El alcalde de Valencia ha trasladado al Consell unas prioridades que pasan por la puesta en marcha de la Línea T2 de Ferrocarriles de la Generalitat; el desdoblamiento del Colector Norte del Tramo III del Túria; la reordenación del antiguo hospital La Fe de Campanar; la supresión de los barracones de todos los centros educativos de la ciudad, y finalmente la adaptación del Convento de la Trinidad como infraestructura cultural.
Respecto de la Línea T2 del metro, el alcalde Joan Ribó ha destacado que “se trata de una infraestructura básica para la ciudad, que tiene que servir para conectar Nazaret con el resto de la ciudad y potenciar así una movilidad mucho más sostenible”. Con una primera fase de la infraestructura básicamente terminada, el Ayuntamiento reclama ahora la puesta en marcha, al menos, de la parte de la línea que ya es una realidad.
En cuanto al desdoblamiento del Colector Norte del Tramo III del Túria, hay que recordar que está previsto en el Plan de Cuenca del Júcar y que, tal y cómo ha dicho Ribó, “es vital para resolver el final del antiguo cauce del río”. El colector actual se encarga de derivar las primeras aguas de lluvia hacia la depuradora de Pinedo, pero no puede asumir todo el volumen, por lo cual se hace imprescindible este desdoblamiento.
“El antiguo hospital La Fe de Campanar es una muestra de cómo actuaba el anterior gobierno autonómico y la desidia instalada en el gobierno municipal, los dos del mismo símbolo político”, ha dicho Ribó respecto de esta infraestructura. Además de reprochar la falta de previsión, el alcalde pide que se reordene un recurso que, tanto por el valor del territorio que ocupa, como por la edificación en sí misma, está desaprovechado. Por eso Ribó plantea la posibilidad de instalar equipamientos de barrio y posiblemente también de ciudad.
EDUCACIÓN Y CULTURA
El Ayuntamiento también reclama la progresiva supresión de los barracones escolares y su sustitución por edificaciones aptas para la escolarización de los niños y jóvenes de la ciudad, “después de la nefasta etapa de gobiernos del PP en materia de infraestructuras educativas, donde parecía que había más interés por instalar barracones que por hacer escuelas e institutos dignos”, ha aseverado Ribó.
Por último, el Ayuntamiento pide a la Generalitat que empiece la adaptación del Convento de la Trinidad como infraestructura cultural, con el objetivo último de ampliar en un futuro el Museo de Bellas Artes San Pio V, que es de titularidad estatal pero de gestión autonómica. Por eso, el Ayuntamiento propone que, junto con las instituciones pertinentes, la Generalitat pueda empezar a adaptar los usos de este edificio, tal y cómo se hizo en Madrid con la ampliación del Museo de Prado mediante el claustro de Los Jerónimos.