El grupo municipal 'popular' en el Ayuntamiento de València se ha preguntado este miércoles "cuántas cosas más tienen que pasar en la Empresa Municipal de Transportes" para "apartar" a Compromís del control de la compañía, que ha subrayado que cuesta cada año 100 millones a los vecinos de la ciudad.
Así lo ha indicado en un comunicado tras conocerse que la Inspección de Trabajo ha sancionado con 75.000 euros a la EMT "por cesión ilegal de trabajadores" entre la entidad y una subcontrata dedicada a la limpieza general de edificios y locales.
El concejal del PP y consejero en la EMT, Carlos Mundina, ha señalado en un comunicado que tanto el alcalde, Joan Ribó, como el presidente de la EMT y edil de Movilidad, Giuseppe Grezzi, "deben estar fuera del control de la EMT, pues su gestión ya nos cuesta todos los años a los valencianos 100 millones de euros" y ha calificado de "nuevo varapalo" la sanción conocida hoy.
Mundina ha hecho referencia a la estafa de cuatro millones sufrida en la entidad; al incendio en la cochera que afectó a una veintena de autobuses; a la sanción de Hacienda por 10 millones de euros por no declarar el IVA de los títulos de transporte y billetes entre abril de 2016 y noviembre de 2017; a la investigación de la Inspección de Trabajo por los urinarios de los conductores y a la última sanción de este organismo por cesión ilegal de trabajadores.