El Gobierno daba luz verde el pasado viernes a la ampliación del puerto de València a través de un informe favorable elaborado por el Organismo Público Puertos del Estado (OPPE) que depende el Ministerio de Transportes. Así, el departamento ministerial daba vía libre para la construcción de una nueva terminal de contenedores en el puerto.
Uno de los puntos más significativos de este informe es que descarta la necesidad de hacer una nueva Declaración de Impacto Ambiental (DIA) como requisito imprescindible para llevar a cabo la ampliación norte. Por ello, desde el OPPE se considera que la DIA que ya se realizó hace 15 años, concretamente en el 2007, sigue vigente.
Sin embargo, Puertos del Estado sí que observa que la Autoridad Portuaria de València (APV) “en calidad de promotor de la actuación” deberá emitir una certificación antes de aprobar el proyecto de ampliación norte que detalle que este no debe ser evaluado ambientalmente.
Así, desde Puertos del Estado se confirma que el plan de ampliar el puerto de València ya presenta “todos los elementos de juicio necesarios para emitir esa certificación”. Por esta razón, según reitera este organismo, el informe favorable del Estado respalda que no es indispensable un nuevo estudio ambiental, ya que no se inclumplen ninguno de los supuestos que recoge la ley de evaluación ambiental aprobada en 2013.
Por otro lado, desde la APV se justifica no hacer una nueva DIA argumentando que, a pesar de que el proyecto ha sufrido modificaciones, estas no causan un aumento de las emisiones, “sino muy al contrario, supone una reducción de emisiones”.
Cambios en el proyecto del puerto
En concreto, la planificación inicial ha sufrido dos modificaciones principales. En primer lugar, debido al cambio en la configuración de los muelles, que ahora estarán dedicados totalmente a contenedores, se ha incrementado la cantidad de material de relleno que se empleará.
Mientras que en el proyecto inicial (y lo que se establece en la DIA de 2007) se preveía usar 19 millones de metros cúbicos de arena para rellenar los muelles, ahora esa cantidad ha aumentado hasta los 23 millones, cuatro millones más.
No solo eso, sino que también se ha trasladado la terminal de cruceros a los astilleros de Boluda y cuyo emplazamiento, con un total de 4700 metros cuadrados, alojará dos torres de oficinas y una zona de aparcamientos.
El informe desmiente más daños medioambientales
A pesar de las modificaciones realizadas en el proyecto inicial, el último informe publicado por el Ministerio de Transportes desmiente que se vayan a producir más consecuencias medioambientales de las que ya se habían estimado en la Declaración de Impacto Medioambiental (DIA) de 2007.
En cuanto a los vertidos en los cauces públicos o el litoral, el documento plantea que estos serán “inapreciables”, ya que no se va a producir una dispersión de los materiales finos que pueda afectar a los espacios protegidos que se ubican en el entorno del puerto.
Por otro lado, tampoco se generarán más residuos porque se prevé aprovechar los materiales que resulten de las demoliciones, aquellos que provengan de los dragados y de la retirada o desmontaje de las instalaciones que ya hay en el puerto.
Esto, y según el informe ministerial, contribuirá a que no se deban extraer más recursos naturales. Del mismo modo, tampoco se tiene contempladas variaciones, respecto a la DIA de 2007, que afectan en mayor o menor medida al patrimonio cultural ni subacuático de la Comunitat Valenciana.
Reacciones políticas
El anuncio de la APV de mantener la DIA de 2007 no ha tardado en causar reacciones, tanto a favor como en contra, de los principales líderes políticos a nivel autonómico. Una de las más destacadas ha sido la del alcalde de València Joan Ribó, quien se posiciona, de forma contundente, en contra de iniciar la ampliación del puerto sin realizar previamente una nueva DIA.
Para Ribó, esta nueva declaración debería tener en cuenta “elementos clave” como son conocer los efectos que tendrá esta ampliación en las playas del sur o considerar cómo afectará a la movilidad tanto en la propia ciudad como en su área metropolitana. “Quiero una ciudad con puerto, no un puerto con ciudad”, declaró el pasado viernes.
“Como alcalde digo lo mismo que dije en su momento: la ampliación del puerto exige una DIA que evidentemente deben hacer las autoridades medioambientales, no lo puede hacer Puertos del Estado; no puede ser la misma organización que hace la obra y que se da el permiso, no tiene sentido”, ha subrayado el primer edil.
Por su parte, la síndica de Compromís en les Corts Papi Robles también se ha posicionado a favor de una nueva DIA y ha anunciado que su formación política se unirá a los recursos judiciales que interpongan los movimientos vecinales que luchan en contra de esta ampliación si las obras empiezan sin una nueva DIA.
La vicepresidenta Mónica Oltra defendió el viernes tras el pleno del Consell que la ampliación del puerto de València y "todas las decisiones políticas" deben seguir la hoja de ruta del Botànic que tiene como uno de sus ejes principales la lucha contra la emergencia climática.
Mientras tanto, el president Ximo Puig aboga por encontrar “un equilibrio” que compatibilice los criterios medioambientales con “las posibilidades de crecimiento y de prosperidad social a los valencianos”.
Desde el PP, la portavoz de los populares en el Ayuntamiento de València, María José Catalá, celebra el informe favorable del Ministerio y cree que la ampliación “es vital para atraer y consolidar inversiones estratégicas en la Comunitat”. Aun así, Catalá ha pedido al Gobierno central que lleve a cabo “inversiones para proteger y regenerar las playas de València”.
