de raspall - Funpival

El próximo sábado en Pelayo todas las miradas, todas los focos y todas las cámaras estarán centradas en Puchol II y Pere Roc II. Las dos figuras se reencuentran este año en la final del Individual de escala y corda, la gran partida del año, que, como cada verano, vuelve a la catedral. Aun así, el verdadero mano a mano, el duelo que marcará el presente y el futuro de la pilota profesional está disputándose, desde hace semanas, fuera del trinquet. Es un mano a mano que, si no pasa nada extraordinario en las próximas horas, está muy cerca de acabar. Después de muchos meses de guerra fría, de desavenencias constantes, de reuniones estériles... Después de todo esto, parece que habrá un ganador y un perdedor. Quien parece llevarse la victoria, si acaba de rematar los últimos quinzes que todavía quedan en juego, será la Federación de Pelota Valenciana, presidida desde diciembre por Vicent Molines. Quién lo tiene crudo para remontar es la Fundación por la Pilota Valenciana, presidida, también desde final de 2022, por Juan Antonio Ureña. Lo que está en juego es, nada más y nada menos, la gestión de la pilota profesional, la joya de la corona del deporte de los valencianos y las valencianas. Del resultado de este agrio mano a mano saldrá el nuevo camino del trinquete.

Hace unas semanas, el presidente de la Federación, Vicent Molines, con la compañía de un conocido trinqueter, Daniel Ribera, se reunió con un numeroso grupo de pilotaris profesionales de escala i corda. Sobre la mesa, el disgusto de los jugadores con la gestión de la Fundación, entidad que los tiene contratados hasta el final de 2023. A pesar de que Molines explicó el pasado 11 de mayo en una entrevista a este mismo medio que la Federación no tenía ninguna intención de contratar jugadores profesionales ("Algún jugador me ha dicho que querría estar cómo las chicas, con nosotros, pero no es el que pide ahora la situación. No estamos ahí. Las chicas, por una situación que me encuentro heredada, quieren estar con la Federación y necesitan que la Federación esté con ellas. Los jugadores están con la Fundación y no he ido a llamar a la puerta de ningún jugador para que venga a la Federación...), lo bien cierto es que a los jugadores se les expuso un nuevo proyecto para la pilota profesional a partir del 1 de enero de 2024. Ese nuevo proyecto, del cual todavía no se han explicado detalles, contempla que sea la Federación (ya no la Fundación) la que contrate los jugadores y se encargue, con un nuevo modelo, de la gestión de la pilota profesional. La propuesta para los pilotaris, además, incorpora una mejora económica sustancial de la ficha y dos temporadas de contrato (la Fundación los hace de año en año). Los jugadores, molestos con la Fundación por diferentes razones, sobre todo técnicas, aceptaron enseguida. Fichados.

¿Y que convenció de forma tan fulminante a los pilotaris? Además de cambiar las personas al frente de la gestión de la pilota profesional, a los jugadores se les dio garantías económicas y políticas. Las primeras se basan, sobre todo, en el aval que el empresario José Luis López está dispuesto a posar. López, actual propietario de Pelayo y mecenas de la pilota, se hará cargo de los salarios de los jugadores en el supuesto de que no lleguen los ingresos por ayudas públicas y patrocinios esperados. La gran pregunta es: ¿cuánto dinero harán falta? Teniendo en cuenta que alrededor de tres cuartas partes del presupuesto de la Fundación (más de 1,5 millones de euros) están dedicados a nóminas de jugadores de escala i corda y raspall, y teniendo en cuenta que la Federación pretende contratar más jugadores de los que hay ahora contratados por la Federación, la cifra que se necesita solo para pagar las fichas de una temporada supera, de lejos, el millón de euros. Si es por dos temporadas, más dos millones. Ese es el cálculo, aunque nadie confirma las cifras.

Por otro lado, la garantía política es, según se trasladó a los pilotaris, el apoyo del nuevo Consell (todavía para definir), más proclive al hecho que sea la Federación la que asuma la gestión de la pilota profesional que no la Fundación, marcada desde su nacimiento por el gobierno del Botánico y con la presencia de algunos dirigentes marcados por su pasado político, más próximo a la izquierda.

