Las luces y sombras de la movilidad en el área metropolitana de València

Un informe de la Sindicatura de Comptes analiza la evolución de las políticas de movilidad urbana entre 2015 y 2019

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Dos ciclistas circulan por un carril bici en la calle San Vicente de València
Dos ciclistas circulan por un carril bici en la calle San Vicente de València

La Sindicatura de Comptes hizo público el pasado miércoles 2 de febrero un informe que analiza la evolución del transporte público en el área metropolitana de València. Entre sus conclusiones, destaca que desde el 2015 al 2019 las plazas de aparcamiento disuasorias aumentaron, a la vez que el número de personas que cada vez optan más por la bicicleta también ascendió. Sin embargo, también señala que las plazas públicas para no residentes han disminuido, así como que el servicio de metro o tranvía no ha mejorado.

Este informe ha sido elaborado por la Sindicatura de Comptes de la Comunidad Valenciana, una institución estatutaria independiente que se encarga principalmente de fiscalizar las cuentas de la Generalitat Valenciana, de los organismos que dependen y de las corporaciones locales valencianas. Así, analiza la evolución de movilidad en el área metropolitana de València durante los años cuatro primeros años del gobierno municipal de izquierdas. Además, se puede acceder al informe completo aquí.

Según expone el documento, la ampliación de los carriles bici es el dato más positivo. En 2020 la red llegó a una longitud total de 164 kilómetros de carriles segregados (casi un 20% más que en 2015) y a 32 de ciclocalles (+6,7%). También se incrementaron muy considerablemente los soportes públicos de 11.800 a 17.000 aproximadamente.

En este caso, las políticas realizadas por el área de Movilidad Sostenible que dirige Giuseppe Grezzi parecen haber dado sus frutos. En casos como el de la avenida Blasco Ibáñez, se vivió en entre 2015 y 2020 una subida de 1.300 a 1.500 bicicletas diarias aproximadamente. Mientras que en otras vías el aumento fue más significativo, ya que en Guillem de Castro entre 2017 y 2020 aumentaron las bicicletas diarias un 72% -de 2.000 a 3.500-; en la calle Xàtiva, un 76% -de 2.600 a 4.600-; y en la calle Colón, un 38% -de 2.600 a 3.600-.

Carril bici en València
Carril bici en València

Por lo que respecta a los coches, la Sindicatura registró un pequeño descenso del 0,7% -de 351.000 a 348.000 aproximadamente. Si bien los datos que recoge el consistorio anualmente muestran un claro ascenso todos los años en los vehículos privados registrados en la ciudad. En el área metropolitana, por su parte, se aumentó de 916.000 vehículos a 939.000 (+2,4%). Destaca, eso sí, el aumento de los puntos de carga eléctrica en València, que pasó de cero a 14.

Así y todo, el organismo de fiscalización explica que en València el número de plazas de aparcamiento públicas ha disminuido. Esto se debe, tal y como apuntan, a una "señal de la apuesta por buscar alternativas al vehículo privado" por parte del Ayuntamiento de València desde que el gobierno municipal cayese en manos de la izquierda en 2015. Concretamente, hubo una reducción que dejó a las 5.780 plazas existentes en 2015 a las 5.361 cuatro años más tarde. Por otro lado, las plazas disuasorias se incrementaron para "favorecer la intermodalidad", de 1.672 a 3.530.

Deberes pendientes en transporte público

Según señala el informe, "el número de unidades de metro y de tranvía se ha reducido de 124 a 106" y "la velocidad media del tranvía no ha cambiado pero la del metro ha disminuido de 38 a 33 km/h". Esto hace referencia al mismo período mencionado anteriormente (2015-2019), durante el que también se duplicó el tiempo de espera de los usuarios de Metrovalencia. "Los tiempos medios de paso han aumentado tanto en el tranvía (de 10 a 20 minutos) como en el metro (de 7 a 15 minutos)", expone.

Si bien la valoración respecto al tranvía no es del todo positiva, la cosa tampoco cambia demasiado respecto a la EMT. La Sindicatura de Comptes detalla que el tiempo de paso medio no varió de los 9 minutos, pero los autobuses sí fueron un 18,5% más llenos. Además, señala que la flota total apenas aumentó en un vehículo.

Sin embargo, sí que es cierto que los autobuses de la EMT se renovaron, por lo que se fueron sustituyendo aquellos más contaminantes por otros de baja contaminación. En cuatro años, se pasaron de apenas dos a 165 vehículos de bajas emisiones. Cabe destacar que en 2019 el Ayuntamiento adjudicó un contrato para la compra de 169 autobuses híbridos que han ido llegando de manera paulatina para suplir a otros vehículos antiguos e intentar aumentar la flota de vehículos, hechos que se han producido después del período analizado por la Sindicatura.

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