La tradición repostera valenciana ha vuelto a cobrar protagonismo con motivo de la 38ª edición del Concurso de Dulces de Pascua, celebrado los días 14 y 15 de abril en Valencia. Esta cita anual, impulsada por el Gremio de Panaderos y Pasteleros de Valencia con el respaldo de la Diputación, ha reunido a los mejores profesionales del sector para rendir homenaje a los sabores más característicos de la Semana Santa en la Comunitat Valenciana.
Los premiados
En la categoría dedicada a los productos típicos de estas fechas, la Pastelería Vicente García, de la capital del Turia, ha obtenido el primer premio con su mona de Pascua tradicional. Por su parte, el galardón al mejor panquemao ha sido otorgado al Horno Inma Moliner, de Mislata, mientras que el premio a la mejor torta de pasas y nueces ha recaído en el Obrador La Dama Salvaje, también de Valencia.

Una de las categorías más llamativas ha sido la de Innovación, que este año ha reconocido el talento creativo de David Esteve Pastisseria, gracias a su original Pascuattone. Este dulce, concebido como una fusión entre tradición y modernidad, combina ingredientes tan variados como la naranja confitada, el boniato, la calabaza, las nueces y el chocolate puro, dando lugar a un panettone de temporada con identidad propia.
Mención especial merece el Horno San Antonio, con establecimientos tanto en San Antonio de Benagéber como en el Mercado Central de Valencia, que ha conseguido un doble reconocimiento: por su ornamentación comercial de Pascua y por la creación de la mona artística más destacada del certamen.
Una campaña con mensaje
El concurso se enmarca dentro de una campaña más amplia que impulsa el Gremio cada año con el objetivo de visibilizar y poner en valor la repostería artesanal de los hornos tradicionales. En esta ocasión, el lema elegido ha sido #LaMonaViajera, acompañado del mensaje: “Te tomes donde te tomes la mona, que sea de tu horno de barrio”. Con ello, se busca reforzar la importancia del consumo local y promover la fidelidad hacia los establecimientos de proximidad, que elaboran más de 700.000 dulces artesanales en esta época del año.
Para Juanjo Rausell, presidente del Gremio de Panaderos y Pasteleros de Valencia, este certamen va mucho más allá de una simple competición:
“Es una forma de reivindicar nuestro oficio, de mantener vivas recetas que forman parte de nuestra identidad cultural y, al mismo tiempo, demostrar que somos capaces de adaptarlas a los nuevos tiempos con creatividad”.
Una vez finalizado el certamen, todos los productos presentados por los obradores participantes han sido donados a Casa Caridad Valencia, organización referente en la atención a personas sin hogar o en riesgo de exclusión.
Evaluación rigurosa y dos días de competición
La valoración de los productos ha sido llevada a cabo durante dos intensas jornadas. En la primera, celebrada en el Centro de Artesanía de la Comunitat Valenciana, los dulces de Pascua fueron sometidos a una cata a ciegas por parte de un jurado compuesto por expertos del sector, críticos gastronómicos, miembros de la Academia de Gastronomía de la Comunitat Valenciana y representantes de asociaciones de consumidores.

Los aspectos clave a la hora de puntuar incluyeron elaboración, sabor, aroma y presentación final. Las categorías evaluadas fueron: mona tradicional, panquemao, torta de pasas y nueces e innovación.
La segunda jornada, dedicada a la ornamentación comercial y la mona artística, incluyó visitas presenciales a los establecimientos, donde se valoró la ambientación, creatividad en los escaparates, variedad de productos y su presentación. El jurado en esta fase contó también con profesorado de la Facultad de Bellas Artes, lo que aportó una visión artística y estética al proceso de evaluación.