Vicent Marco: "Había que hacer más humor con los problemas valencianos"

El periodista valencià continua submergit en el món de l'escriptura i gaudeix de primera mà d'À punt com a guionista d'Assumptes Interns

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Periodista, escritor atípico y amante de su tierra. Así es Vicent Marco, autor de De categoria (internacional), De molta categoria y de Les Boles del Drac y una de las nuevas caras de À punt como guionista de Assumptes Interns y colaborador de À punt Directe con la sección "Si m'ho dius no m'ho crec".

¿Cómo surge la idea de escribir De categoria (internacional)?

A raíz de quedarme en el paro por el cierre de Radiotelevisió Valenciana, empecé a escribir y veía que la gente reaccionaba muy bien cuando lo hacía sobre los valencianos en clave de humor, sobre el folclore. No había televisión ni casi medios en valenciano y cuando escribí el artículo "El curioso castellano de los valencianos", con mucha gente que lo leyó, decidí juntar lo que tenía, ampliar información y aportar cosas nuevas. Me di cuenta que lo que escribes en un blog puede convertirse en un libro y estoy muy contento porque prácticamente todos los valencianos se han sentido muy identificados.

'Tengo un estilo y un lenguaje atípico y las editoriales no saben dónde encajarme'

¿A raíz de este éxito, te decides a lanzar De molta categoria?

Fue una evolución. El primero era prácticamente en castellano y ahora era más valenciano. Quería dar un paso más allá y no enfocarlo sobre cómo serían los valencianos, sino sobre cómo sería el mundo si fuera valenciano. También se introdujeron temas del primero que hacen mucha risa, como el valenciano escatológico. Tiene una parte de ciudad, de gastronomía, de fiesta… pero hay más temas y más variados.

¿Cómo es un valenciano “de categoría”?

Es una persona que haga un almuerzo de hora y media al menos un día a la semana, que le guste estar siempre en la calle, que hable y defienda su lengua, que en su casa se haga la mejor paella (o eso dice él) y que haga un ADSL, "asmorçar, dinar, sopar i lo que vinga", que suele ser un resopón a lo largo de la mañana que dura todo el día.

Con Les Boles del Drac has querido revivir la serie que marcó la infancia de tu generación. ¿Te has inspirado en tus recuerdos?

Va sobre los años 80 en la Comunidad Valenciana, donde crecimos en un contexto muy diferente porque estaba Canal Nou y veíamos dibujos en valenciano, como La Bola del Drac, que tenía mucho éxito. Entonces es un libro generacional para personas de entre 27 y 45 años. Los dibujos animados son el hilo para contar cómo era el amor sin los teléfonos móviles e internet, cómo era la programación, cómo jugábamos, pasábamos el verano… y el resultado es un libro muy amable con una ilustración muy buena de Raúl Salazar, que le da la vuelta a lo que yo cuento. Me he basado en mis vivencias, en las de Raúl y las de mi entorno, pero también me he tenido que documentar.

Has escrito sobre temas muy diversos. ¿Cuál dirías que es tu estilo?

Ahora voy a Barcelona con un grupo de escritores valencianos para presentar libros y la verdad es que a mí no saben en qué estilo encajarme. Por ejemplo, Les Boles del Drac no es ficción ni todo realidad, es complicado explicarlo, y en los dos primeros libros mezclo valenciano y castellano, que no se ve mucho. Podemos decir que hago un estilo atípico y un lenguaje también atípico, porque me gusta escribir en un valenciano de calle.

Me gustaría probar todos los estilos. Como periodista estoy haciendo cosas en televisión y he hecho prensa, radio y web. Ahora, quiero hacer lo mismo en la literatura, escribir poesía y, especialmente, una novela. Tengo una idea a la cabeza pero se necesita tiempo para escribir.

¿En que te inspiras para escribir?

Siempre que quedo con mis amigos del pueblo me inspiro mucho. Yo creo que la idea buena te aparece un día, sobre todo hablando con gente, pero al final es como un oficio. Cuanto más trabajas, más fácilmente te inspiras. Se tiene que coger el hábito para hacer el músculo que se necesita para escribir.

¿Cómo ves el panorama periodístico valenciano en este momento?

Yo creo que À punt está abriendo un abanico de posibilidades muy grandes, puesto que la tele ahora no sólo genera muchos programas y contenidos, sino que da mucha visibilidad a las cosas y esto hace que el resto de medios de comunicación se pongan las pilas y que la comunicación mejore. Especialmente mejora la de los pueblos, puesto que en la ciudad hay más difusión gracias a medios como el vuestro. Se tiene que pensar que si se retransmiten fiestas como la Tomatina o las Fallas, la gente lo conoce y llega a lugares donde no se había visto y crece. Pero como que no se tenía, el discurso venía contado por Madrid, donde el todo es “paella" y poco más. También es muy importante que los contenidos estén en la web porque la gente que no esté en València pueda ver qué ocurre y sentirse más cerca de casa.

'A la gente le gusta sentirse part de algo y cuando hablas de tu tierra te tocan el corazón'

¿Qué te parece la programación de À punt?

En general me parece muy digna para el principio, interesante, muy plural y hay programas que me gustan más y otros que menos, pero pienso que tienen mucha calidad. La apuesta es buena: por los pueblos valencianos, por temas valencianos, para gente valenciana y para recuperar el audiovisual valenciano. Ahora mismo, si ves la programación de otras televisiones públicas autonómicas o nacionales no tienen nada a envidiar. Sólo falta que la gente se crea que tiene una televisión y que tenga la necesidad de verla, y para ello se tiene que crear un contenido que la gente quiera ver.

Eres guionista de Assumptes Interns, donde se tratan muchos tópicos valencianos. ¿Qué tiene este tema para gustar a tanta gente?

A la gente le gusta sentirse parte de algo y cuando ves que están contando cosas que has vivido y te sientes identificado, te gusta verlo. Las cosas de tu tierra te tocan el corazón porque lo vives cada día, sobre todo cuando faltaba este producto para desdramatitzar los problemas y discursos de los valencianos y hacer una cosa divertida nuestra.

'Dicen que la langosta cambia la piel para crecer y siempre se siente incómoda. Yo soy igual'.

¿Cómo te imaginas de aquí a cinco años?

Espero haber publicado mi primera novela, estar haciendo cosas en la televisión, que es un medio que acabo de conocer y me encanta, y continuar creciendo haciendo cosas diferentes. Dicen que la langosta cambia la piel para crecer y siempre se siente incómoda y yo soy igual. Lo que no me veo es fuera de mi tierra, eso lo sé seguro.

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