Maite Ibáñez: “De las 150 familias acogidas estas semanas en València, 90 son ucranianas”

La concejala de Cooperación al Desarrollo y Migración ha asegurado que están preparando nuevos espacios para acoger a más familias ucranianas que se espera lleguen en las próximas semanas

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Olena y Volodymir Halynska junto con Altn y Bayrta sosteniendo carteles en contra de la guerra en el Casal d'Acollida de Rocafort
Olena y Volodymir Halynska junto con Altn y Bayrta sosteniendo carteles en contra de la guerra en el Casal d'Acollida de Rocafort

La concejala de Cooperación al Desarrollo y Migración del Ajuntament de València, Maite Ibáñez, ha estado hoy en el Casal d’Acollida de Rocafort (Horta Nord), una de las casas de acogida en la que habitan temporalmente varios grupos de ucranianos

Ibáñez ha asegurado que estas últimas semanas, y en especial estos últimos días, han estado llegando a la ciudad muchos perfiles de personas ucranianas, en su mayoría familias que huyen de la guerra, pero también grupos de estudiantes o matrimonios que se encontraban en la ciudad. 

El Casal d’Acollida de Rocafort ha acogido de momento a siete estudiantes ucranianos que se encontraban de ruta por España cuando estalló la guerra, y a Olena y Volodymir Halynska, un matrimonio ucraniano que se encontraba de viaje de placer en València. 

Olena, que es profesora de inglés en la Universidad de Kiev, ha transmitido su preocupación por la situación en su país y también por sus hijos, de 20 y 17 años. “Ellos han podido irse a casa de mis padres, a 40 kilómetros de Kiev. Mi hija quiere huir del país, pero mi hijo, que estudia Ingeniería, quiere quedarse para luchar por Ucrania”, ha contado. 

También ha instado a los gobiernos de Europa a que hagan todo lo posible para ayudar a Ucrania, ya que esto no es un problema de Ucrania, “es un problema de toda Europa”. Volodymir ha asegurado que cuando se enteró de los primeros bombardeos no lo podían creer: “cuando vinimos a València el día 22 el clima era tenso, pero nunca nos habríamos imaginado que Rusia fuera a atacar”. 

El matrimonio ha dicho estar esperando “no saben a qué”, pero quieren reunirse cuanto antes con su hija, con la que pueden mantener el contacto bastante bien por Telegram. También han transmitido la situación de algunos amigos y compañeros de trabajo que se han quedado en la capital: no tienen comida y pasan más de 20 horas en los refugios para protegerse de los bombardeos, soportando temperaturas que muchas veces son inferiores a 0 grados. 

Asimismo, en la casa de acogida viven Altn y Bairta, una pareja de lesbianas rusas, procedentes de la zona de Kalmukia, que huyeron del país el 17 de octubre por la represión y exclusión que sufren a causa de su orientación sexual. La pareja, que tiene además dos niños que ya están escolarizados en el municipio de l’Horta Nord, condena la guerra, al igual que todos los amigos y familiares con los que han podido hablar. 

Casal d'Acollida del Ajuntament de València en la localidad de Rocafort
Casal d'Acollida del Ajuntament de València en la localidad de Rocafort

En esta línea, Maite Ibáñez ha asegurado que también están llegado muchas personas rusas a València con el mismo perfil que Atln y Bairta. Huyen de su país por su orientación sexual, y muchas de ellas tienen que residir en casas de acogida hasta que obtienen los papeles para poder empezar a trabajar.

La convivencia entre rusos y ucranianos en las casas de acogida está siendo magnífica. Pueden comunicarse, porque tanto unos como otros hablan ruso y todos ellos están en contra del conflicto. Los rusos temen que se genere odio hacia la población rusa, y manifiestan abiertamente que Putin no les representa”, ha expresado la concejala de Cooperación y Migración. 

Ibáñez y los habitantes ucranianos han agradecido enormemente la ayuda que les han brindado las instituciones políticas, tales como el Ajuntament, el Consulado y la Generalitat, algunas asociaciones como Cruz Roja, y los propios residentes ucranianos en València, que han ofrecido cobijo y comida.

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