Revolución en la avenida Blasco Ibáñez. El Servicio de Movilidad del Ayuntamiento de València ha iniciado los trabajos para modificar la vía y otorgar prioridad de paso para el transporte público. Así, las actuaciones, que incluyen labores de señalización y la implantación de nuevos sistemas de priorización semafórica, se desarrollan a lo largo de los 2,9 kilómetros que separan las avenidas de General Elio y Marí Blas de Lezo.
Tal y como señala el consistorio valenciano en un comunicado, el objetivo de la medida es optimizar la velocidad comercial de los autobuses de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) en ambos sentidos de la vía.
Sistemas inteligentes para la priorización semafórica
La intervención contempla la instalación de diferentes detectores inteligentes en todas las paradas de la EMT situadas en la avenida. En concreto, estos dispositivos permiten identificar la aproximación de un autobús y activar automáticamente la prolongación del tiempo de luz verde en los semáforos cercanos. De esta manera, se reduce espera del transporte público y se mejora la regularidad del servicio.

La programación de las fases semafóricas se ha realizado de forma conjunta entre el Centro de Gestión de Tráfico y la EMT València. Con esta coordinación, el consistorio pretende garantizar que las nuevas medidas no afecten negativamente al resto de usuarios de la vía, especialmente a los peatones y ciclistas que transitan habitualmente por la zona.
Reordenación del carril bus
Los trabajos incluyen también la segregación mediante elementos separadores del tramo comprendido entre las avenidas de Aragón y Manuel Candela. En el resto de Blasco Ibáñez, el carril reservado para autobuses y taxis se mantiene únicamente con pintura, sin separadores físicos, debido a la presencia de plazas de estacionamiento en el carril contiguo.
Además, se están repintando todas las marcas viales y actualizando la señalización vertical a lo largo de toda la avenida. Estas actuaciones se enmarcan dentro del proyecto de mejora del transporte público impulsado por el Ayuntamiento, financiado en un 90 % por los fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia Next Generation EU.
El concejal de Movilidad y presidente de la EMT, Jesús Carbonell, ha señalado que “estas actuaciones modifican el proyecto original previsto, aprobado en la anterior legislatura” y ha añadido que “a nuestro parecer se ajustan mejor al consenso social y a las demandas de las asociaciones vecinales, que nos pedían medidas menos agresivas y que suponían la pérdida de plazas de estacionamiento y la reducción de paradas de autobús”.