Los avances de la L10 refuerzan el plazo de 19 meses para conectar Natzaret

L’execució del metre, la integració tarifària i els plans d’ampliar la xarxa auguren grans canvis per a la fi de la legislatura

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"El objetivo es que en verano de 2021 esta línea ya esté en pleno funcionamiento". Así se pronunció el pasado martes el President de la Generalitat, Ximo Puig. Estaba en una visita a las obras de la futura L10 de Metrovalencia. Una esperada conexión que unirá el centro histórico de la ciudad con la Ciutat de les Arts i les Ciències pero, con especial trascendencia, con el barrio de Natzaret. La reciente adjudicación, por 25 millones de euros, para la puesta a punto del tramo subterráneo refuerza la imagen y descarta, de momento, retrasos.

La nueva vía cambiará la realidad del transporte metropolitano del Cap i Casal, al conectar zonas tradicionalmente 'excluidas' o con más difícil acceso con transporte público -en especial el barrio marinero-. Si los planes de la Conselleria de Política territorial, Obras Públicas y Movilidad -Arcadi España- y el Consell se cumplen, el fin de la legislatura en 2023 mostrará un panorama muy distinto.

Dentro de cuatro años, el ejecutivo valenciano no solo prevé que esta nueva conexión de Metrovalencia lleve dos años en funcionamiento, sino que esté ya operativa la integración tarifaria; una tarjeta única para metro, EMT y Renfe que facilite y transforme el transporte urbano. Así, cualquier persona podría utilizar el autobús en un tramo, para después realizar transbordo a metro o cercanías sin tener que pagar de nuevo; todas las zonas costarían lo mismo en los distintos métodos de transporte.

Larga historia

Fue el pasado seis de septiembre cuando se anunció el inicio del proceso de licitación del tramo subterráneo que, ahora, ya se sabe con seguridad que comenzará a obrarse a principios de 2020. Se trata de un tramo cuyo 'agujero' ya está realizado; se trataba de una promesa de los anteriores gobiernos del PP que, aunque llegó a realizar la infraestructura básica de los túneles, se paralizó durante siete años al comenzar la crisis económica.

Se trata de un tramo de gran significación social para una parte de València. La antigua T2 conectará Natzaret con la calle Alacant, al lado de la Plaza de Toros; actualmente el trayecto en bus para este tramo tarda entre 37 y 52 minutos, con una combinación de EMT, Metro y a pie. Las ocho nuevas paradas de Metrovalencia se podrán recorrer en, aproximadamente, 16 minutos. Se trata de una reducción de, mínimo, el 57%.

Futuras conexiones

La nueva línea estará compuesta por ocho paradas. Sin embargo, trae un 'problema' desde el inicio de su ejecución; está desconectado del resto de la red de metrovalencia. Tanto el inicio como el final de la ruta no tiene conexión con ninguna otra línea.

Por ello, desde el principio, se plantearon distintas posibilidades a abordar en un futuro. La más 'sencilla' se podría realizar en Xàtiva, una parada a solo unos metros de la futura de Alacant. El pasado 21 de noviembre, desde Obras Públicas, se señaló el estudio de crear un túnel peatonal para unir ambas paradas, que podría incluir una 'pasarela flotante', al estilo de los aeropuertos. En el final de la línea, en Natzaret, la intención es conectar, en un futuro, con el tranvía de la línea 8. Así, la nueva L10 quedaría conectado con toda la red.

También se manifestó, sin datos concretos de ejecución ni proceso, la intención de 'alargar' la línea hasta la estación Mercat, en el Mercat Central. Un tramo que también tiene parte de su infraestructura construida. Por último, como idea más remota, se planteó la opción de llegar al Pont de Fusta.

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