Rechazo absoluto al proyecto de construcción de un parque acuático en los terrenos del antiguo Pouet, junto al Bioparc. La empresa gestora de este parque de animales – Rain Forest – presentó, en 2017, esta iniciativa que consistía en la utilización de 25.000 metros cuadrados para la creación de un parque acuático inspirado en África, con puentes tibetanos, tirolinas y pasarelas. Un proyecto que, además, incluía la rehabilitación de la Alquería del Rey y la Casa Figuerols para convertirlas en centros de interpretación de la naturaleza.
No obstante, todo apunta a que la idea de la empresa Rain Forest no tendrá mucho más recorrido. Y es que a la negativa de diferentes asociaciones y entidades de Campanar y Benimàmet, se le ha sumado el rechazo de la vicealcaldesa de València y concejala de Desarrollo y Renovación Urbana, Sandra Gómez, que ha mostrado absoluta sintonía con las peticiones vecinales.
“Hoy en día, en plena emergencia climática, no tiene sentido plantear este proyecto en el casco urbano de una ciudad. Compartimos la necesidad de reformular los compromisos suscritos con Rain Forest respecto a la parcela donde se ha planteado ubicar un parque acuático, e instaremos a la empresa a que plantee un proyecto más verde y sostenible, en línea con el desarrollo de grandes pulmones verdes que necesita la ciudad”, ha apuntado Gómez.
En este sentido, la asociación vecinal de Campanar, junto con la Taula Per la Partida y otras entidades de Campanar y Benimàmet, han desarrollado un proceso participativo del que ha resultado una alternativa ya no solo al proyecto del parque acuático, sino también a la fachada este de la huerta entre este barrio valenciano y el pueblo de Benimàmet.
Aunque la presentación de la propuesta se llevará a cabo el próximo martes, 18 de enero, a las 19:00 horas, en la calle Mossén Rausell, 4 (Cau de la Colla de Dimonis de Campanar), el presidente de la asociación vecinal de Campanar, Pep Benlloch ha adelantado, a este diario, que “lo que planteamos es, por un lado, la renegociación del convenio entre el Ayuntamiento de Valencia y Rain Forest para que los antiguos terrenos del Pouet pasen de nuevo a titularidad municipal para la creación de un parque de recreo, con juegos de agua para niños, que permitiría una transición más amable entre la huerta y la ciudad, además de ganar espacio urbano para la ciudadanía; pero también pedimos que se paralice el desdoblamiento del último tramo de la Ronda Norte, en Pío Baroja”.
En este sentido, explica Benlloch, “pensamos que sería mejor que se mantuvieran los dos carriles por sentido – existentes en la actualidad – y que se lleve a cabo una urbanización con aceras y jardines para el disfrute de la ciudadanía y la pacificación de la zona”. Asimismo, otra de las iniciativas que se expondrán durante la presentación del proyecto ‘La Fachada de l’Horta’ está relacionada con la liberalización de los terrenos comprados por grandes constructoras para que “en vez de edificar, se garantice la supervivencia de la huerta”.
Por el momento, en lo que sí hay consenso absoluto es en el rechazo a la creación de un parque acuático que, como bien señala el presidente de la asociación vecinal de Campanar, “consumiría 500.000 litros de agua al día. En una situación de emergencia climática es una burrada, pero además sería un atentado contra la huerta, ya que pondría en peligro los pozos de riego que utilizan los agricultores de las huertas de Campanar – Benimàmet”.
Rehabilitación urgente de las alquerías del Rey y del Figuerol
Finalmente, desde la asociación vecinal de Campanar y la Taula per la Partida exigen la rehabilitación integral y urgente de las alquerías del Rey y del Figuerol por parte de Rain Forest para ser habilitadas como espacios sociales y culturales para la ciudadanía.
Recuerdan que el pasado 23 de noviembre, las lluvias provocaron el derrumbe de una parte de la Alquería del Rey, datada del siglo XVI y considerada Bien de Relevancia Local, debido a la “degradación de la edificación y a la falta de mantenimiento que corresponde realizar a la empresa Rain Forest”.
“Desde que fue expropiada a los últimos habitantes, la alquería ha sufrido dos incendios y continuas ocupaciones ilegales que la han llevado al estado de ruina actual. Por otro lado, la vegetación que crece a su alrededor contribuye a la degradación”. Ante esta situación, desde la Taula per la Partida señalan la necesidad de hacer cumplir a la empresa gestora de Bioparc con su compromiso de rehabilitación y conservación de este patrimonio, “que es una de las pocas referencias que nos quedan del antiguo barrio del Pouet”.