Con todo, esa reunión acabó con una gran cantidad de jugadores de escala i corda estampando su firma en un nuevo contrato con la Federación. Un acuerdo que empezará el 1 de enero de 2024 y acabará el 31 de diciembre de 2025.

La Fundación no se enteró de esa reunión hasta el pasado fin de semana. Ya era tarde para reaccionar. De todas maneras, los dirigentes de la Fundación convocaron una reunión de urgencia con todos los jugadores (escala i corda y raspall) en el trinquet Pelayo. Fue ayer por la tarde. El presidente de la Fundación, Juan Ureña, quien antes tuvo tiempo de hacer un paseo por los rincones de la ciudad marcados por la historia de la pelota, acudió al encuentro dispuesto a hacer recapacitar a los pilotaris. Parece que no fue posible. Varias fuentes aseguran que la reunión fue tensa. La mayoría de los pilotaris de escala i corda, los mismos que hace unas semanas firmaban un comunicado de adhesión a la Fundación, criticaron duramente la gestión técnica y económica de la Fundación y confirmaron que no continuarán en 2024 con la Fundación. Se pasan a la Federación.

En el caso de los jugadores de raspall, más reservados en sus opiniones que los de escala i corda, la situación no está tan clara. Parece que a finales de esta semana habrá una reunión en la cual los pilotaris decidirán lo que van a hacer, si unirse a los de escala i corda en su migración a la Federación o esperar y renovar con la Fundación. Se quedarían a solas, en ese caso.

Entre los dirigentes de la Fundación hay malestar y pesimismo. Después del tono de la reunión de ayer ven complicado que la situación se enderece, sobre todo porque hay un silencio sepulcral de los patrocinadores, instituciones públicas y otros agentes implicados en la Fundación. Nadie ha salido a apoyar ni defender la Fundación después de este "golpe de estado" de la Federación. El único fue el hasta ahora Director General del Deporte, Josep Miquel Moya, quien el pasado sábado hizo un tuit denunciando la "guerra fratricida" comenzada por la Federación. Más allá de esto, oficialmente, se guarda silencio en la Fundación. La idea es no salpicar de polémica la final del Individual de escala y corda. Pero será imposible. La partida está ahora más en los despachos que en la cancha.

Con todo ello, quedan por resolver muchos interrogantes. Si finalmente se consuma el traspaso de los jugadores de raspall y escala i corda hacia la Federación a partir del 1 de enero de 2024... ¿La Fundación se mantendrá activa hasta esa fecha? ¿Organizará la Fundación la próxima Copa y el próximo Mestres? ¿Preferirá la Fundación dejar de funcionar de manera inminente o esperar a que acabe la temporada? ¿Dejará la Fundación a los jugadores colgados seis meses después de verse traicionada por ellos? Al respecto, algunos jugadores ya han hecho ver que prefieren ser despedidos e ir por libre los próximos meses que no mantenerse a las órdenes de los dirigentes de la Fundación hasta diciembre.

Por último, hay que señalar que la Federación no tiene previsto hacer ninguna presentación pública del nuevo proyecto de la pilota profesional los próximos días. La idea es esperar que se cierre (si se cierra) el acuerdo con todos los jugadores de las dos modalidades y después poder hacer público el nuevo modelo de gestión. Lo que sí que se ha dejado entrever es que en la nueva estructura de la pilota profesional habrá un comité con la participación de todos los estamentos implicados. La voluntad es que no pase todo por una persona o un gerente, sino que haya participación constante de todos los actores involucrados, según explican desde la Federación. Esto implica jugadores, trinqueters y miembros de la Federación. Habrá que espera a ver cómo se plasma sobre el papel.

A pesar de que algunos no lo vieron, o no lo quisieron ver, la guerra iniciada hace unos meses entre Federación y Fundación está cerca de acabar en un cambio total en la gestión de la pilota profesional. Un cambio que, todo sea dicho, no es más que una marcha atrás a los años anteriores a la Fundación, cuando la Federación se hizo cargo de la pelota profesional por obligación y responsabilidad después de la liquidación de ValNet. De hecho, la Federación impulsó la creación de la Fundación para no tener que gestionar la pilota profesional. Ahora la recupera, según explican, por el malestar de los jugadores con la Fundación.

El mano a mano más importante, desgraciadamente, está jugándose fuera del trinquet. Una partida en la cual el "joc de cavallers" ha brillado por su ausencia.

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