València quiere adelantarse a los retos que plantea el turismo urbano y lo hace apostando por la innovación. El Ayuntamiento, a través de València Innovation Capital, ha lanzado el reto ‘SmartTourFlow’, un concurso que busca proyectos capaces de crear una herramienta digital para monitorizar y predecir en tiempo real la afluencia turística en la ciudad. Una iniciativa pionera dentro de los retos GovTech, que conectan tecnología y servicios públicos para mejorar la vida en la ciudad.
La concejala de Turismo, Innovación y Captación de Inversiones, Paula Llobet, lo resume en una idea: “Queremos mejorar la experiencia del visitante sin comprometer la calidad de vida del vecino”. Es decir, un turismo sostenible y equilibrado que aporte valor y que conviva sin tensiones con la vida cotidiana. Y no es un reto cualquiera: hablamos de uno de los desafíos más ambiciosos que se han planteado en València, ya que supone definir la capacidad de carga urbana y saber hasta dónde puede llegar la ciudad sin perder calidad, seguridad ni convivencia.
El proyecto ganador recibirá un contrato de 50.000 euros + IVA para desarrollar un piloto en un plazo de 12 meses. Además, habrá dos propuestas finalistas reconocidas con 2.500 euros + IVA cada una. Las candidaturas podrán presentarse hasta el 21 de septiembre de 2025 a través de la Plataforma de Contratación del Sector Público.
Big Data, IA y gemelos digitales: la tecnología para un turismo más humano
La herramienta que se desarrolle con este reto no servirá para restringir visitas, sino para gestionarlas mejor. Será capaz de ofrecer resultados en tiempo real, emitir alertas cuando una zona esté cerca de la saturación y, lo más importante, anticipar escenarios para que no se produzcan situaciones incómodas ni de riesgo. De este modo, un guía turístico podrá redirigir a su grupo si una plaza está demasiado llena, o el Ayuntamiento tendrá datos fiables para actuar en caso de aglomeración.
Para ello, se apuesta por un cóctel de tecnologías punteras: big data e inteligencia artificial para anticipar comportamientos, gemelos digitales y realidad aumentada para simular escenarios urbanos, sensores IoT para captar información en tiempo real y sistemas de información geográfica que dibujen un mapa dinámico de la ciudad. Todo ello cruzado con datos de movilidad, densidad poblacional, presencia de residentes, alojamientos turísticos, calendario de eventos o incluso franjas horarias.
El sistema, además, tendrá que ser flexible. No es lo mismo gestionar un barrio del centro histórico en plena semana de Fallas que un enclave costero en pleno agosto. Por eso se valorará la capacidad de adaptación a cada zona y temporada, así como la integración con plataformas municipales ya existentes como VLCi o Visit València.
En palabras de Llobet, “con SmartTourFlow, València da un paso más hacia un turismo inteligente, responsable y humano, que protege nuestro patrimonio, cuida la convivencia vecinal y genera un impacto positivo real en la ciudad”. Una declaración de intenciones que refleja bien hacia dónde quiere caminar València: menos improvisación y más planificación, con la tecnología como aliada.