València espera que el soterramiento de las vías del Parque Central arranque en 2022

Després de 18 anys paralitzat, s’inicia el procés de construcció del canal d’accés que suposarà un avanç important per al desenvolupament del corredor mediterrani

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Vista aérea del Parque Central de València
Vista aérea del Parque Central de València
Noticia histórica para la ciudad de València. El soterramiento de las vías del Parque Central avanza, tras 18 años estancado, con la publicación, tanto en el Boletín Oficial del Estado (BOE) como en el Boletín Oficial de la Provincia de València (BOPV), del anuncio de ADIF sobre el inicio del periodo de información pública sobre la relación de bienes y derechos afectados por el proyecto básico de construcción del canal de acceso ferroviario en la ciudad, dando, de esta manera, un plazo de 15 días hábiles para que las personas, empresas o instituciones afectadas por las expropiaciones de terrenos puedan presentar las alegaciones.Se trata, así, del primer paso hacia el futuro soterramiento de las vías del tren, que no solo coserá la cicatriz ferroviaria que divide la ciudad, sino que, como ha explicado el alcalde de València, Joan Ribó, supondrá un avance importante para el desarrollo del corredor mediterráneo. "Hace solo unos días le escribí a la nueva ministra de Transportes mostrándole mi preocupación y hoy tengo que manifestar mi satisfacción porque ponemos en marcha un proyecto que estaba firmado desde el año 2003".Desde el Ayuntamiento se espera que las obras se pongan en marcha en 2022. No obstante, esta mañana está convocada una reunión en la que se avanzarán todos los detalles técnicos y aspectos importantes como los plazos de ejecución. Sin duda, una de las noticias más esperadas que el mismo alcalde ha equiparado a otras grandes noticias que ha vivido la ciudad, como el traslado del río Turia o la paralización de la urbanización del Saler.Y es que una vez construido el canal de acceso – ha señalado Ribó – "tendremos el proceso de penetración de los túneles y la nueva estación". Pero, además, se llevará a cabo la revisión del PAI Parque Central con el que nacerá una nueva zona urbana que unirá València.

València se prepara para el corredor mediterráneo

El Gobierno central ha adjudicado la redacción del proyecto de remodelación de la estación Joaquín Sorolla para adaptarla al Corredor Mediterráneo y al canal de acceso, con el objetivo de que pueda soportar el aumento del tráfico ferroviario que se prevé para los próximos años. Sin duda, se trata de la primera gran obra que se acomete en esta estación desde que se inaugurara, en 2010, como una estación provisional hasta que se culminara el proyecto del Parque Central.Así, a través de Adif se ha aprobado una inversión de 33,4 millones de euros, que se destinarán, por un lado, a la ampliación de vías – hasta diez – de ancho internacional, que permitirá asumir el aumento del tráfico ferroviario conforme vaya avanzando el Corredor Mediterráneo y, por otro, al incremento de 300 plazas más de aparcamiento para vehículos privados.De esta manera, además del gran anuncio que ha supuesto el inicio del proceso para la construcción del canal de acceso, las estaciones de trenes de València Nord y Joaquín Sorolla también acogen una de las actuaciones de mayor relevancia para el desarrollo del corredor mediterráneo. Adif ha autorizado la licitación, por 7,38 millones de euros, de las obras para la implantación del ancho estándar en el tramo entre ambas estaciones, que permitirá la circulación de los trenes de ámbito internacional y un impulso al corredor "como eje estratégico para el fomento del transporte por ferrocarril y el desarrollo socioeconómico del arco mediterráneo y su área de influencia".Las obras comprenden las operaciones necesarias en plataforma, superestructura y electrificación.

Los Beneficios

El corredor mediterráneo consiste en una doble plataforma – para viajeros y mercancías – de alta velocidad, que vertebrará el territorio uniendo ciudades como Algeciras, Murcia, València o Barcelona con el resto de Europa. Una infraestructura más que necesaria que no solo nos permitirá viajar más rápido y con más frecuencia, impulsando la economía y el turismo, sino que supondrá un importante beneficio económico, gracias a la reducción de las emisiones de CO2 – se estima una reducción de 900.000 toneladas –.

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