El pasado 26 de abril arrancaban las obras de remodelación de una de las plazas más emblemáticas de la ciudad: la plaza de la Reina. Con un presupuesto de 12,3 millones de euros – de los que 3,3 millones provienen de fondos europeos – València sigue avanzando en la “reconquista del espacio público” – como señalaba el alcalde Joan Ribó – con el objetivo de contar, junto con la plaza del Ayuntamiento y la del Mercado, “con un potente paseo urbano”. “Desde mediados del siglo XX, estas plazas han sufrido un estado de colonización por los automóviles que ahora revertimos, compartiendo el espacio público entre todas las personas y haciéndolo más amable y menos contaminante”.
Y es que una vez finalizadas las obras, los 12.000 m² de la renovada plaza de la Reina contarán con 115 árboles frente a los 53 actuales; pérgolas que proporcionarán más de 1.300 m² de sombra; así como juegos infantiles, difusores de agua, contenedores soterrados, fuentes para beber o un nuevo aparcamiento público con nuevas rampas de acceso y puntos de recarga eléctrica. Asimismo, se señalizará el trazado de la antigua muralla romana y se recuperará la perspectiva visual de la puerta barroca de la Catedral.
En definitiva, un amplio espacio peatonal que limitará la circulación de vehículos a una conexión entre las calles de la Paz y San Vicente, garantizando el acceso a residentes, carga y descarga o transporte público. Como ya explicó el concejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, “el diálogo y el consenso han sido el hilo conductor del codiseño del proyecto, ya que ha contado desde el minuto cero con el impulso de una amplia fase participativa, gracias a la iniciativa ‘Participa Reina!’”.
Así, el avance de las obras continúa a buen ritmo, y todo apunta a que podrían estar finalizadas a lo largo del próximo año. Si bien, el Ayuntamiento de València está a la espera de la aprobación definitiva de la modificación del proyecto de peatonalización de la plaza de la Reina para determinar la fecha de la finalización de las obras y saber si se retrasan a la previsión de acabar después de las Fallas de 2022.
¿El motivo? Dos contratiempos que solo era posible descubrir una vez empezadas las obras: por un lado, un deterioro más avanzado de lo previsto de la estructura del aparcamiento público de la plaza; y unos hallazgos arqueológicos que, el pasado 3 de mayo, llevaron al personal técnico del Servicio Territorial de Cultura y Deportes de la Conselleria de Educación, Cultura y Deportes y de la Sección Arqueológica Municipal a indicar la necesidad de catalogar y excavar manualmente todos los hallazgos descubiertos del siglo XX hacia atrás.
Ambas circunstancias no solo han obligado a incrementar el presupuesto de la actuación en 1,6 millones de euros, sino que, además, se ha tenido que redactar la modificación del proyecto para reforzar la estructura del aparcamiento y ampliar las excavaciones arqueológicas, garantizando al tiempo la continuidad de los trabajos.
La actuación
En 2018, se presentaba el proyecto definitivo de remodelación de la plaza de la Reina, que corrió a cargo del arquitecto José María Tomás Llavador. Un proyecto que cambia, por completo, el diseño urbanístico de la ciudad, pero también la concepción que la ciudadanía tiene de la plaza.
En este sentido, la remodelación de la plaza de la Reina no solo consistirá en la creación de espacios verdes y zonas de sombra, la instalación de aseos públicos y el soterramiento de contenedores, o reservar un espacio central para el tradicional Mercado de la Escuraeta o el mercado extraordinario de Navidad, sino que esta plaza también dirá adiós a la rotonda central que da acceso al parking subterráneo. De esta manera, los accesos al parking se modificarán, y se situarán en la calle de la Paz para entrar, mientras que la salida se realizará por la calle del Mar.
Asimismo, se habilitarán paradas en los alrededores de la plaza para el servicio de taxi; y se crearán espacios diversos en la plaza que facilitarán la estancia, el esparcimiento, la socialización, el descanso y la realización de diferentes actividades.
Por último, el proyecto aplica criterios sostenibles, de forma que se utilizarán materiales de canteras próximas, incluirá vegetación autóctona o naturalizada que requiere poco mantenimiento y agua escasa, e iluminación de bajo consumo energético. Además, la disposición de árboles junto a la antigua calle Zaragoza recuperará la perspectiva visual de la puerta barroca de la Catedral; y en el pavimento de la plaza quedará dibujado el trazado de la antigua muralla romana.