La ciudad de Valencia inicia una amplia transformación de su red de autobuses urbanos, que se ejecutará por fases hasta el año 2030. Así lo contempla el nuevo Plan Director de la EMT, presentado este martes. La reorganización afectará a un total de 44 líneas, entre nuevas rutas, modificaciones y fusiones. Pero no se implantará de forma inmediata, ya que todo el proceso se ha estructurado en tres grandes. A continuación, te explicamos cuáles son y cuándo se efectuarán.
Primera fase (2025): conexión con los nuevos barrios
La etapa inicial del plan se activará este mismo año. El objetivo principal será dar respuesta inmediata a las nuevas necesidades de transporte de dos zonas residenciales en desarrollo: Turianova, situada detrás del hospital La Fe, y Sociópolis, en el entorno de La Torre. Para ello, se ampliarán las líneas 8 y 9S, asegurando una conexión directa de estos barrios con el resto de la red urbana. Este primer paso tiene carácter prioritario dentro del plan y se ejecutará sin necesidad de esperar a la renovación completa de la flota.
Segunda fase (2025-2027): rediseño estructural
La segunda fase es la más compleja. Se desarrollará durante un periodo de 18 meses, hasta junio de 2027, y concentrará el grueso de las reformas estratégicas del Plan Director. Esta etapa supondrá la creación de nuevas líneas clave, la modificación de recorridos y la mejora de la cobertura en zonas con baja accesibilidad.
Uno de los grandes hitos de esta fase será la puesta en marcha de las líneas circulares C9 y C23, que surgirán de la transformación y ampliación de las actuales líneas 13 y 23. También nacerá la línea orbital C99, una ruta de gran capacidad que recorrerá las rondas exteriores, permitiendo desplazamientos rápidos entre barrios sin necesidad de atravesar el centro de la ciudad.
Además, se modificarán trazados para cubrir zonas hasta ahora con servicio limitado. Por ejemplo, la línea 73 se ajustará para dar cobertura a Safranar y la Fontsanta, y la línea 70 se prolongará hasta Vara de Quart y Sant Isidre, conectando con el polígono industrial. Por su parte, la línea 71 pasará también a incluir una parada en Fontsanta, mientras que la línea 64 llegará a la Ciudad del Artista Fallero.
Tercera fase (2027-2030): expansión final
La última etapa del Plan Director se desarrollará entre mediados de 2027 y el año 2030. Su función principal será completar y reforzar la malla de conexiones con nuevas rutas que consolidan el modelo de ciudad conectada en todas direcciones.
Durante esta fase se crearán tres nuevas líneas estratégicas. En primer lugar, la línea 42 conectará el Marítimo con el centro de la ciudad, mejorando los accesos a zonas turísticas. Por otro lado, la línea 65 unirá el centro con Benicalap, reforzando la movilidad en el eje norte. Además, la línea 96 será una ruta transversal este-oeste, que recorrerá la ciudad en línea recta. La previsión municipal es que esta fase, al igual que las anteriores, se adapte a la llegada escalonada de nuevos autobuses.
Cambios adicionales
Junto a estas tres fases principales, el plan también contempla actuaciones que dependerán del avance de infraestructuras y desarrollos residenciales. Por ejemplo, se cambiarán los trazados de las líneas 4, 19 y 92 cuando se habilite el carril reservado en la avenida del Puerto. La línea 7 se ampliará una vez se consolide el entorno urbano junto a La Fe. También se modificarán las rutas de las líneas 46C y 43 tras las obras de soterramiento del Parc Central y el desarrollo del PAI del Bulevar Federico García Lorca.
Aunque el diseño del plan ya está definido, su ejecución total depende de la llegada de 215 nuevos autobuses, cuya fabricación está en marcha. Estos vehículos permitirán retirar 185 de los 497 actuales, lo que elevará la flota total a 527 unidades, muchas de ellas más ecológicas y de mayor capacidad. Según las previsiones municipales, este rediseño supondrá un incremento del 16,6% en el volumen de servicio y un 39,1% más de conexiones entre barrios.