El parque “inundable” del nuevo cauce del Túria resiste a las fuertes lluvias

El proyecto del Ayuntamiento de València de restauración ambiental del río sigue estando en el punto de mira

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Nuevo cauce del Túria inundado tras las últimas lluvias
Nuevo cauce del Túria inundado tras las últimas lluvias

El largo período de lluvias vivido en la ciudad de València en las últimas semanas (más de176.4 l/m² en marzo) ha reabierto un debate en torno al proyecto de restauración ambiental del nuevo cauce del Túria. La acumulación de las precipitaciones dejó imágenes vistas en muy pocas ocasiones del río lleno de agua, hasta el punto que llegó a desbordarse a su paso por algunas localidades. La instalación de un parque en este área sería, por tanto, tal y como señala el plan, inundable.

En palabras del vicealcalde de València, Sergi Campillo, en declaraciones a Levante-EMV, estos hechos “lejos de desmontar” las bases del proyecto que maneja el gobierno municipal lo que hace es “reforzarlo”, ya que esta gran infraestructura hidráulica “ha recuperado su función como río" con estas grandes avenidas de agua. El plan es convertir el nuevo cauce del río en un corredor verde que conecte el parque natural de la Albufera y el del Túria con el de Cabecera y el jardín del antiguo cauce.

El proyecto que plantea el Ayuntamiento de València pretende hacer del nuevo cauce del Túria un parque fluvial. Por lo que podría albergar explanadas de césped, un eje ciclopeatonal que una los pueblos del Sud con la Desembocadura o instalaciones deportivas. Todo esto, teniendo en cuenta que serán inundables en algunas ocasiones, por lo que cerrarían al público en el caso de previsiones meteorológicas adversas.

Sin embargo, Campillo ya avisa que el objetivo de renaturalización del Nuevo Cauce “no es hacer un nuevo jardín en el Túria” sino “hacer un río y recuperar el ecosistema del río”. De momento, solo hay un estudio preliminar que se desarrollará a medio y largo plazo entre las administraciones estatal, autonómica y los municipios afectados. Lo único en firme a día de hoy es la existencia de una comisión técnica formada por dos representantes de la CHJ, tres del Ayuntamiento de València, y en la que se invitaría a participar a Quart de Poblet, Mislata y Xirivella, así como a la Generalitat.

En cuanto a la oposición, tanto PP como Ciudadanos han criticado esta iniciativa. El portavoz de Ciudadanos (Cs) en el Ayuntamiento de València, Fernando Giner, asegura que el plan para el nuevo cauce del río Túria es "impracticable, una auténtica barbaridad y una falacia" dentro del "falso ecologismo". “Debe replantearse ese proyecto y abandonar proyectos ilusionantes para la ciudadanía, pero nada realistas", añade.

En la misma línea, la portavoz del PP en el Ayuntamiento de València, María José Catalá, pide al alcalde, Joan Ribó, dejar el proyecto 'Llit nou, riu nou' por no ser ejecutable y le insta a centrarse en generar empleo y en bajar impuestos a los valencianos. "Se ve la realidad de los proyectos que se le ocurren a Ribó y que no se pueden materializar. Estamos viendo cómo se inunda el cauce", aseveraba cuando se produjeron las inundaciones.

El modelo de París, Barcelona o Zaragoza

Sin embargo, existen en otras ciudades de España o Francia instalaciones inundables muy próximas a sus riberas fluviales. Es el caso de París, Barcelona o Zaragoza, entre otros. No obstante, una de las cosas que más preocuparía al consistorio valenciano es el acceso al nuevo cauce del Túria, ya que a ambos lados hay un intenso tráfico.

En cuanto a la capital francesa, al lado del Sena hay instalaciones de todo tipo: áreas de juegos para niños, zonas de picnic, miradores y terrazas, cafés, rocódromos y pistas de petanca. Lo que ocurre en este espacio es que en el momento que hay una crecida del río, se prohíbe el acceso hasta que el agua se encuentre en un nivel normal.

El paraje del Meandro de Ranillas del Ebro, en Zaragoza, es otro de los referentes de parques fluviales inundables. Con una extensa llanura fluvial -unas 32 hectáreas-, fue acondicionado para albergar edificios y espacios de la Exposición Universal de 2008. Por ello, cuenta con infraestructuras capaces de hacer frente a las crecidas del río.

El último ejemplo recae en el Parc Fluvial del Besòs, en Barcelona. Este parque de desembocadura (más de tres kilómetros de longitud y entre 60 y 80 metros de ancho) registró en enero de 2020 una importante crecida. Estuvo cerrado durante varios días hasta que se reacondicionó el parque una vez el agua volvió a bajar por su cauce habitual.

La ejecución de un proyecto de tal calibro como la renaturalización del nuevo cauce del Túria llevaría años llevarla acabo. Así, esta idea se planteará en un proyecto definitivo a medio o largo plazo, por lo que tardará varios años en hacerse realidad si es que se decide seguir adelante.

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