La Meditadora vuelve a la Plaza del Ayuntamiento "prácticamente nueva" y sin mascarilla

Espuig davant la possibilitat de pluja per a la Plantà: "Si plou amb coneixement, no passarà res; el dolent és que comence a caure calamarsa"

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meditadora
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La falla municipal La Meditadora ha vuelto este miércoles a la Plaza del Ayuntamiento de València "prácticamente nueva" y sin mascarilla tras un año y medio guardada en La Marina y para su nueva 'plantà' que empieza mañana jueves. Sus creadores se han visto obligados a retocarla por los efectos causados por la lluvia cuando estuvo plantada en marzo de 2020 y la humedad sufrida en este tiempo de almacenaje.El artista José Ramón Espuig ha explicado los retoques que han realizado para que la falla, bajo el lema 'Açò també passarà' (Esto también pasará) esté preparada para los actos falleros de septiembre. En relación con la previsión de lluvias para estos días, Espuig cree que "si llueve con conocimiento, no pasará nada; lo malo es que empiece a caer granizo", aunque considera que, una vez plantada, el monumento "ya puede aguantar bastante la lluvia".En esta línea, el otro artista fallero encargado de este proyecto, Manolo Martín, ha dicho que en Fallas "ya no tienes miedo de la lluvia porque hay muchísimos años malos", por lo que tendrán que adaptarse a lo que venga. A pesar de la situación meteorológica, Martín piensa que la gente va a responder bien porque "hay muchas ganas de ver cosas en la calle; es muy extraño todo".A su juicio, aunque van a perderse algunos eventos de estas fiestas a causa de la pandemia, como las "tremendas" 'mascletaes', que no se dispararán en la Plaza del Ayuntamiento, el monumento "es la falla, es el centro de las fiestas y eso va a estar en las calles". Además, considera que un porcentaje alto de la sociedad lo asume bien porque es "consciente de cómo está la situación".

"CERRAR CAPÍTULO"

Desde el sentimiento que tienen como artistas falleros al regresar a montar su falla, Espuig ha explicado que está "muy contento" porque "hay muchísima expectación" y ha insistido en que 'Açò també passarà', como bien señala el lema del monumento. Su compañero Martín ha incidido en que tienen muchas ganas de "cerrar un capítulo": "Las fallas se hacen para quemarse y no para guardarse"."Llevamos año y medio con las fallas guardadas, este es el cuarto transporte que hacemos de la falla municipal. Tenemos ganas de cerrar el capítulo de las fallas que se cierra también con el fuego", ha indicado el artista fallero.El coronavirus obligó el 17 de marzo del pasado año a quemar antes de tiempo y con las fiestas suspendidas la parte principal del monumento, a excepción de la gigante de La Meditadora, que se salvó momentáneamente de las llamas, sin anuncio previo y sin más público que los efectivos de bomberos y policía. A la cabeza se le colocó en esas primeras fallas suspendidas una mascarilla, que ahora ya no presenta.

"ESTA VEZ NO LLEVA PORQUE NO TIENE SENTIDO"

Espuig ha explicado que la razón por la que esta vez 'La Meditadora' no lleva mascarilla es para que la gente la pueda disfrutar porque con el cubrebocas "ya hubo muchos días que la disfrutaron"."Esta vez no lleva porque no tiene sentido. Tendría mucho sentido ponérsela para hacer un acto de quitársela, pero si hubiéramos vencido a la covid, que no lo hemos vencido", ha señalado Martín quien ha considerado que "merece tener su cara limpia, esplendorosa, para culminar en el fuego su larga vida, que llega a su fin, sin mascarilla, como dentro de poco espero que podamos estar todos".

MONTAJE

Manolo Martín ha explicado que este miércoles solo iban a llevar a cabo el transporte del monumento y que planean tener montada la falla entre el jueves y el viernes. "A partir de ahí, lo que queda hasta la Plantà, iremos a montar otras fallas que tenemos tanto mi compañero José Ramón como yo. El lunes y el martes volveremos a rematar lo que son las juntas, traer los 'ninots'... lo que llamamos acabados", ha resumido.

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