¿El juguete tiene género? Pon el punto final a los juguetes sexistas

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La Conselleria de Igualdad y Políticas Públicas presentó la pasada semana una campaña publicitaria para concienciar en estas fiestas sobre qué regalos elegimos y por qué, impulso al que también se sumará el Ayuntamiento de Valencia. Lo manifestó de esta forma Mónica Oltra, consellera y vicepresidenta del Consell, haciendo un llamado “para no contribuir a estereotipos de género en la compra de juguetes para niños y niñas”.

“El joguet no té gènere” se llama esta iniciativa que intenta evitar que las empresas persuadan a los adultos para que estos escojan regalos “acordes” al sexo de sus hijos o hijas. Psicológicamente, un regalo puede significar muchas cosas para quien lo recibe y, de hecho, es uno de los puntos de inflexión para frenar la espontaneidad de una niña que quiere un balón de fútbol, por ejemplo.

joguets NadalEl cantautor chileno (Me Llamo) Sebastián dice en una de sus canciones más conocidas: “Niñas rosadas/ niños de azul/ si hay montones de colores/ ¿por qué solo dos combinaciones?”. Como él, muchos artistas proponen un cambio de mentalidad para conformar un hábito y entender que, si se trata de colores, los gustos no están predefinidos por "orientación" o lo que sea. Esa idea se traspasa ahora a la voluntad de la Generalitat y, a su vez, a la de los valencianos.

Frecuentemente sucede lo mismo con los juguetes para regalar cada Navidad, con publicidades engorrosas que entre la programación infantil muestran a niños empecinados en conseguir un coche con mando a distancia y a ellas con la necesidad de comprar una Barbie que solo trabaja en la cocina. Hoy en día, esas estimulaciones directas son asunto del pasado.joguets Nadal

Oltra afirmó al anunciar la campaña que ahora como siempre existe “el derecho universal de cualquier niño a jugar, y como tal debe poder ejercerse sin perjuicios ni restricciones, que en la mayoría de los casos vienen impuestas por estereotipos rancios”. Estos daños colaterales que deja tras de sí aquella irresponsabilidad de definir roles son los más dañinos a largo plazo. Finalmente, cuando un niño o una niña se acerca a algo para jugar no le importa si el envoltorio es rosa o azul. Simplemente los mueve la curiosidad y no el requerimiento de ser “hombre” o “mujer”.

De hecho, en la Navidad de 2003 el Observatorio Español de Publicidad Sexista realizó un estudio sobre la publicidad relativa a los juguetes. De este se desprendió que más del 80% de los anuncios en que hay implicado un elemento doméstico o muñecas iban dirigidos a las niñas. Por otro lado, más 91,6% eran menciones a juegos de acción especialmente para niños. En la mayoría las niñas eran sumisas y tranquilas y los niños estaban dispuestos a cambiarlo todo con armas, fuerza e inteligencia; en conclusión, niñas de rosa, niños de azul. Un error brutal.

Además de la actitud que intentan contagiar esas piezas televisivas con una duración que no sobrepasa el minuto, son precisamente esos vergonzosos números los que intenta alterar la Generalitat con esta oportuna campaña.

De manera que hace años sabemos que la Navidad trae consigo multitud de información y ofertas. La mayoría de las grandes marcas apuntan directamente a la consideración de los más pequeños de la familia y se basan en estos supuestos que han de cuestionarse, una realidad que es necesario cambiar. Los gobiernos y los medios de comunicación tienen esa obligación por igual al momento de hacer un llamado a consumir con criterio.

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