Expertos recomiendan revisar los edificios anteriores a 2006 tras el incendio de Valencia

El edificio de Campanar estaba revestido de lana de roca pero también podría haber presencia de poliuretano

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Incendio en Campanar (València) / Foto: À Punt
Incendio en Campanar (València) / Foto: À Punt

El devastador incendio que se produjo, este jueves, en un edificio de Campanar (Valencia) ha puesto de manifiesto la necesidad de revisar las construcciones previas a 2006. Y es que aunque el Colegio Oficial de Arquitectura Técnica de Valencia asegura que no se utilizó poliuretano como aislante en la fachada, sino lana de roca; otra cosa son las placas de aluminio, que son ignífugas, que se colocaron en la parte exterior de la fachada y que puede estar conformando un composite. Así todo apunta a que el poliuretano, material altamente inflamable, estaba colocado entre las placas y la fachada interior, lo que podría haber  facilitado la propagación de las llamas del fuego por todo el edificio en cuestión de minutos. Tampoco ayudó la falta de separación entre plantas y, por supuesto, las fuertes rachas de viento que dificultaron las labores de extinción de los equipos de emergencias.

Como explica José Luis Esteban Penelas, catedrático de proyectos arquitectónico de la Universidad Europea, “hasta 2006, cuando se actualizó el Código Técnico, el poliuretano era un material muy utilizado en construcción para obtener aislamiento térmico y acústico en viviendas. El problema es que estamos hablando de un material que se quema a una gran velocidad creando ese efecto chimenea que vimos en el incendio del edificio en Campanar”. Así, añade, “cuando el poliuretano se quema, se descompone. Además, al ir vaciándose la cámara ventilada, el fuego se va potenciando”.

Cabe recordar que, en la actualidad, el uso del poliuretano en construcción está totalmente prohibido. Como asegura José Luis Esteban Penelas, “en todas las edificaciones construidas después de 2006 no solo se han utilizado materiales completamente ignífugos, sino que, además, ahora la normativa obliga a que los edificios dispongan de un cortafuegos original cada dos – tres plantas para evitar que, en caso de incendio, el fuego se expanda por todo el edificio”.

Incendio del edificio de Campanar en València.
Incendio del edificio de Campanar en València.

En el caso del incendio de Campanar, la mala suerte también ha jugado un papel muy importante. Y es que a las rachas de viento se suma que el foco del incendio se originó en las plantas inferiores. “Si se hubiera originado en las plantas superiores, el fuego no habría bajado, pero lo que se produjo aquí fue un efecto chimenea”. Asimismo, “los bomberos tampoco pudieron acceder a la columna seca que tienen los edificios en su interior y, por tanto, los trabajos de extinción se complicaron mucho”.

Así, José Luis Esteban Penelas recomienda que se revisen todas las edificaciones construidas antes de 2006 que dispongan de cámara ventilada. “Sería necesario que los administradores de fincas, junto con las comunidades de vecinos, reclamaran la revisión de los edificios por parte de técnicos cualificados para comprobar si hay presencia o no de poliuretano”. 

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