Las obras de remodelación de la plaza de la Reina de València avanzan a buen ritmo, y ya se puede ver cómo será la imagen de la futura plaza. Sin embargo, para su completa inauguración todavía habrá que esperar un poco más. Y es que hasta el próximo mes de julio, las obras de una de las plazas más emblemáticas de la ciudad no finalizarán.
Aun así, ya se conocen más detalles sobre cómo será la futura plaza de la Reina. Durante una visita, el alcalde de València, Joan Ribó, y el concejal de Movilidad, Giuseppe Grezzi, avanzaron que el nuevo espacio contará con 900 espacios para sentarse, pulverizadores para combatir las altas temperaturas, así como un toldo, que se instalará durante los meses de verano, para ampliar la zona de sombra en la plaza.
A estos elementos se les sumará los 115 árboles, juegos infantiles, contenedores soterrados, fuentes para beber y, por supuesto, un nuevo aparcamiento público subterráneo con nuevas rampas de acceso y puntos de recarga eléctrica. Asimismo, en cuanto al pavimento, que ya ocupa prácticamente la totalidad de la superficie, se han utilizado piedras de 10 centímetros de grosor que evitarán los resbalones.
Finalmente, cabe destacar la puesta en valor del patrimonio arquitectónico de la ciudad, ya que la nueva plaza de la Reina se ha diseñado pensando en este fin. De esta manera, no solo el Micalet podrá verse desde cualquier punto de la plaza, sino que cualquier persona que cruce por esta nueva plaza podrá ver por dónde pasaba la antigua muralla romana, gracias a la instalación de señalización, además de otros símbolos del pasado como las vías de tranvía del siglo XX.
Una vez finalizadas las obras, previstas para el mes de julio, la ciudad de València recuperará 12.000 m² de espacio público. Una de las actuaciones más importantes para la capital del Turia que ha supuesto una inversión de 12,3 millones de euros, después de que la Junta de Gobierno Local aprobara, el pasado mes de abril, la modificación del contrato de obras con un importe de 1.638.830,15 euros (IVA incluido).
Y es que cabe recordar que el hallazgo de restos arqueológicos, unido al mal estado de conservación del aparcamiento subterráneo – mucho peor del estimado en un primer momento – ha obligado al Ayuntamiento de València a aumentar tanto el presupuesto, como el plazo de las obras en tres meses. Sea como fuere, la ciudadanía contará con un amplio espacio peatonal, que limitará la circulación de vehículos a una conexión entre las calles de la Paz y San Vicente, garantizando el acceso a residentes, carga y descarga o transporte público.