El mercado municipal de Jerusalén ha abierto sus puertas a la solidaridad. A lo largo de la mañana, un grupo de mujeres, llamadas ‘Las luchadoras’, han ofrecido, a todos los vecinos y vecinas del barrio, un café solidario para conseguir uno de los retos más significativos: ayudar a quienes más lo necesitan. Este y otros retos solidarios ya han comenzado a invadir la ciudad de Valencia por una causa común, llegar a la Magic Line con el máximo recaudado para destinarlo a San Juan de Dios Servicios Sociales de Valencia, que acompaña a más de 100 personas sin hogar en su proceso de recuperación e inclusión social.
Pero, ¿Qué es la Magic Line? Se trata de una caminata solidaria, no competitiva, que, por primera vez, tendrá lugar en nuestra ciudad, después de pasar por otras ciudades como Mallorca o Barcelona. Esta movilización solidaria, en favor de las personas en situación de vulnerabilidad, culminará el próximo 17 de febrero con una multitudinaria caminata, que partirá de tres puntos diferentes con distintos recorridos – 5, 10 y 20 km – que se irán uniendo hasta llegar a la Plaza del Ayuntamiento donde les esperará una gran fiesta, que contará con la actuación de asociaciones y entidades colaboradoras.
Sin embargo, y como explican desde la organización, “lo importante de la Magic Line son los meses previos a esta cita”, donde los diferentes equipos, formados por entre 5 y 20 personas, se marcan un reto económico y, a partir de ahí, comienza el camino para conseguirlo con la organización de diferentes eventos. El del mercado de Jerusalén ha sido un ejemplo, pero todavía quedan muchos más, como el del mercado de Ruzafa o el del albergue San Joan de Deu con un rastro solidario, de 10:00 a 14:00 horas, ambos el próximo 26 de febrero.
La carrera ya ha comenzado. Numerosas acciones de sensibilización y captación de fondos ya se han puesto en marcha en la ciudad. Sin embargo, no hay competición entre ellas, pues lo único verdaderamente importante es ser capaces de captar los fondos necesarios para, el próximo 17 de febrero, conseguir, entre todos, que la Magic Line se convierta en uno de los eventos más solidarios del año.