Este fin de semana, el Estadio del Mestalla se llenaba de emociones para celebrar el centenario de su fundación, un acto en el que los aficionados pudieron disfrutar de ver en el campo a algunos de los jugadores más populares del equipo valenciano. Sin embargo, parece que el futuro de este ‘templo deportivo’ está en el aire, o mejor dicho, lo está el del nuevo Mestalla que, aunque en principio está a la espera de continuar sus obras, puede que sea derribado.
Tras una entrevista en la que el presidente del Valencia CF, Anil Murthy, confesaba a Levante-EMV que la mayoría de aficionados estaría de acuerdo en que el club siguiese jugando en el estadio actual y, por tanto, descartando el traslado al faraónico nuevo Mestalla, las reacciones no han tardado en llegar. En concreto, el Alcalde de València, Joan Ribó, ha exigido esta mañana que se haga “un planteamiento serio” sobre la ubicación que se baraja, “porque tendrá que explicar qué quiere hacer de mayor”. Asimismo, Ribó ha señalado a los medios de comunicación que estudiarán el caso porque se han sorprendido con las declaraciones.
En la misma línea se ha manifestado Sandra Gómez, primera teniente de Alcalde y portavoz del PSPV, que ha explicado que hasta que no haya una “propuesta formal” su grupo no opinará al respecto, algo que ha compartido el concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarriá, que ha añadido: “Hay que recordar que toda la operación de Mestalla se basa en una Actuación Estratégica Territorial que depende de la Generalitat y hay un convenio entre el Ayuntamiento y el Valencia CF que se está cumpliendo”. Por ello, el responsable de urbanismo ha declarado que si esto se materializa, necesita el visto bueno de Generalitat.
Quien también se ha manifestado al respecto es Marea Valencianista. Su responsable, Miguel Zorío, ha emitido un comunicado y ha criticado que “Murthy engañó la semana pasada a todos los valencianistas generando una falsa expectativa de no construir el estadio nuevo y permanecer en el coliseo de la calle Suecia”. Así, ha destacado que si se derriba el nuevo Mestalla, el club podría tener pérdidas de más de 200.000 euros por perder los aprovechamientos urbanísticos, comerciales, hoteleros e indemnizaciones a los vecinos, lo cual implicaría “la quiebra automática del club y su desaparición”. Por ello, pide la “dimisión inmediata” del presidente.
Por parte de la Federació d’Associacions de Veïns de València, también hay un comunicado en el que muestran su voluntad de conseguir un acuerdo satisfactorio y ha recordado, además, que la entidad tiene una sentencia ganada que reconoce que las obras de las nuevas gradas del Mestalla viejo son ilegales y, por ello, “está en condiciones de pedir la ejecución de la sentencia”. Ante el posible derribo, los vecinos han pedido que haya una negociación con ellos y con el resto de partes y “si el Valencia llegara a un acuerdo con base legal con todas las partes implicadas, no se pediría la ejecución de esta sentencia”.