Pase lo que pase, Beniparrell tendrá un nuevo campeón de la Liga CaixaBank de escala i corda. Mañana, en la final de Pelayo, dos jugadores de este municipio de l'Horta Sud dejarán de ser vecinos para convertirse en rivales. De un lado, Nacho Chacón Dalmau (34 años); del otro, Hilari Vázquez Pérez (22 años). Dos aspirantes al título, dos pilotaris forjados en las horas de trabajo oscuro y silencioso de la escuela de pilota de Beniparrell, en su calle de galotxa, apoyados por el trabajo de personas apasionadas por la pilota como Carlos Costa. Con ese pasado en común, Nacho e Hilari se enfrentan mañana en la partida más importante de la temporada del trinquet. Por su culpa, Beniparrell llega a la gran final con el corazón dividido.
No es la primera final para Nacho, pero sí la primera como mitger. Reconocido en la actualidad como el mejor jugador en su posición durante los últimos tiempos, Nacho ya sabe lo que es ganar dos ligas (2010 y 2019) como punter. En esta ocasión será diferente. Consolidado como mitger, el de Beniparrell es el líder de su equipo, acompañado por José Salvador y Guillermo, y para muchos es el gran favorito a la victoria. Unos meses después de ganar la Copa y apenas unas semanas de conseguir el Mundial, el triunfo supondría redondear un ciclo excelso. Tanto en la fase regular, después de un inicio dubitativo, como en las semifinales, este trío ha impuesto su ley con contundencia. Ahora le queda rematar el trabajo. Es mucho más fácil escribirlo que hacerlo.
Mañana, entre juego y juego, mientras los jugadores cruzan la cancha por bajo de la cuerda, a Nacho se le escapará alguna mirada furtiva hacia su conocido rival, al cual le dedicó unas palabras en la presentación de la final, hace unos días: "Hilari está siendo la punta que necesita todo equipo: está parando muchas pelotas y es un jugador muy inteligente que aporta mucho trabajo". Elogios de vecino.
Mientras esto pasa, mientras la partida avanza en busca de un campeón, alguien recordará aquel Nacho que fue campeón del Trofeo Corte Inglés y de la Supercopa de galotxa con el escudo del club de Beniparrell en el pecho, entre 2006 y 2008. Por aquel tiempo, Hilari, un niño de siete años, ya había decidido que quería ser jugador de pilota. La culpa, de su padre Hilario, también jugador de galotxa. Así que Hilari empezó a pelotear en la escuela de Beniparrell, mientras Nacho ganaba títulos para el club del pueblo y se iniciaba en su aventura como profesional de los trinquets. El referente que todos los pequeños querrían seguir.
Ahora bien, Hilari coincidió en la escuela de Beniparrell con la eclosión de otros referentes como Ana y Noelia Puertes, en este caso del raspall femenino. Con ellas, Hilari fue creciendo como jugador. Como Nacho, compitió con el primer equipo del club del pueblo en las competiciones de galotxa y, como Nacho, dio el salto muy pronto del profesionalismo. El duro y complejo salto a la pelota profesional. Al día a día. El destino quiso que su estreno en una Liga fuera como sustituto del mismo Nacho. Fue en Guadassuar, en 2020, con Francés y Pere como compañeros. Caprichos de la pilota.
En 2021, por cierto, Nacho e Hilari formaron equipo, junto a Giner, en el Trofeo Mestres, en el cual obtuvieron la victoria final. Es el único título que comparten los dos jugadores de Beniparrell. Dos años después y muchas partidas por el medio, de nuevo se volverán a enfrentar a una parte y otra de la cuerda, con Nacho como referente del trío de Vila-real e Hilari como punter titular de la Pobla de Vallbona, con Puchol II y Álvaro, en el duelo decisivo por la Liga.
Nacho e Hilari, Hilari y Nacho. Una partida dentro de otra partida. Una historia más de una gran final de la Liga CaixaBank de escala i corda que mañana coronará a su campeón en la catedral, en Pelayo. Beniparrell asistirá con el corazón dividido. Pase lo que pase, tendrá su nuevo campeón.