El transporte público valenciano gana la partida al privado

L’increment de les inversions i la transformació del model valencià ha provocat un augment continuat d’usuaris

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València ha vivido una gran transformación en cuanto a la movilidad urbana se refiere. La hoja de ruta del Govern de la Nau y del Botànic para reducir la contaminación y construir una ciudad más sostenible se ha traducido en la clara apuesta por impulsar el transporte público y los datos revelan que así lo han conseguido, con un aumento de usuarios y usuarias tanto en autobús como en metro que disfrutan de las últimas novedades del servicio.

Uno de los cambios más notables es el del servicio de autobús de la Empresa Municipal de Transporte (EMT), que ha protagonizado especialmente esta transformación. Y es que el actual gobierno, formado por Compromís, PSPV i València en Comú, ha defendido siempre que había estado olvidado por el anterior equipo. De hecho, el periodo entre 2007 y 2014 se caracterizó por el déficit en inversiones de 33 millones de euros y se optó por pedir un crédito para hacerle frente y salir a flote.

Mientras que en 2012, 2013, 2014 y 2015 la inversión rondó los 55 millones de euros “con pocas variaciones”, según el concejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, una vez que la nueva corporación municipal jugó con sus propios presupuestos, se incrementó. Así, tal y como reflejan informes oficiales, en el año 2016 se destinaron 4 millones más, 59; en 2017, 60; en 2018, 62,65 y en 2019, 65,5. La apuesta será más visible en los próximos 4 años, ya que el Govern de la Nau se ha comprometido a rondar los 75 al conseguir un crédito del Banco Europeo de Inversiones (BEI), un hecho que, según Joan Ribó, alcalde de la ciudad, ha achacado a “haber salido del Plan de Ajuste y por la solvencia de la EMT”.

EMT

De esta manera, la inyección económica desde hace 4 años y la que se espera para los siguientes, se ha traducido en un aumento de ventas de billetes ordinarios y de bonobús, la oferta de nuevos bonos, la renovación de la flota, que ha bajado su edad mediana de los 13,8 a los 8,5 años, y, sobre todo, en un mayor número de vehículos. Los 75 millones de una próxima legislatura servirían para adquirir 200 nuevos autobuses híbridos que se suman a los 176 que se han unido desde 2015.

Como resultado, el consistorio anunciaba el martes los últimos datos de la entidad relacionados con los usuarios y usuarias: en 2017 crecieron hasta los 95,49 millones y en 2018, se registraron 96,13, lo que supone un 0,67% más respecto al ejercicio anterior.

El caso del metro ha ido en paralelo por una cifra muy destacada: una inversión de 150 millones de euros entre 2015 y 2019 del Consell para Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV), que incluye Metrovalencia y el TRAM de Alicante. Así lo indica la propia empresa, que recientemente ha anunciado que este año la inversión será de 37,6 millones solo para Metrovalencia, frente a los 13 del ejercicio anterior.

En concreto, esta inyección económica que contrasta con la de años como 2013, donde hubo 14,3 millones para las dos entidades, se ha destinado e electrificación, señalización y control de instalaciones, pero también a adaptarse a los nuevos tiempos. Un ejemplo es la introducción de la Tarjeta TuiN, que ha reducido considerablemente el uso del Bonometro, su Plan de Accesibilidad Universal desde 2017 hasta 2013 o uno de los servicios más esperados por los usuarios: el nocturno. “Desde la Generalitat seguiremos apostando por un transporte público con valor añadido para los usuarios y clientes y ampliaremos el servicio nocturno los fines de semana”, ha declarado la consellera de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, María José Salvador.

Asimismo, en las últimas semanas ha cobrado mucho protagonismo el anuncio del comienzo de las obras de la Línea 10 (antigua T2), tras años de parón por falta de financiación. Será en este mes de abril cuando la primera fase empiece su marcha con un plazo de ejecución de siete meses y medio. De hecho, el aumento considerable de inversión en este 2019 se debe principalmente a este proyecto, ya que 24 millones irán para la línea que conectará Nazaret con la Estación del Norte.

Al igual que ha ocurrido con EMT, cada vez hay más personas que utilizan el metro valenciano, especialmente por motivos de trabajo y estudios, según un estudio de la empresa. Si en 2015 el número de usuarios era de 60,5 millones, cada año se han subido peldaños hasta llegar a los del pasado ejercicio, cuando se registraron 67,3 millones. Y con buena valoración, ya que según el Índice de Satisfacción del Cliente (ISC) de 2018, su nota es de notable, con un 7,8 de media.

tunel_metrovalencia

Sin embargo, este crecimiento no se corresponde con el del servicio de cercanías de Renfe. A finales del año pasado, la Plataforma de Defensa del Ferrocarril de la Confederació General de Treball (CGT) de València denunció que su deterioro ha supuesto la pérdida de casi diez millones de usuarios anuales, principalmente porque las obras del Corredor Mediterráneo entre la ciudad y Castelló afectaba con cortes de circulación y disminución de las frecuencias. En 2017, concretamente, se suprimieron 2.000 trenes de cercanías.

Por ello, Compromís ha pedido en varias ocasiones que esta competencia pase del Estado a la Generalitat porque, según Fran Ferri, síndic del partido valenciano, se trata del “peor servicio de Cercanías de todo el Estado”. Además, el dirigente explicó en su momento que “hay un incumplimiento flagrante de todos los planes de inversión de los diferentes gobiernos del Estado y esa falta de mejora y adecuación de las infraestructuras ferroviarias de nuestro territorio la están pagando los valencianos con un sistema al borde del colapso”.

Este tema también ha llegado al Ayuntamiento de València y en el último pleno se aprobó una propuesta de Grezzi para reclamar una mejora. Así, la corporación municipal ha instado al próximo gobierno del Estado a que mantenga la partida de 174 millones de euros que contemplaba el proyecto de los Presupuestos Generales del Estado de 2019.

Ribó, por su parte, destacó que “es necesario integrar el futuro servicio de Cercanías en el transporte del área metropolitana para ir a un modelo de una tarjeta única” porque ven “cómo cada mes está bajando el número de personas que utilizan el transporte privado mientras aumenta en las entradas y las salidas de la ciudad”.

Los datos lo dejan claro: los valencianos y las valencianas apuestan cada vez más por desplazarse en su día a día con el transporte público. Un sistema que aboga por la sostenibilidad y que se ha transformado en los últimos años con el objetivo de avanzar hacia un futuro moderno donde es más necesario que nunca que todos los servicios estén al día, como reflejan los datos.

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